⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

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«Tobillera»
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   Un suspiro salió de sus labios.

   Su cuerpo crujió sobre el sofá y no pudo hacer más que acomodarse sintiéndose incómodo allí acostado.

   SeokJin ya se había ido, y según lo que le había dicho, probaría hacer dos jornadas juntas, simplemente para elegir una y comenzar a trabajar desde ya, es decir que el Beta recién llegaría al anochecer, cuando pudiese utilizar algún medio de transporte.

   TaeHyung estaba algo dudoso, no sabía si despertar a los niños o no, pero luego de haber hablado con Jin sabía que por lo menos debía hacer algo por alguien que no sea él.

   No podía limitarse a llorar, y aunque sabía que aquello no cambiaría nada, buscaría distraerse de alguna forma.

   Por más que hubiese planeado ver al Alfa aquel día ahora que SeokJin no se encontraba, no dejaría que ambos menores entrasen al hospital para ver cómo se revolcaba en su sufrimiento, no quería dar aquella impresión ni a su cachorro ni al pequeño YoonGi.

   Mordió su labio sintiendo el escozor de inmediato, provocando que su boca se abriese y dejase de morder la piel lastimada de su belfo.

   Dio otro suspiro hacia la nada sentándose en el sofá.

   En cuanto los pequeños despertaran, los llevaría a dar una vuelta, y de seguro, se fijaría en el dinero que le sobraba y que había traído de su hogar.

  TaeHyung aún contaba con aquella pequeña reserva, aunque no le gustase saber que todo lo que consumía salía directo del bolsillo del Alfa, quien se había preocupado hasta el más mínimo detalle de todo ello, el Omega ni siquiera sabía en qué momento había preparado todo, no había llegado a sospechar nunca que algo así le pasase, pero ahí estaba, en la casa de alguien más utilizando su dinero.

   El Alfa aún no despertaba, ya no sabía qué haría para no sentir que le debía tanto, porque lo hacía, realmente estaba endeudado con él, pero el saber que era tan poco para todo que había hecho JungKook le quitaban las ganas de esmerarse, qué podrían esperar de él.

   TaeHyung se sentó en su lugar relamiendo sus labios. Lo había olvidado por completo.

   Avergonzándose consigo mismo se levantó de la mullida superficie y caminó hasta la habitación contraria en la que dormía.

   El apartamento de JungKook tenía dos habitaciones y un baño, pero a pesar de parecer poco, ambas tenían un tamaño moderado, que de seguro era algo demasiado espacioso para él solo.

   En su primer día allí le había sido imposible separase de los pequeños, había extrañado mucho a su hijo y no podía estar enojado con YoonGi por culpa de sus padres.

  
   Aquello no había sido un obstáculo para decidir que los cuatro dormirían juntos, TaeHyung no quería separarse y SeokJin no opuso tanta resistencia.

   Al pasar de los días, los pocos bolsos que habían traído fueron a parar a aquella habitación de invitados, siendo usada como depósito.