Desperté por el sonido de mi alarma justo en el oído, un ruido que aborrezco bastante, y sin embargo, no me puedo deshacer de él.
Creo que hoy puedo llegar a tiempo, e incluso más temprano al colegio. Tengo exactamente hora y media para tener todo listo y estar presente allá.
Después de estirarme un poco, aún sobre la cama, decidí ponerme de pie, porque este día, no comenzará solo, ¿verdad?.
Tranquilamente, camino al baño con mi toalla en un hombro y entro a ducharme. Lo común es que tardo algunos quince minutos, no necesito nada más. Mientras lo hago, juego con el espuma del jabón, viendo cómo se desliza por mi abdomen, haciéndome cosquillas, así que tuve que interrumpir su viaje.
Mi cabello ya está algo largo, lo puedo notar porque cuando me ducho, el agua lo moja y hace que tape toda mi frente, casi casi, picándome los ojos. Y es tremendamente molesto tener que estarlo apartando a cada momento, así que tengo que cortarlo pronto.
Pasados algunos minutos, seguía el turno de mi vestimenta.
Se supone que todos los profesores debemos ir de traje siempre... o al menos eso se acostumbra, para mostrar la formalidad.
Pero en realidad, la formalidad está en uno mismo. ¿Qué más da si llevo suéter o corbata?.De acuerdo. Puedo vestirme con un toque de elegancia, pero también algo casual.
Con la toalla enredada en mi cintura, me dispuse a observar la ropa en mi armario, hasta que después de darle tantas vueltas a las prendas, para analizarlas como si no las conociera, opté por ponerme una suéter gris y unos jeans de mezclilla sencillos.
Estos me gustan, y aunque me desesperan un poco por lo ajustados que están, hacen muy bien su trabajo adheriéndose a mi trasero y mis muslos. Me hacen lucir fortachón.
— Que papi te ves— me halagué a mí mismo, sonriéndome y viéndome en el espejo.
Terminé todos mis pendientes, y tranquilamente tomé mi maletín de la sala, junto con las llaves de mi auto. A punto de salir de casa, me dí cuenta de todo el silencio que se mantiene, tan sólo mis zapatos contra el piso y las ruedas de los autos que pasan por las calles cercanas pueden escucharse.
Observé mi horario en lo que bajaba las escaleras, escalón por escalón, porque este edificio no tiene el suficiente presupuesto como para darse el lujo de colocar un elevador.
Me toca con tercer año. A ellos no les he dado clase, en los meses pasados desde que inició el ciclo escolar, tuvieron a otro profesor en mi puesto, pero se retiró por razones que yo desconozco. A él le pertenecían los primeros dos grupos, ahora me tocan todos a mí, así que esta es mi primera clase con ellos.
Es fácil, deben ser chicos de entre quince y dieciséis años. De los más pequeños del instituto.
Y aunque ya han de conocerme por verme andar por ahí entre los demás profesores, yo no los conozco a ellos.Cuando estuve en el colegio, aún era temprano, por lo que hay muy pocos alumnos dispersos por todo el patio y los pasillos. Dí una vista rápida a mi alrededor, donde entre la escasez de estudiantes, fácilmente mi mirada se detuvo en una banca a lo lejos. Samanthe y Byron estaban ahí, riendo y platicando juntos.
Sonreí al ver aquella escena ante mis ojos. Al menos se han encontrado entre ellos mismos, y ahora se han vuelto amigos.
Busqué el aula del grupo que me tocaba en el segundo piso, y cuando lo encontré, no pude entrar de inmediato porque Adam estaba llegando justo al salón de al lado mío. Así que por amabilidad, ambos nos detuvimos, acercándonos a saludarnos.
— ¿Con quién te toca?— le pregunté curioso pero animado después de nuestros saludos.
— Con nadie, pero Kalissa quiere que le eche un ojo a los de quinto C, porque les toca deportes, pero aún no hay ningún profesor encargado de la materia. El grupo es un desmadre, y claro, yo era el único maestro sin ninguna ocupación en esta hora— me cuenta con desespero, causándome gracia con su manera de decirlo. Pero no lo culpo, tiene razón, ese grupo es un total desastre desde años anteriores. — ¿Y a ti?—.
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La Ciencia de tu Amor
RomansaAntes titulada "Mi Alumna Favorita". Matthew Charles, un hombre que básicamente podría resumirse en un sólo concepto: "príncipe encantador". Bueno, más bien, un profesor de ciencias común, con una vida bastante aburrida y un mejor amigo que parece c...