Recuerdos de la niñez.

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Clio se alejó de todos y comenzó a cantar de tristeza. En ese momento los recuerdos de su infancia volvieron a su mente.

Una pequeña niña se encontraba enmedio del patio de la escuela real. Las princesas más grandes habían estado evitandola toda la mañana y se sentía sola por no tener amigos.

Sus discretas lágrimas habían comenzado a brotar y todo parecía dar vueltas a su alrededor. Cuando estaba apunto de rendirse, un niño le ofreció su mano para ayudarla a levantarse.

Al mirarlo a los ojos notó un aire de grandeza en ellos, pero debajo de toda esa fachada se encontraba un alma buena y bondadosa.

~Levántate, mi padre dice que nunca hay que demostrar debilidad.

~Es que... No tengo amigos. Contestó queriendo llorar.

~No debe ser tan difícil, yo seré tu amigo, soy el príncipe Hugo. Sonrió de manera resplandeciente haciendo que la pequeña niña se quedará inmóvil.

Después de un rato sin recibir respuesta el niño volvió a hablar.

~¿Cómo te llamas? ¿No tienes nombre?

~Soy Clio y tengo 5 años. Contestó viendo cómo Hugo comenzaba a contar sus dedos.

~Tambien tengo 5 años... Adiós Clio, mi hermano está esperándome. Dijo antes de correr en dirección al niño de 8 años.

Clio sonrió feliz ante aquel recuerdo y comenzó a girar alrededor de los árboles.
En ese momento se frenó al recordar lo que pasó después.

~Quiero probarme para el equipo. Sonrió Sofía acercándose al grupo de niños.

~Solo los príncipes corren el Derby volador. Contestó Hugo mientras se inclinaba hacia ella.

Sus recuerdos se tornaron oscuros cuando notó la mirada fija de ambos niños.

~Sofía siempre te ha causado problemas ¿Verdad? Escuchó una voz en su cabeza e inmediatamente observó aquellas escenas que le quitaban el sueño.

~¿Patinamos juntos?

~¡Si Sofía! Exclamó con evidente felicidad.

Todo se tornó negro de nuevo.

~Tu te quedaste atrás de ellos, esperando una oportunidad para bailar a su lado, sin embargo Sofía la tomó sin siquiera importarle.

~¡No! Gritó Clio tapándose los oídos.

~¿Qué pasó después? Ellos fueron aclamados en el recital de baile sobre hielo, al igual que en la competencia de la corona voladora, realmente son un gran equipo, ¿Has notado como se miran?

~¡Basta! Sofía amará a James, lo querrá más que a Hugo... Comprobé que ella siente algo por su hermanastro. Gritó dejándose caer sobre el suelo.

~¿Eso crees?, Sofía no lo ama lo suficiente, ¿Quieres que te muestre su destino?

Todo comenzó a dar vueltas provocando que Clio cayera desmayada en el suelo.

Cuando despertó se encontraba afuera del castillo de Encantia.

~Fue un sueño, en verdad fue aterrador. Habló Clio limpiando su vestido.

En ese momento salió corriendo una joven de 18 años.

~¡La cena será en una hora y aún no hay nada listo! Gritó acomodando su tiara.

~Lo sentimos señorita Amber, pero todo fue tan precipitado que...

~¡No digan más! Es mi culpa por no planearlo con anticipación.

Clio se acercó con precaución a la reja y la rubia giro su vista hacia donde se encontraba.

La princesa morena se escondió lo más rápido posible, evitando que se percatara de su presencia.

Entonces Amber siguió con los preparativos.

~¡Debes calmarte! O te convertirás en una anciana. Se burló Hugo.

~¡Muy gracioso!, ¡Sofía! ¿Tenías que traer a tu prometido? Refunfuño alejando al principe de ella.

~Dejen de pelear, está cena debe ser maravillosa, James la merece. Por fin sera nombrado primer caballero del reino. Contestó la princesa castaña tomando con amor el brazo de Hugo.

Clio cerró los ojos y los apretó con fuerza ”No quiero ver más".
En ese momento, la voz de prisma se escuchó nuevamente.

~Y tú simplemente te resignaras y dejaras que sean felices. ¡Eso es absurdo niña!

~Si Hugo es feliz, ¡no puedo impedirlo!, Susurro con pesar.

~¡Claro que puedes! Si haces las cosas de la forma correcta, Hugo se quedará a tu lado.

~¿Y qué pasará con Sofía?

Prisma sonrió de manera perversa y finalmente contesto.

~Podra ser feliz al lado de James, sin ninguna atadura. Piensa bien... Recuerda todas esas veces que te has visto opacada por ella. Imagina lo que hubiera pasado si Sofía nunca se hubiera cruzado en tu camino. Tan solo tienes que pedir que se convierta en una campesina y te aseguro que no intervendrá en tus planes.

~No intervendrá en mis planes... Repitió de manera inconciente.

~Ni en lo míos. Sonrió prisma frotándose las manos.

Clio agitó la cabeza y comenzó a moverse con inquietud.

~¡No puedo hacerlo! No puedo destruir la vida de Sofía.

~No lo harás, solo la devolveras a donde pertenece.

~¡No puedo!... No ahora. Gritó destruyendo el espejismo.

Sofía iba despertando de su encantamiento cuando la morena volvió.

~¿Estas bien? Alzó la voz acariciando su cabello.

~Muy bien Clio, ¿Qué me pasó? Titubeo masajeando su cabeza.

~Te parecerá raro, pero te convertiste en una muñeca, afortunadamente logré salvarte. Sonrió Hugo tomando su mano.
Sofía lo miro a los ojos con agradecimiento y Clio los observó desde lejos.
Aún así no podía odiarla, Sofía era una niña muy dulce, capaz de ganarse el corazón de cualquiera en un abrir y cerrar de ojos.

~Ahora debo irme. Alzó la voz James con indiferencia.

~¡Espera! Gracias por ayudar a salvarme. Eres el príncipe que necesito, un gran caballero y un maravilloso hermano, ¡no sé qué haría sin ti!

~¡No digas más Sofía!, Gritó con molestia.
No era necesario que ella aclarara ante todos que era visto solamente como un hermano.

En ese momento llegó a su mente el recuerdo de la pijamada de Amber. Sofía se había expresado de una forma tan única de Hugo, que lo había hecho enojar. Ahora había comprobado que todo lo que dijo era cierto y se reprochaba haberla perdido de una manera tan tonta, sin tener oportunidad de luchar.

~Perdonen a James, estos últimos días su carácter no ha sido el mejor. Supongo que su ingreso a la escuela de caballeritos, lo tiene muy ansioso.

~Lo entiendo, al menos él disfruta ser un caballero, yo no tengo opción, mi padre considera que debo estar preparado militarmente por si mi país lo necesita en algún momento.

~Serás el mejor caballero, Hugo. Intervino Sofía tomando su hombro.

”Lo ves". La voz de prisma retumbó en la mente de Clio, provocando que la princesa comenzará a apretar sus puños con rabia.

El Amor de ClioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora