Continué mi camino tras Baltazar hasta llegar a la parte baja del escenario, donde abrió una cortina azul pesada, me hizo pasar delante de él y me encontré con las escaleras que daban al costado del escenario.
―Espera aquí. Apenas se siente, le diré que necesitas hablar con él.
―Sí, claro. Gracias.
Benjamin continuó dialogando con un par más de estudiantes durante unos diez minutos que me parecieron una eternidad, hasta que finalmente dio por terminada su exposición.
Toda la audiencia aplaudió congraciándolo y cuando se dispuso a tomar asiento entre otros empresarios que me pareció conocer de algún lugar, Baltazar entró en el escenario, pasando lo más desapercibido posible y se acercó a él inclinando su cabeza y hablándole al oído.
Benjamin negó con la cabeza y pude leer sus labios cuando dijo: "No tenemos nada de qué hablar", pero Baltazar fue muy amable al insistir y finalmente lo convenció.
Lo guió caminando delante de él y cuando llegó hasta donde estaba, me sonrió para seguir su camino y así dejarnos a solas, lo que agradecí profundamente porque las noticias que llevaba no eran de las mejores.
― ¿¡Qué mierda estás haciendo aquí!? ―exclamó en voz baja.
Sí, no me había equivocado. Estaba molesto, tan molesto que me tomó del brazo con la fuerza necesaria para llevarme hasta un rincón con el brazo adolorido.
―Benjamin, por favor. Me duele.
―No te quiero en mi vida, Karin. Ya fue suficiente con todo el daño que hiciste ―Escucharlo decir eso fue demoledor, pero no podía detenerme a pensar en ello. Había algo mucho más importante que decir.
―Lo sé. No vengo a hablar de nosotros, ¿de acuerdo? Si así fuera, sabría encontrar un momento más adecuado que este.
Me miró contrariado por un instante, hasta que encontrando la calma necesaria para al menos escuchar lo que venía a decir, me soltó el brazo y soltó un bufido.
―Habla ya. Rápido, no tengo mucho tiempo.
―Benjamin... lo siento mucho.
Retomamos el contacto visual y aun cuando estaba muy molesto y podía sentirlo, vi en su mirada que no todo estaba perdido, que esperaba que estuviera refiriéndome a como había terminado nuestra relación y que lo siguiente que diría era que lo amaba. Y si, de no haber existido otra cosa que decir con una urgencia extrema, probablemente lo hubiese hecho, pero debía restringirme a dar la información que era estrictamente necesaria, al menos en ese momento.
― ¿Por qué tengo la sensación de que no te refieres a los nuestro? ―preguntó de pronto.
―Porque no lo hago ―Bajé la mirada hasta mis dedos, que estaban entrelazados sobre mi panza― Benjamin... llamaron de Londres. Caroline Peyton.
―Mi madre ―Lo miré brevemente para luego volver a mis dedos.
―Ah... no sabía que era tu madre. Bueno, el asunto es que... Dios, ni siquiera sé cómo decirlo.
―Falleció, ¿verdad? ―susurró conteniendo el aire.
― ¿Qué? ―Esta vez sí lo miré y me mantuve de esa manera, porque necesitaba al menos de ese contacto visual.
―Mi padrastro.
―Sí... ayer ―respondí dolorosamente.
Todo el aire que había contenido en sus pulmones, lo botó en un suspiro lleno de tristeza, alzó su mano derecha y cubrió sus ojos, tratando de dimensionar lo que acababa de decirle.

ESTÁS LEYENDO
Born to you [TERMINADA]
RomansaLa brillante economista Karin Aurore Clayborne, es la flamante heredera de la astronómica fortuna de sus padres, que fallecieron en lamentables circunstancias. Rodeada nada más que de su fiel servidumbre, al hacerse cargo de los negocios familiares...