Capítulo 34 - I: Luces, cámara y llantos

17 4 1
                                    

Jack se despertó a la mañana siguiente debido al ruido proveniente de la casa de al lado.

"Se han debido despertar, mejor iré a ver", pensó el joven.

Cuando se plantó en el umbral de la puerta y golpeó con suavidad usando los nudillos, el ruido cesó y la cara de Claire se asomó por una rendija al entreabrir la puerta.

—¿Qué quieres? ¿No has tenido bastante con lo de ayer? ¿Es que aún quieres jodernos más? —dijo la mujer con inquina.

—Vengo a disculparme, no debí hacer lo que hice, estuvo mal y también fuera de lugar. Sé que me pasé y que no tenéis por qué perdonarme pero, al menos, dejadme ayudaros con el plan. Acabemos lo que empezamos. A la cerveza de celebración invito yo —dijo Jack con una sonrisa sincera.

—Te puedes ir a la mierda. Tú y tu mierda de disculpa, es más, puedes metértela por...

En ese momento, una mano se apoyó en el hombro de Claire haciendo que dejase de atacar a Jack y se girase para ver cómo estaba John.

—Bueno, bueno, no seas así con el muchacho. Un fallo lo tiene cualquiera, déjale que se disculpe, ya sabes que su ayuda de verdad nos hace falta —dijo John sonriendo con dificultad.

—John... —dijeron sorprendidos Claire y Jack a la vez.

—¿Estás seguro de esto? ¿Crees que podemos fiarnos de él? —dijo Claire preocupada por su amigo.

—Sé que nos podemos fiar de él y sé que después de esto no volverá a querer saber nada de nosotros. Ni nosotros de él, así que todos contentos. ¿Qué te parece, chico? ¿Listo para una última partida?

—Claro —dijo Jack animado al oír la respuesta sincera de John—. ¿Cuándo empezamos?

—En cuanto coma algo, necesito recuperar fuerzas, digamos que necesito más energía de lo habitual. De mientras, ¿qué te parece si ayudas a Claire a limpiar el estropicio de ayer? Será una casa deshabitada y de paso, pero me sienta mal dejarla así —dijo John señalando con la mano vendada la mancha de sangre y la esquirla de tierra que aún se alzaba en medio del salón.

—John, ¿me dejarías ver tu mano? Creo que quizá podría hacer algo. Aún no lo controlo del todo bien pero sé lo básico para que, al menos, no sientas dolor.

—Jack, eso sería increíble, no quiero perdérmelo. ¡Enséñame de qué eres capaz, muchacho! —dijo John con una extraña alegría.

Jack sentó a John en una de las sillas viejas de la cocina y le cogió la mano con cuidado. Poco a poco fue quitando la venda para ver la gravedad de la herida y, al quitarla toda, su cara se oscureció. Un agujero del tamaño de un hueso de melocotón se encontraba justo en mitad de la mano de John.

—No creo que pueda hacer nada con esto, tendrá que sanar solo y con ayuda de tratamiento médico pero, por lo menos, puedo hacer esto —dijo Jack cerrando los ojos y concentrándose en la herida.

Poco a poco la cara de John fue cambiando, reflejando la ausencia del dolor que, hasta ese momento, lo dominaba.

—¿Qué has hecho? —preguntó Claire—. Tiene mejor cara.

—No es gran cosa, lo único que he hecho ha sido coger los impulsos enviados por las células que superasen el umbral de dolor y bloquearlos. Es algo temporal, sólo durará unas horas hasta que mi bloqueo desaparezca pero te permitirá usar la mano con normalidad. Aunque te recomiendo que no lo hagas a no ser que sea estrictamente necesario. En cuanto acabe todo esto hay que llevarte al hospital.

—Muchas gracias, Jack, esto es más que suficiente. Ahora tengo fuerzas más que de sobra para hacer lo que tenemos que hacer, así que no perdamos más tiempo. Tú encárgate de revisar nuestra zona y nosotros daremos una pasada a la tuya, sólo por si acaso.

—Bien dicho —dijo Claire levantándose justo después que John.

—Salvemos esta ciudad —dijo Jack con confianza.

*

Una hora después...

Jack caminaba concentrado por la calle cuando, de repente, una explosión lo sacó de su ensimismamiento. Unas manzanas más adelante acababa de explotar algo y, por el sonido y la nube de humo, el explosivo debía haber sido de gran tamaño.

"Bueno, lo habrá juntado todo en un único objetivo, por lo menos no hay que preocuparse del resto de la ciudad, voy a ver si puedo ayudar", pensó Jack.

Cuando se encontraba solamente a un par de calles otra explosión de mayor intensidad tuvo lugar no muy lejos de allí.

"¡Mierda! No esperábamos que tuviese tantos explosivos, esto se nos puede ir de...", antes de que Jack terminase lo que estaba pensando, una serie de explosiones en cadena detonaron por toda la zona noreste de la ciudad.

Las nubes de humo negro cubrían la urbe casi en su totalidad, una lluvia de ceniza había empezado a caer sobre los hombros de Jack, que, impotente, seguía parado en medio de la carretera. Entonces, una nueva explosión tuvo lugar justo en el edificio que tenía a su derecha, reventando el ladrillo en mil pedazos y envolviendo a Jack en una nube de humo y fuego.

Buenas, siento de nuevo la tardanza pero los exámenes me tienen ocupado. Aquí esta el nuevo capítulo, espero que os guste, no os olvidéis de votar y si tenéis cualquier duda ya sabéis, en los comentarios, un saludo ;).

Defectos de fábricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora