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«Pérdida»
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  La luz comenzó a molestar cuando llegó un punto exacto en donde la habitación era levemente iluminada. Sus párpados se cerraron con fuerza en cuanto comenzó a sentir que daba justo sobre su rostro.


  Se levantó algo confundido y ladeó su cabeza sintiendo las suaves sábanas sobre su cuerpo y el extraño olor que aún medio dormido le costaba percibir.

  Sus manos empezaron a tantear la cama en busca de su hijo mientras sus ojos continuaban entrecerrados.

—¿Bebé? ¿Estás en la cocina? — llamó en voz alta a su pequeño hijo.

  Esperó unos segundos, dándose cuenta casi al instante que el menor no llegaba. Entre abrió sus ojos y el vacío en su estómago no tardó en hacerse presente junto al creciente miedo.

  Miró a su alrededor y tan solo pudo imaginarse aquellas manos nuevamente sobre su piel, cargándolo, hacia la cama que alguna vez habían usado ambos.

  Su estómago se retorció y su lobo no pudo evitar aullar disgustado.

 
  Tragó saliva sintiendo las repentinas ganas de correr, incrementándose en cuanto se dio cuenta que desde que su cuerpo había caído el transcurso de las horas había sido casi como estar en una máquina del tiempo para ir al futuro.

 
  Viendo su cuerpo y tratando de reconocer algo raro, se levantó de su lugar y caminó hasta la ventana, temiendo lo peor abrió la persiana admirando con total terror la luz del nuevo día, confirmándolo rápidamente con un reloj sobre una de las paredes.

  JiMin.

  Su respiración comenzaba a acelerarse, las ideas de lo que le podría haber pasado a su cachorro se movían de un lado a otro, viendo escenarios alternativos y no consiguiendo que alguno se vea positivo.

  Asustado, su olor se impregnaba de forma rápida en la habitación, llegando absolutamente a todos los rincones.

  Su labio era apresado cruelmente entre sus dientes, mientras su mano acomodaba y desacomodaba su cabello, junto con sus pies bailando de un lado a otro por la habitación.

 
Quizá, lo había descubierto, y en cuanto TaeHyung se durmió había ido a buscar a JiMin a la guardería. Tal vez... Su maestra había terminado por hacer alguna denuncia, donde estaba cien por ciento seguro que le quitarían a su hijo.

Un temblor recorrió desde la punta de sus pies hasta su nuca y dejando de caminar, se dio vuelta abruptamente mirando un sobre idéntico al del día anterior sobre la mesa de noche.

 

  Sentía que el agua escurriendo de sus ojos ya era común. Se la pasaba llorando, y lo sabía a la perfección, desde que vivía junto a su cachorro lo único que hacía era llorar para bien o para mal.

  Porque TaeHyung no tenía a quién hablarle.
  Estaba solo en aquella gran ciudad sin a quién acudir cuando le pasase algo y sin a nadie a quién pedir ayuda cuando JiMin tenía que quedarse solo.

  Ignorando la humedad en su rostro tomó entre un arranque el sobre, y lo abrió divisando aquella caligrafía tan peculiar que creía amar, al recibir una nota de que no llegaría esa noche.

"Merecías más que una siesta. Tienes comida en la mesa."

  Sintió su estómago rugir en cuanto leyó eso, pero tratando de convencerse a sí mismo, negó frenéticamente.

⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora