Capítulo 17

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Entro al salón de clases y parece que hubiera pasado mucho tiempo desde el viernes. Hoy lunes tengo mis clases favoritas; primero con la señorita Patric, con quien, aunque tuvimos un no muy buen comienzo, ahora nos llevamos muy bien. Estoy muy descansada ya que con Eddie estuvimos ayer todo el día viendo la serie. Pedimos comida y nos plantamos en el suave sofá de su sala. Es mucho más cómodo que el de mi apartamento. Hoy tengo mucha energía; me levanté temprano, planché mi cabello y decidí estrenar el pantalón que compré en Forever 21. Es ancho y de cuadros en la parte de arriba. Me puse una blusa negra ajustada y unas baletas negras con una pequeña plataforma.

—Hola, amiga —digo abrazando a Grace, quien tiene peor pinta que nunca. Lleva un moño despeinado en lo alto de la cabeza, un buzo ancho de lana blanco, leggins y tenis. Aun así, con ese aspecto descuidado, se ve su belleza natural.

—Hola —dice desplomándose en el asiento.

— ¿Qué te pasó? No supe de ti en el fin de semana —digo cuando todos mis compañeros empiezan a llegar.

— ¿Recuerdas la primera semana cuando te conté lo de ser modelo? —pregunta Grace mirándome con su azules ojos.

—Sí, dijiste que lo pensarías.

—Sí, pero tú también dijiste que lo pensarías. Hoy vas a acompañarme a la agencia —dice.

—No, no, no. Ya te he dicho que yo no soy modelo.

—Yo creía lo mismo, Lara, pero el viernes en la noche fui a un after party con mi hermana y me presentó a muchas personas. El director de la agencia me dijo que me veía potencial por mi estatura. Hizo un comentario de lo bien que se verían mis ojos grandes de ovni en una revista. El tipo está loco —reímos, y en cuanto Grace se disponía a seguir, Patric entra al salón.

—Buenos días a todos —dice la profesora y deja su bolso en el escritorio —. En dos semanas finalizamos el primer corte del semestre y quiero dejarles un trabajo que creo que me emociona más a mí que lo que los emocionará a ustedes. —Saca de su bata un marcador de tablero y empieza a escribir con tinta roja —.Van a hacer su autorretrato —. Empieza a caminar —. Hemos aprendido diferentes técnicas y consejos sobre dibujo y pintura en figurines pero quiero que eso lo apliquen en su autorretrato. Ni se les ocurra aparecer ese día con una hoja, lo harán en un lienzo de medio metro por lado. Quiero que se inspiren en la harmonía que quieren transmitir de ustedes mismos, que se vean totalmente en la pintura.

—Ya perdí —me dijo Grace en voz baja.

—Podemos ir al grupo de pintura y practicar —digo.

Después de clases, Grace y yo decidimos ir a la cafetería del segundo piso y almorzar. Grace no paraba de decir lo mala que es dibujando, sin embargo yo no estoy tan nerviosa por el trabajo de Patric; claro que debo ver algunos videos en donde enseñen a hacer narices porque en eso soy malísima.

—Ahívienen los tres mosqueteros —dijo Grace haciendo referencia a Jeremy, Calvin y Aaron. Tragué saliva al ver a este último. Se acercaron a nuestra mesa.

—Hola, chicas —dijo Jeremy.

—Hola —dijimos al unísono.

— ¿Podemos sentarnos? —pregunta Aaron mirándome; y yo me concentro en comer mi ensalada de pollo.

—Claro que sí, chicos. Siéntense y lloren conmigo —dice Grace y los tres se sientan. Aaron a su lado y frente a mí. ¡Genial!

— ¿Llorar? ¿Y eso por qué? —pregunta Jeremy.

—Patric nos mandó a hacer un autorretrato —digo evitando mirar a Aaron.

—Uhh, los rostros son difíciles y más al comienzo —dice Calvin, alzando sus anteojos negros.

— ¡Ya sé! —dice Grace emocionada —. Alguien de ustedes tres —. Que no sea lo que estoy pensando —va a pintarme. Tranquilos, chicos; les pagaré bien —. Es lo que estaba pensando.

—Para rostros lindos, el mejor es Aaron —dice Jeremy. Y Aaron lo fusila con la mirada.

— ¡Porfa! ¡Porfa! —insiste Grace mirándolo —. Me acomodaré a tus horarios. ¿En cuánto tiempo crees que estaría listo?

—En el grupo de arte podría ser. ¿Cuánto tiempo les dieron? —dice Aaron con la voz gruesa. Me fijo en lo bien que se le ve el azul de esa chaqueta de jean.

—Dos semanas —digo, y termino de comer.

—Genial. Entonces tienen cuatro días. Es perfecto —dice Jeremy sonriendo.

— ¡Ay, sí! ¡Gracias! —dice Grace muy emocionada, y es cuando abraza a Aaron animosa. Él la recibe con un cálido abrazo que, aunque no dura mucho, a mí me parecen horas. Él se limita a mirarme y se pone de pie.

—Nos vemos mañana, entonces —dice él mirándome.

—Sí, a las cuatro —dice Grace, y los chicos se levantan para, segundos después, salir de la cafetería.

—Ay!, Lara, ¡qué bien! —exclama Grace.

—Sí. Tendrás una muy buena nota.

—Y no es solo eso. Estaré mucho tiempo con ese chico. ¿Cómo es que nunca le ves los hoyuelos? Son adorables. —No me digas.

—No lo sé. No me fijo en concreto —digo mirando el horizonte.

—Lo entiendo. Tienes a Eddie que parece un modelo —. Abre los ojos y exclama: — ¡Hablando de eso! No pude terminar de contarte.

—Espérame aquí; voy por café y vuelvo —digo sabiendo que la historia va para largo —. ¿Quieres uno? —Grace asiente y me dirijo a la cafetería.

En cuanto compro mi café y el de Grace, vuelvo a la mesa, pero no puedo evitar pensar en lo raro e incómodo que sería ver a Grace y a Aaron saliendo juntos. Pero no es precisamente de mi incumbencia. Sin embargo, han pasado solo dos días y el tan horrible error de besarlo se repite constantemente en mi cabeza.

—Gracias, amiga.

—No terminaste de contarme lo del director de WLM.

—Sí, bueno, mi hermana me organizó una reunión hoy con el señor Robbin.

— ¡Qué emoción! Serás una gran modelo —digo sincera. Tiene todo el potencial.

—Eso espero. ¿No quieres acompañarme? Quizás te contratan.

—No,no, no... Que una de las dos sea modelo es suficiente.

—Está bien —dice alzando los hombros —. Solo digo que lo harías muy bien.

Hilos de Amor (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora