Aaron se aleja de mí con una pequeña sonrisa en sus labios. Yo lo miro atenta. Hunde un botón en el manubrio y la música empieza a sonar. Una dulce melodía invade el auto.
— ¿Muy clásico? —dice él concentrado en el camino.
—No, me gusta. ¿Cómo se llama?
—Holocine de Bon Iver.
—Jamás la había escuchado.
—Me gusta esta clase de música, un poco más...
— ¿Tranquila? ¿Profunda? —pregunto.
—Sí, exacto. ¿Qué te gusta a ti?
—Pues, música del momento, supongo.
—Escucha ésta. Es mi favorita —Aaron pone a sonar una canción. Es hermosa. Es electrónica. Sin embargo algo en la melodía es tranquilo —. Se llama Hear Me Now de Alok —. Empieza a tocar el manubrio con la melodía de la canción. Por alguna razón hace que me sienta tranquila dentro del auto. El aura se convierte en una gran especie de paz. Sonrío a Aaron y él me mira ladeando la cabeza —. ¿Te gusta?
—Sí, es muy bonita. —digo sincera.
—No más que tú —dice. Mis mejillas se tornan rojas, sin embargo río a carcajadas por su trillado piropo.
—Aaron, por favor —digo.
— ¿Qué te hace tanta gracia? Lo digo en serio.
—Seguro —miro por la ventana la cantidad de gente que hay, igual que el cielo y su luz tenue. La lluvia ha parado de caer y yo, triste, veo mi lienzo.
—En estos momentos deberías saber que todo lo que te digo es en serio.
— ¿Por qué?
—Porque no digo nada que no sienta en realidad. Quiero que comprendas eso. Jamás te diré algo que no sea cierto.
—Bien. Porque no me gustaría que lo hicieras —. Aaron toma mi mano y se la lleva a los labios. Planta un sutil beso mientras mira el camino.
—Mamá creyó que tú y Grace eran pareja —digo, y él, divertido, frunce el ceño.
— ¿Y eso? —alzó lo hombros.
—Seguramente los vio muy cariñosos.
—Qué linda que te ves haciendo eso.
— ¿Haciendo qué?
—Siempre que te molesta algo frunces los labios y las mejillas se te levantan.
— ¿Qué? Claro que no —digo y Aaron baja un espejo delante de mí.
—Hazlo y verás —dice —. Vamos, Lara. ¿Tendré que llamar a Grace para que te enseñe cómo? — ¿Qué le pasa? — ¿Lo ves? —dice riendo con su risa gruesa y varonil y yo me veo en el espejo. Justo como él lo dice, parezco un conejo. Río ruidosamente. Jamás me fijé en mis mejillas. Parezco un conejo cuando lo hago.
—Muy bien. Ya deja mis cachetes de conejo.
—Tú lo has dicho, no yo —dice conduciendo.
Aaron estaciona, justo cuando el sol ha bajado del todo. Cierro la puerta del coche detrás de mí y Aaron se apresura a mi lado. Yo alzo la mirada y él mira mis labios. Él es tan...
— ¿Por él me dejaste? —escucho gritar a Eddie. Está saliendo de la camioneta y me pongo helada.
—Eddie, escucha... —empiezo a decir pero me interrumpe. Tiene la cara roja. Jamás lo vi así, tan enojado.
—No, Lara. Escucha tú. ¿Se han estado besando?
—No recientemente —dice Aaron y yo lo aparto.
— ¡Aaron! —grito.
— ¿Qué quiere decir eso? —pregunta Eddie mal humorado. Pero no respondo y él insiste —responde.
—Yo quise hablarte de esto. Te lo contaría el día de la fiesta, pero estabas estresado, y no quise hacerlo peor —digo con un hilo de voz. Sabía que este momento llegaría, pero no me imaginaba qué tan pronto, o con los dos a mi lado. Quería contárselo con calma, darme el privilegio de explicar las cosas, pero ahora estoy aquí, montando una escena.
— ¿Qué? ¿Cómo así que en la fiesta? ¿Por eso te fuiste? —grita y yo miro el piso sintiéndome horrible.
—Ya esté bien, Eddie. Déjala —dice Aaron.
— ¡Tú ni te atrevas a hablar! —grita mi, hasta hoy, novio —. ¿Cómo pudieron? ¿Cómo pudiste, Lara? No te creí capaz de algo así. No pensé que fueras...
— ¡Te dije que la dejes en paz! —grita Aaron y mis lágrimas empiezan a salir. No puedo estar en un peor escenario.
—No tienes derecho, Aaron. Ella es mi... —empieza Eddie.
—Eddie... —digo.
— ¿Tú qué? ¿Eh? Terminaron, ya no es nada tuyo —presiona Aaron a pocos centímetros de Eddie.
—¿Qué pasa aquí? —escucho decir a mi madre, quien sale del edificio y me ve con los ojos muy abiertos.
—Nada. Parece que aquí nunca pasó nada —dice Eddie separándose de Aaron.
—Lara, ¿qué pasa? —dice mi madre, y mi hermanito a su lado mira a Aaron con el ceño fruncido.
Eddie se sube a la camioneta y sale del estacionamiento a toda marcha. No quiero tener que afrontar esto; no quiero tener que explicarle a mamá lo que hice.
—No llores... —susurra Aaron, limpiando una de mis lágrimas. No recuerdo un día en el que haya llorado más.
—Es mejor que subamos, Lara —dice mi madre. Conozco ese tono. Sé bien que está disgustada.
Miro a Aarón. Asiente y sonríe de medio lado; se voltea y camina hacia su auto. Entro en el edificio junto a mi madre y mi hermano. En silencio entramos al elevador pero no dura mucho ya que mi madre empieza.
— ¿Qué pasó, Lara? ¿Por qué Eddie estaba tan molesto? No quiero imaginar que hiciste algo, Lara...
— ¿Y qué si lo hice mamá? Dios, creo ya estar grande. Siempre es lo mismo; siempre me quedo callada, Hago lo que se supone que debo hacer. No es fácil, mamá. ¡Nadie entiende cómo me siento! ¿Qué gano haciendo lo que los demás piensan que está bien? ¡Nada! Por lo menos hoy tomé valor para decirle a Eddie que nos tomáramos un tiempo... Es lo que quiero. ¿Y qué si todos piensan que es el novio perfecto? Pueda que lo sea, pero, ¿si yo no quiero algo perfecto? ¡Mamá, no me casaré por ahora! Acabo de llegar a una ciudad. Se supone que para divertirme. ¡Estoy en la universidad! —termino exhausta después de mi discurso.
—Me caía bien Eddie —dice David.
—A mí también —es lo único que dice mi madre, y yo niego con la cabeza.
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Hilos de Amor (COMPLETA)
Teen Fiction(EN CORRECCIÓN) Si te esta gustando la historia no olvides regalarme una ⭐️ gracias por leerme! Lara Brown, es una chica de Los Angeles. Su mayor sueño siempre fue estudiar diseño de modas, por lo cual se muda a nueva York a cumplir sus metas. Dife...