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"¿Acaso ya estoy alucinando? Acaso dijo... ¿la mujer que amo?" Pensé descubriendo que desde ese momento en adelante, estaba absolutamente perdida en la conversación.

Sentía su rabia, la ira palpable que tenía la capacidad de recorrer su cuerpo, salir por sus manos y entrar al mío por mis hombros, como una descarga eléctrica absolutamente abismante.

―Ahora. Bruna ―dijo dirigiéndole la mirada a su asistente― ¿Me harías el favor de acompañar a estos señores a la puerta de salida? No tienen nada más que hacer aquí. Este es mi edificio y el de la señorita Clayborne, así que por favor, sácalos de aquí y dale a seguridad la orden de que no pueden dejarlos entrar jamás. No quiero volver a verle la cara a ninguno de ellos, nunca más.

―Por supuesto, señor James. Alexa, ¿los acompañamos?

―Con el mayor de los gustos.

La asistente de Benjamin y la mía se pusieron de pie rápidamente, caminaron a paso seguro hasta la puerta de la sala de juntas, Bruna la abrió y extendió su mano haciendo un gesto cordial para que todos salieran.

―Señores. Por favor, abandonen el edificio.

Después de que todos los presentes las miraron y las recorrieron de pies a cabeza durante unos segundos eternos, sin poder creer lo que estaban escuchando, uno a uno comenzaron a ponerse de pie y a salir de la sala de reuniones, más desconcertados que molestos.

Hubiese saltado de la felicidad de no haber sido por el dolor siniestro que me atormentaba y que parecía tenerme pegada a la silla sin ninguna posibilidad de escapar e incluso me imaginé dándole una patada en el culo al maldito de Billy Wyght para sacarlo a la brevedad posible de "mi" edificio. Eso había sonado estupendamente bien en los labios de Benjamin por cierto, así que seguramente también sonaría bien en los míos apenas pudiera hablar.

― ¡Oh, por Dios! ¡Eso fue increíble! ―exclamó soltándome de los hombros, poniéndose a mi lado, apoyando sus manos sobre la mesa de trabajo e inclinando su cabeza entre sus hombros―  ¡Jamás había tenido esta sensación de libertad! ¡Es como si les hubiese pateado el culo uno por uno!

Alzó la cabeza y luego volteó para mirarme con un semblante lleno de satisfacción y felicidad, a lo que solo pude dedicarle media sonrisa.

―Sí. Fue bueno ―Logré decir con dificultad

― ¿Bueno? ¿¡Bueno!? ¡Fue fenomenal! ¿¡Qué diablos te pasa!?

―Nada ―Tomé una bocanada de aire tratando de controlar el sufrimiento que estaba tolerando, puse mis dos manos sobre la mesa y dándome todo el ánimo posible, al fin logré ponerme de pie― Todo está bien.

―Sí, todo está bien menos tú ―Alzó las manos en el aire, demostrando lo exasperado que se había puesto al ver que mi reacción no era tan efusiva como él esperaba― ¡Supuse que estarías feliz con todo esto!

―Lo estoy ―Una punzada contratacó y un mareo me informó que había perdido por completo el control de la situación, pero preferí continuar actuando como si no lo sintiera― De verdad lo estoy ―Posé mi mano derecha sobre la de él para por fin hacerle notar que estaba siendo muy sincera― Gracias.

Por un segundo creí que lo había logrado. Creí que ni siquiera se había percatado de lo mal que estaba, pero me equivoqué. Apenas mi piel tocó la suya, toda su exasperación se esfumó en un microsegundo para darle paso a la preocupación máxima.

― ¡Karin! ¡Estas hecha un tempano de hielo!

―La verdad... es que no me siento nada bien.

Rápidamente y antes de que perdiera el equilibrio, me contuvo entre sus brazos, me aferré a sus bíceps y posó su barbilla sobre mi frente. El mundo giraba y todo me daba vueltas de forma descontrolada, mis ojos se tornaron pesados y con suerte lograba mantenerlos abiertos.

Born to you [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora