Sus caras se desfiguraron por completo.
Asombro, confusión y molestia fue lo único que pude ver en sus semblantes, pero me miraron en silencio, suplicando que explicara qué significaba todo eso. Y así lo hice. Les expliqué el contexto de las fotos, quien las había tomado, donde, cuando y también relaté con exactitud las amenazas de Lowell al respecto.
Cuando concluí con la explicación, ambas continuaron en silencio, me miraron, se miraron entre ellas y luego volvieron a mirar las fotos repugnantes que estaban sobre la mesa, para finalmente romper el silente ambiente.
―Es un maldito infeliz ―gruñó.
―Lo es, Bruna. ¿Ahora entiendes por qué preferí alejar a Benjamin de mí?
―Sí, lo entiendo.
―Bruna, yo lo amo como jamás pensé a amar a un hombre en mi vida y decirle cada cosa que le dije me dolió tanto como a él, pero necesito mantenerlo a salvo. Necesito que no le hagan daño. No por mi culpa.
― ¡Karin, esto no es tu culpa!
―No sé, Alexa. Ya ni siquiera importa si alguien tiene la culpa o no. Simplemente es la única solución. No quiero destruirlo.
―Es tarde para eso, Karin ―Suspiró Bruna resignada, mientras masajeaba su sien en un gesto muy propio de Benjamin, que probablemente había aprendido después de años trabajando con él― Está destruido. Estuvo seis días en Europa recorriendo distintos lugares y ni siquiera fue a ver a su madre en Londres. Repetía una y otra vez que no entendía que había pasado y que necesitaba entender. Los pocos momentos que ha estado aquí, ha sido un caos. Podría decir que hasta odia el mármol del piso. Karin, trabajo con Benjamin hace años, lo quiero casi como un hermano y puedo asegurarte que jamás lo había visto así.
―Y tú tampoco, jamás habías estado así ―agregó mi asistente para finalmente liquidarme― Ni siquiera cuando tus padres murieron.
―Lo sé, Alexa. Supongo que el dolor por la pérdida de mis padres era parecido, pero saber que ellos estaban en un lugar mejor, aplacaba en algo el dolor ―Un dolor punzante en el pecho volvió a atacarme, tal como ocurría cada vez que pensaba en él― En este caso, solo pensar en lo que debe estar sintiendo, hace que la pena sea incontenible. No hay resignación cuando sabes que estás haciendo sufrir a alguien que amas, pero es lo mejor para él. La prensa lo haría añicos. ¿Acaso hay otra solución posible? Porque si la hay, dímelo. Juro que haría lo que fuera, cualquier cosa. Hasta ofrecí venderle a Dawson mi parte de la empresa, pero está empecinado en hacerme daño y sabe que la única forma de lograrlo es por medio de Benjamin.
― ¡Dios! ¡Esto es horrible! ―exclamó mi asistente mirando al cielo, como si eso le sirviera de algo.
―Lo es, Alexa ―apuntó Bruna― Pero tal vez si haya otra solución.
En su voz había una perspicacia y una audacia que me puso inmediatamente en alerta. Si había algo más que hacer para evitar que Lowell y su tío consiguieran su objetivo y que no se llevaran a Benjamin James por delante, estaba dispuesta a hacerlo.
― ¿Otra solución? ―interrogué más que intrigada.
―Sí ―Bruna me miró directamente a los ojos― La verdad ―dijo finalmente dejándome en ascuas.
― ¿Qué? ―Arquee una ceja.
― ¿Has escuchado que "la verdad los hará libres"?
―Bíblico.
―Exacto. La verdad los hará libres, Karin.
―Explícate ―ordené, pero fue más una súplica.

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Born to you [TERMINADA]
RomanceLa brillante economista Karin Aurore Clayborne, es la flamante heredera de la astronómica fortuna de sus padres, que fallecieron en lamentables circunstancias. Rodeada nada más que de su fiel servidumbre, al hacerse cargo de los negocios familiares...