Born to you [TERMINADA]

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Justo en el momento en que estaba desahogando mi frustración con Alexa, mi teléfono móvil sonó y supe que era Lowell, lo que no me hizo mucha gracia, pero me sentía tan abatida, que contesté.

Al parecer, inconscientemente, estaba buscando a alguien que me hiciera sentir protegida o solo que me follara lo suficientemente bien como para olvidarme, al menos por un momento, de todo lo que había pasado.

Aclaré la voz y oculté como gran actriz, mi estado emocional de ese momento.

―Lowell.

―Hola, guapa. ¿Ocupada aún?

―No... ya no ―Soné todo lo abatida que me sentía.

― ¿Pasa algo?

―La reunión no ha ido nada bien ―confesé.

―Entiendo. ¿Quieres que almorcemos?

―No lo sé ―Lo último que quería era dármelas de buena compañía en ese momento― Déjame solucionar un asunto aquí y te llamo.

―Karin ―advirtió.

―Lo haré. Por si o por no, prometo que lo haré.

―De acuerdo, espero tu llamada ―suspiró resignado.

―De acuerdo ―Finalicé la llamada, dejé el celular sobre la mesa y la abrumadora realidad volvió a mi mente, así que me eché a llorar otra vez.

―Karin, no sacas nada con llorar. ¿Por qué mejor no pensamos en una solución?

― ¿Solución?

―Hey, conocí bien a tu padre e imagino que hizo todo lo posible para que fueras mucho mejor en los negocios que él y era un jodido genio en ellos. Así que creo que solo estas abrumada por todo lo que ha pasado. Deberías aceptar esa invitación, respirar aire puro, relajarte un poco y luego, cuando te hayas calmado, buscar una solución. ¿Te parece?

El razonamiento de Alexa me sonaba totalmente prudente y ahora comenzaba a entender por qué a mi padre le gustaba tenerla cerca. Actuaba como un cable a tierra y si lograba centrar mi ímpetu contenido durante nueve años, seguro lograba calmar a un maldito toro embravecido.

―Tienes razón ―Limpié mi rostro con un cleanex que me había dado― Soy mejor que mi padre, por eso quieren destruirme, así que no cabe duda de que lo soy. Iré a comer algo con Lowell y pensaré en ello.

― ¡Así se habla, señorita Clayborne!

※※※※※

Pasado el medio día, estaba en Starbucks, bebiendo el más agradable Frappuccino Moka Blanco de mi vida, con Lowell sentado frente a mí, pensando probablemente en hacer algo más divertido que mirarme beber un café con extra hielo, pero yo solo pensaba en cómo encontrarle una solución práctica y rápida a lo que había ocurrido en la junta de esa mañana.

―Entonces... ¿qué pasó en esa reunión que te tenía tan complicada?

Dudé por un instante si debía revelar dicha información a mi rollito sexual de turno, pero la voz de Annie llegó directo desde la mansión de Beverly Hills hasta mi cerebro, diciéndome: "¡Todas las mujeres esperan que los hombres estén interesados y eso a ti te molesta, no seas boba!" Así que, finalmente decidí dejarme llevar por el hecho de que tenía a un buen hombre y un buen partido frente a mí y que tal vez y solo tal vez, era hora de abrirme lo suficiente con él como para iniciar una relación un poco más formal.