16

3.9K 353 10
                                        


Me remití a ocuparme de mis asuntos y espantar cada pensamiento que cruzara por mi cabeza con forma de trufa de chocolate, pero debía reconocer que eso me mantenía permanentemente bastante cabreada.

―Karin ―dijo Alexa entrando a mi oficina con un sobre nacarado entre sus manos.

― ¿Qué? ―No logré hacer que mi tono sonara menos irritado y ella me miró con extrañeza, así que rápidamente me disculpe y le dije que mi problema no era con ella.

―Aún no da señales de vida, ¿cierto? ―Negué con la cabeza― Bueno, tal vez puedas solucionar eso.

―No sé de qué hablas.

―De la gala de esta noche ―sugirió sacudiendo el sobre en el aire con un ánimo que me parecía excesivo.

― ¿Gala? ―Arqueé ambas cejas sin comprender aún de que estaba hablando.

― ¿Colores? ―dijo como si yo tuviese la obligación de entenderle, pero la verdad es que no tenía idea de que estaba hablando.

― ¿Qué colores?

― ¿La fundación de tu padre para artistas con capacidades diferentes?

― ¡Mierda! ¡Fundación Colores! ¿¡Es hoy!? ―No pude dejar de lucir todo lo preocupada que estaba. Había olvidado por completo ese compromiso.

―Absolutamente.

―De acuerdo, me iré antes para prepararme para ello ―No tenía otra alternativa―  ¿Quieres acompañarme?

―Lo haré, pero nada de negro ―advirtió.

― ¿Disculpa?

―Que nada de tu ropa negra. Es hora de dejar el luto, querida.

―Me siento cómoda con el negro ―Y no estaba dispuesta a transar en ello.

―Pero hoy no es una noche para sentirte cómoda, es una noche para verte deslumbrante. La trufa estará ahí.

Por un segundo sopesé la información y preferí hacerme la desentendida. No tenía porqué mostrarme más interesada de lo que él se había mostrado desde que había ganado un asalto sexual la semana anterior y aunque me consumía por dentro de ganas de verlo, me negaba a perder la compostura y comportarme como una idiota, así que volví a meterme entre los asuntos que tenía en el escritorio.

―No quiero saber nada de él ―decreté esperando convencerme también de ello.

― ¿¡Qué!? ―En su voz había puro reproche― Oye, sé que no se ha manifestado en toda una semana, pero ¿recuerdas que es por ayudarte, no?

―Alexa, no me interesa. Iré a la cena, pero no voy a dedicar tiempo que podría utilizar en solucionar unos cuantos asuntos, en arreglarme más de la cuenta. ¡Ni que fuera a ver al presidente de los Estados Unidos!

―Ok, entiendo. Estás enojada. ¿Quieres que me encargue de todo?

― ¿Qué significa "todo"? ―interrogué sin sacar mi vista de los asuntos que me ocupaban sobre el escritorio.

―No sé. Conseguirte un vestido, un maquillador y un estilista que hagan todo aquí y no necesites "ocupar demasiado tiempo en ello" ―Hizo un par de cremillas con sus manos al lado de sus mejillas.

―Y transformar mi oficina en un spa ―agregué molesta, pero debía recordar que Alexa no tenía la culpa de nada.

―Oye, estoy tratando de ayudar ―Solté un bufido para quitarme un mechón de cabello de la cara, la miré y finalmente lancé la pluma que tenía en la mano.

Born to you [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora