―Vaya. Eso suena más interesante que los juguetes inteligentes ―ironicé y ambas reímos.
―Absolutamente. Pero dudo que tu novio quiera invertir en esas cosas, es más... terrenal.
― ¿Eso dijo tu jefe? ―No podía creer que Benjamin hubiese descartado la posibilidad de trabajar con el gobierno. ¿Había algo comercialmente más seguro que eso?
―Así es.
―Bueno, Lizzy, pues estás de suerte. Mi novio solo es dueño de la mitad de la empresa, la otra mitad es mía y yo soy menos terrenal que él.
― ¿Qué quieres decir?
―Que me agradas ―dije abriendo mi clutch y sacando una de mis tarjetas de presentación para dársela― Llama a mi asistente, Alexa Tupper y agenda una visita con tu jefe a nuestras oficinas. Quiero saber más del asunto y si finalmente no llegamos a invertir, siempre podemos tomarnos otro Martini.
― ¿Sabes que esto puede darme un aumento? ―interrogó agitando la tarjeta en el aire entre sus dedos y bebiendo un sorbo de su trago.
―Ah, pues bueno, felicidades. Lo mereces.
Aunque Lizzy me había dado algo de entretención con sus sagaces comentarios, ya sentía que tanto "negociadero" estaba asfixiándome, así que despidiéndome de mi casual acompañante, camine con el Martini entre mis manos hasta la terraza del hotel para tomar un poco de aire y observar las estrellas que hacían juego con mi vestido.
Solo quería irme a casa, acurrucarme en los brazos de Benjamin, suplicarle que me hiciera el amor de una vez por todas y que finalmente nos olvidáramos de todo este trámite previo.
Era mi mes aniversario y estaba soportando a cacatúas hablando sobre juguetes con más cerebro que ellas, para niños que ni siquiera han nacido, mientras que él se divertía haciendo negocios de gente adulta con la seriedad correspondiente, lo que era insultantemente injusto, así que luego de mirar las estrellas un prolongado momento y beber todo mi Martini, decidí que era hora de sacarlo de ahí.
Dejé la copa en el borde de la terraza y me volteé, pero antes de que pudiera volver al salón de eventos, alguien absolutamente desagradable para mí se cruzó en mi camino y se negó a permitirme pasar.
―Hola, guapa.
―Lowell Drake Hunter ―Con solo verlo mis músculos se petrificaron, pero actué como si su presencia no me afectara en lo absoluto― ¿Qué diablos haces aquí? Ni siquiera eres un empresario. Solo eres un mantenido de tu tío.
―Veo que el noviazgo con James te ha vuelto algo... ―Buscó alguna palabra en su ínfimo cerebro― ...agresiva ―dijo finalmente.
―Mi noviazgo con Benjamin no es algo que te incumba.
― ¿Segura? ―Posó su mano derecha en mi barbilla, me obligó a mirarlo a los ojos y sentí como mi estómago se revolvió por completo― Disfruta los últimos momentos que te quedan de felicidad a su lado, Karin, porque tu noviazgo no va a durar mucho más.
―Te equivocas. Estamos muy bien juntos y mi noviazgo va a durar mucho más de lo que tú durabas en la cama ―disparé fingiendo no temerle en lo absoluto a sus amenazas.
―Cree lo que quieras, cariño ―Estaba paralizada y no tuve oportunidad de alejarme cuando acerco sus labios a los míos y sin tocarlos susurró― Yo que tú, aprovecharía de despedirme muy, muy, muy bien ―Mis ojos se llenaron de lágrimas, él sonrió con una maldad que me estremeció y me dio un beso en la comisura de mis labios― Te veo mañana.

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Born to you [TERMINADA]
RomanceLa brillante economista Karin Aurore Clayborne, es la flamante heredera de la astronómica fortuna de sus padres, que fallecieron en lamentables circunstancias. Rodeada nada más que de su fiel servidumbre, al hacerse cargo de los negocios familiares...