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― ¡Te vendo mi parte! ―Grité buscando algún tipo de solución a la pesadilla que estaba viviendo― ¿Eso es lo que quieres? Pues te vendo mi parte.

―Vaya, vaya. Veo que lo amas más de lo que imaginaba... pero no. los Clayborne merecen sufrir más que eso.

― ¿¡Por qué!? ―Necesitaba saber la razón. Nada en la guerra de Draco Dawson me hacía sentido.

― ¿Acaso no lo sabes? Karin, tu naciste maldita ―Lo miré entre lágrimas sin entender lo que decía― Mi tío era novio de tu madre en la secundaria, pero tu padre llegó con su dinero y sus lujos y por supuesto que la perra de tu madre lo prefirió a él.

― ¡Eso no es cierto! ¡Mi madre no era así! ¡No le interesaba el dinero de mi padre!

―Yo que tú, no estaría tan segura ―dijo poniéndose de pie y abrochando su chaqueta― Solo destruirte por completo cumplirá la venganza que mi tío necesita. Tienes un mes, Karin. Y más vale que te muevas rápido.

No dijo ni una sola palabra más y cuando salió de mi despacho, de pronto todo lo que tenía alrededor había comenzado a asfixiarme, así que tomé las fotos que Lowell me había dado, las metí en mi maletín y salí corriendo con él entre mis manos.

― ¿Karin? ¿¡Qué pasa!? ―preguntó Alexa tratando de detenerme, pero no había fuerza posible que lograra hacerlo, ni siquiera el mismo Benjamin que salió del elevador justo en ese momento.

― ¡Hey! ¡Buenos días, socia! ―exclamó con su hermosa sonrisa dibujada en los labios y extendiéndome sus brazos para que me lanzara a ellos, pero simplemente me hice a un lado entre sollozos, corrí hasta el elevador y presioné el botón para que se cerraran las puertas mientras Benjamin me gritaba desesperado para que me detuviera.

Mientras no podía dejar de llorar y el ascensor descendía hasta el estacionamiento subterráneo, tomé mi celular y le envié un mensaje a Alexa, prohibiéndole terminantemente que le dijera a Benjamin que Lowell había estado en la oficina y que si lo hacía, podía considerarse despedida de manera automática.

Cuando por fin llegué hasta el Rolls-Royce y me lancé en su interior, le di la orden a Lenny que acelerara a fondo y que me llevara a casa lo más rápido posible, lo que obedeció a la perfección y agradecí porque temía que Benjamin me hubiese seguido por las escaleras.

Durante el tiempo record que mi chofer tardo en llegar a casa, mi celular no dejo de recibir mensajes y llamadas de Alexa, Bruna y el propio Benjamin y entendía la preocupación que le había generado a todos, pero estaba devastada. No podía imaginar a mi madre comportándose de tal manera con Draco Dawson y mucho menos podía encontrar otra solución para las amenazas de Lowell, que simplemente obedecerle, aun en contra de mi voluntad y sabiendo que eso me haría sufrir como jamás lo había hecho en mi vida, así que apagué mi teléfono móvil, bajé del auto y entré a casa hecha un mar de lágrimas y sollozos.

―Regresaste pronto, Karin ―dijo Annie muy alegre saliendo de la cocina, pero al verme en un estado deplorable, le cambió la cara de inmediato.

―Annie ―susurré llorosa.

― ¿¡Qué paso!?

Me lancé a sus brazos y al fin encontré la contención necesaria para llorar como nunca lo había hecho, ni siquiera en los funerales de mis padres.

Estaba perdiendo lo único que me había devuelto la vida que había perdido con la partida de mis padres y no había otra forma de remediarlo, así que lo haría, pero necesitaba ese espacio para desahogar mi frustración y mi rabia por completo.

Born to you [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora