Capítulo 22: Bienvenido a la muerte

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• POV: SAMANTHE

Mi día estaba marchando aburrido. Realmente aburrido.

Había tenido en planes que saliendo del colegio podría darle una sorpresa a Matthew, en su departamento. Algo como preparar una comida que sé que podría gustarle, y poner su música favorita. Obviamente que para eso, echaría a Paul por el resto del día.

Y es que desde que me enteré que era mi cuñado, todo se volvió cada vez más sencillo y divertido, pues se convirtió en un buen amigo para mí, y me divierte demasiado la manera en la que nos llevamos.

Pero el desgraciado no me dijo que su madre estaría con él en el departamento de mi novio, hasta que estuve ahí, y un rato más tarde, ya me encontraba estrechando la mano de aquella hermosa mujer, de ojos bonitos y apariencia que con un simple gesto te hace comprender por qué sus hijos (en especial el menor) le han salido tan maravillosos.

Y finalmente, los planes cambiaron aún más drásticamente cuando el nuevo profesor David Jones se presentó en el departamento, y no hubo más opción que escabullirme a la habitación de Matt.

Su habitación, tan linda y ordenada como jamás creí que podría mantenerla alguien del género masculino. Y yo sé que esos son estereotipos, pero bueno, basándome en las habitaciones de los tres hombres que viven conmigo, no es muy lejano a la realidad.

Incluso hasta la cama de Matthew se mantenía totalmente intacta. Y siendo sincera, me estaba llamando la atención tirarme a dormir ahí.

A dormir, sí.

Últimamente he estado pasando por una lista de extraños pensamientos y sentimientos, que me gustaría mantener en secreto. Sin embargo, no parece que pueda ocultarlos muy bien cuando estoy a pocos centímetros del cuerpo de ese hombre.

Porque siento cosas, y estoy segura que mariposas no son.

Así que he decidido que mientras pase mi etapa hormonal, me mantendré algo alejada del afecto físico con Charles.

Acaricié el cabello de mi hermano, de un lado a otro, mientras él se mantenía cómodamente con su cabeza recostada en mi regazo, en silencio, mirando nuestros respectivos celulares.

Hasta que de repente, habló, llamando mi total atención.

— ¿Estabas con él?— me preguntó, curioso.

Cuando hablamos sobre el tema, le prometí que le sería sincera, y no le ocultaría más secretos, por lo que ahora, me es necesario responderle con la pura verdad.

— Sí.

— ¿Es bueno contigo?— sus ojos cayeron sobre los míos. Podía notar aquel nivel de preocupación en su mirada, y sé que le mortifica pensar en que yo podría estar expuesta a algún riesgo.

— Es demasiado bueno para creer que se haya enamorado de mí como yo de él— le conté.

— ¿Cómo puedes saber si alguien está enamorado de ti realmente? ¿o si tú lo estás?— me interrogó, tomándome por sorpresa con sus dudas sobre el amor. Creo que nunca antes habíamos hablado sobre esto, pues nunca le había interesado del todo.

— Pues... supongo que sólo lo sientes y ya. Cuando estás con esa persona, te sientes como con nadie más. Y para saber si ese alguien está enamorado de ti, creo que es algo incógnito, porque hay muchas personas que mienten, y saben engañar muy bien. Pero no tienes que preocuparte por eso, porque nunca va a ser tu culpa si alguien se aprovecha de ti cuando estás enamorado, ¿oíste?. Así que nunca te sientas culpable si alguien se atreve a jugar con tus sentimientos.

La Ciencia de tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora