11

3.9K 358 11
                                        


¡Oh, por Dios! Decir cada una de esas cosas había sido la experiencia más liberadora de todos mis veinticinco años de vida y me sentí completamente aliviada, al menos por un momento, porque aunque lo natural hubiese sido que Lowell se indignara con mi sorpresiva descarga de información, este comenzó a reír a carcajadas, reacción que no alcanzaba a entender por completo.

―Karin Clayborne... claro que soy aburrido, ¡si follarte ha sido la peor de las torturas! ―confesó dejándome totalmente aturdida.

― ¿Disculpa?

―Eres tan tonta, que ni siquiera te diste cuenta de quién se estaba metiendo en tus sabanas Clayborne― ¿¡De qué diablos hablaba este tipo!?

―Estás desvariando. Ni siquiera sabes lo que dices, Lowell ― ¿Acaso no era evidente?

―Ah sí, claro que lo sé ―Rio luciendo casi macabro― Lowell Drake Hunter. ¿No te dice nada mi nombre?

―No, nada además de lo que ya te dije ―respondí contundentemente, pero sin la intención de repetir todos los adjetivos calificativos que le había proporcionado. ¡Al carajo! ¡No iba a repetirle las cosas dos veces como siempre!

―Bueno, señorita Clayborne, déjeme informarle que ha tenido el placer de follar con el sobrino favorito de Draco Dawson ―Mi corazón dejo de latir en ese mismo instante y mi cuerpo se petrificó por completo, volviéndose un tempano de hielo― Y que tengo tanta información de ti como necesito, para que mi tío destruya todo el imperio de tu maldita familia. ¿Ahora quedó más claro? ―Me guiñó un ojo y solo pude sentir nauseas― Así que resígnate a que el tío Draco compre las acciones de los amiguitos de tu difunto padre, porque si generas algún tipo de inconveniente, tengo mucha información que entregarle a la prensa rosa sobre ti ―Dio un par de pasos, tomó mi cara con sus dedos y rozó mis labios con un corto y descariñado beso― Adiós, cielito.

Cuando por fin lo vi desaparecer en los confines de mi propiedad, todo comenzó a darme vueltas, las lágrimas abandonaron mis ojos y rodaron desbocadas por mis mejillas. El whisky exigió abandonar mi cuerpo, se me hizo un nudo en el estómago y finalmente solo pude dar un par de pasos antes de vomitar sobre el maravilloso mármol de la entrada.

Cuando creí que me desvanecería en suelo, sentí que una agradable sensación con la que ya estaba familiarizada, me contenía.

Benjamin se posó tras de mí, rodeó mi cintura con su brazo derecho y con su mano izquierda me sostuvo el cabello en la parte trasera de la cabeza para que no lo ensuciara y ya contenida, volví a vomitar.

Cuando creía que nada podía hacerme sentir peor de lo que ya estaba, Draco Dawson había hecho un movimiento aniquilante y sin importarle lo devastada que eso me haría sentir, había metido a su informante en mi cama. Aunque yo también era responsable de esa situación, porque nunca confié lo suficiente en Lowell, pero me sentía tan sola que necesité por un momento creer que había conocido a alguien a quien aferrarme.

Ahora solo estaba aferrada al asco que me provocaba haber estado involucrada con él, a la rabia que me embargaba por no haber sido más cuidadosa y a la profunda tristeza que me generaba saber que había arrojado a la basura el futuro de la empresa que mi padre tanto amó durante toda y su demasiado corta existencia.

Sí, era su niña, su hija, su princesa y estaba preparada para enfrentarme a cualquier tipo de desafío intelectual complejo gracias a cada cosa que me había enseñado, pero al final del día, por años había estado encerrada en el palacio bajo su protección y cuidado y no tenía ni la más mínima idea de cómo enfrentarme a desafíos aún más peligrosos que una compleja ecuación matemática. No tenía ni la más mínima idea de cómo pelear sus batallas y ganar sus guerras.

Born to you [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora