Capítulo 22

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—Tienes muy buenos amigos, Lara. ¿Lo ves? Te lo dije —dice mi madre y yo me siento a su lado.

—Sí, mamá, eso creo —digo sin querer pensar demasiado. No tengo ánimos en lo absoluto.

—Me alegro mucho de verla —dice Eddie sentándose, y acto seguido mi madre lo abraza.

—Y yo a ti, querido. Y aquí con Lara. Un presentimiento de madre me dijo que estarían juntos.

—Ay, mamá...

— ¿Qué? De verdad, Lara. Hacen una grandiosa pareja.

—Gracias —dice Eddie sonriente.

Me siento en el sofá al lado de mi hermano. Él mira atento la Tv, y al poco tiempo Eddie y mi madre llegan a hacernos compañía. Miro a Eddie que está a mi lado y le pregunto:

— ¿Cómo te fue hoy?

—Bien. Hice muchos patrones. Odio hacer eso.

—Te saldrá todo genial.

—Todo saldrá genial si ese día tú estás ahí.

—Ahí estaré —digo y le sonrió. Sé lo que hago... Bueno, en realidad no lo sé. No sé qué está pasando o cómo mi vida se transformó en esto. Lo único que sé es que quiero calma. No le quiero mentir más; solo espero que nada pase y poder seguir, y alejarme del todo de Aaron.

Terminamos viendo la tercera película también. Todos lloramos cuando Andy deja a los juguetes. Es un hermoso final. Eddie se despidió de mi madre y ella lo abrazó como si fuera un hijo. Son muy lindos y me alegra que se lleven bien. Mi hermano chocó los cinco con él y se fue. Después de cenar cereal, mi hermanito se ofreció voluntariamente en dormir en el sofá. Se quejó de que no le gustan los apartamentos; que prefiere una casa grande como en LA. Mi madre y yo nos acomodamos en la gran cama sin problema y me dormí inmediatamente.

—Lara, hija, despierta —escucho a mamá y gruño.

— ¿Qué pasa?

—Eddie te llama —dice ella y me incorporo en la cama, no con muchas ganas, y contesto.

—Hola —digo con voz soñolienta.

—Hola, princesita —dice con voz animosa. Me tumbo en las piernas de mi madre y ella acaricia mi cuero cabelludo. Sabe que amo que haga eso —. ¿Irás a la escuela?

—Sí, me siento mejor —digo y mi hermanito llega y salta a la cama.

— ¿A qué hora es tu primera clase?

—Ocho —digo.

—Igual que yo. ¿Quieres que te lleve?

—Sí, estaría bien.

—Vale, no te demores.

—Gracias. Vale, ya nos vemos —digo y corto la llamada.

—Gracias. Vale, ¿ya nos vemos? —repite mi madre y la observo poniéndome de pie.

— ¿A qué te refieres? —pregunto mientras mi hermano grita y salta por el cuarto.

—Que hasta Aaron y Grace parecían más románticos que tú —. Al escuchar sus nombres algo se revuelve dentro de mí.

—Pues no lo soy, mamá —digo y tomo la ropa que me pondré hoy. Escojo mi camiseta negra ajustada, jeans hasta la cintura, botas hasta la rodilla.

— ¿Por qué estás de mal genio, Lara? —dice mi madre con tono más severo.

—Lara está brava porque Eddie no hace esto —dice mi hermano besando su mano y yo le arrojo un cojín de mi cama.

—No estoy brava.

Hilos de Amor (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora