—Es hermoso —dije entrando al restaurante The River Café. Da la impresión de estar debajo del puente de Brooklyn. La vista es maravillosa y cálida. Es de esos lugares de las películas en donde el chico lleva a la chica a una cita romántica. <<Una cita romántica>> eso es lo que Eddie quiso, traerme aquí, por una cita.
Sonrío para mis adentros.
— ¿Te gusta? —pregunta Eddie. Nuestra mesa está en aquella ventana con vista al East River. ¡Es precioso!
—Sí, es muy bonito —digo y Eddie se sienta frente a mí.
Nuestros platos llegan con humo saliendo del plato. Me llevo un cuadrito de pasta a la boca. Eddie me recomienda los ravioles con salsa. Así que los pido y él hace lo mismo. Una pequeña lámpara en la mesa ilumina el espacio haciéndolo más íntimo.
— ¿Qué tal te ha ido en la escuela? —pregunta.
—Bien, muy bien, es genial. Unos chicos de último semestre me invitaron... ah y también a Grace. ¿La recuerdas? La chica que estaba conmigo el lunes.
—Ujum —dice con la boca llena.
—Nos invitaron a un grupo de arte libre. Creo que se llama así. Podemos usar todo lo que hay ahí, y estar hasta cualquier hora, es genial —digo.
— ¿Chicos de último semestre? Vaya, quizás conozcas... —dice Eddie y una camarera deja una botella de champagne.
—Para la linda pareja, obsequio de la casa —dice la mujer sonriente.
—Oh, no —empiezo a decir, pero Eddie coge mis manos entre las suyas y yo sonrió —. Sí, muchas gracias, estamos tan felices —digo y la camarera se va justo cuando nos echamos a reír.
—Qué buena actriz eres —dice él aún con nuestros dedos enlazados. A ninguno de los dos parece importarnos —. No, pensándolo bien, tienes más de modelo —dice y miro el suelo. Sonrió un poco apenada. ¿Por qué seré tan tímida? Me gustaría ser un poco más como Grace o Paula. Incluso mi madre es más desenvuelta y dada a las personas —. ¡Hey! —dice Eddie subiéndome el rostro con sus dedos delicadamente —. No bajes el rostro. Deberías saber que eres hermosa.
—Muy bien entonces, muchas gracias, señor —digo, y quitando mi mano de la suya, empezamos a comer.
—A sus órdenes, princesita —dice y reímos. Eddie me hace sentir cómoda.
—Creo que no podre con el helado —digo terminando la cena. Las luces de la ciudad y el agua hacen un contraste perfecto. El cielo empieza a oscurecer y Eddie se dispone a pagar la cena, pero yo pongo mi mano en el rectángulo azul.
—No intentarás pagar la cena tú solo, ¿no? —digo y él ladea su rostro.
—Yo te invité. Cuando tú me invites pagarás, mientras tanto... —dice y yo quito mi mano—, yo pagaré —dice sonriente. Tiene una sonrisa encantadora. Es imposible no admirar lo perfecto de su rostro.
Eddie conduce hasta nuestro edificio. En todo el trayecto nos dimos cuenta que tenemos el gusto musical literalmente igual. Cantamos y tarareamos las canciones al unísono, incluso "Baby" de Justin Bieber; y no he parado de reír al notar que se la sabe toda —. Escucha, fui un gran fan desde el principio —se justificó.
—Gracias por la cena, me divertí mucho —digo y Eddie presiona el número dos del elevador.
—Gracias a ti por acompañarme —dice y se acerca a mí. Recuerdo los videos de "Qué no hacer en la primera cita" que Paula veía siempre que iba a salir con un chico. <<No besos en la primera cita, no besos en la primera cita>> oigo a la chica de YouTube en mi cabeza. Mi corazón late rápidamente. Eddie deposita un suave beso en mi mejilla y yo miro sus ojos color canela.
—Buenas noches —dice cuando las puertas se abren.
—Descansa — digo.
Una vez llego al apartamento me tumbo en el mueble. El pequeño tacón de los botines me está matando. Observo las luces de la ciudad por la gran ventana y sonrío. Estoy sola en <<mi>> apartamento estudiando <<mi>> carrera de ensueño y tuve una cita con un chico maravilloso en un lugar maravilloso. Todo está muy bien, muy bien.
Camino hasta el estudio. Aún no decido qué hacer con él. Quizá sería buena idea transformarlo en un closet grande como los de las chicas de Internet. Me siento en la silla blanca con patas de madera y observo el escritorio negro. La madera esta rayada en una esquina, con lo que parece una estrella que se hace sin despegar el lápiz, pero no está finalizada. Pienso en donde vi algo así, pero no lo recuerdo. Miro el pequeño espacio, y salgo de la habitación para ir a mi cama y dormir.
La mañana ha ido de maravilla. Decidí llamar a Grace y quedarme antes de clases para desayunar. Vamos a Starbucks y yo pido un cappuccino con crema y una galleta de chispitas. Está aun mejor que la de mi tienda favorita en Los Ángeles. Sorpresivamente vamos vestidas muy similar. Las dos con jean claro y body negro. Lo único que nos diferencia es que el mío tiene los hombros al descubierto y que ella lleva tacones y yo mis zapatos bajos favoritos de Chanel. El horario de los jueves es corto, así que solo tengo 3 clases en la mañana, una de ellas confección. Algunos de mis compañeros no saben ni en donde va el hilo de las máquinas. ¿Cómo es que quieren estudiar diseño de modas?
Después de probar cada una de las puntadas que tienen las máquinas, la clase finaliza y decido ir al apartamento y descansar. Me despido de Grace y salgo de la escuela.
Cuando me dispongo a bajar las escaleras del metro veo que por el otro lado viene Aarón, quien se dispone a hacer lo mismo. Nos miramos por un segundo, pero yo corto el contacto visual y bajo las escaleras. Paso la tarjeta de Eddie y a mi lado Aaron hace lo mismo. Camino hasta la parada y a un metro él se detiene también. Con el rabito del ojo lo miro. Va vestido todo de negro, excepto por las zapatillas Cortez de Nike blancas con franja negra, que por cierto yo también tengo. Son unos de mis favoritos. Su gesto, (¿cómo no?), lo está frunciendo, mientras mira su celular. Lo guarda y me mira fijamente. Sus ojos son verdes, pero por alguna razón se ven más oscuros si te fijas bien. El metro que necesito llega y entro, miro por la ventana, pero no está ahí. Disimuladamente lo busco. Está sentado, en los asientos frente a mí. ¿Por qué con este chico todo es una coincidencia?
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Hilos de Amor (COMPLETA)
Teen Fiction(EN CORRECCIÓN) Si te esta gustando la historia no olvides regalarme una ⭐️ gracias por leerme! Lara Brown, es una chica de Los Angeles. Su mayor sueño siempre fue estudiar diseño de modas, por lo cual se muda a nueva York a cumplir sus metas. Dife...