La revolución

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Las cosas en Encantia se salían cada vez más de control, la reina Amber había causado el descontento entre los habitantes y le sería imposible recuperar la confianza perdida.

Entre todo el revuelo se encontraba Prisma avivando el odio de la gente. Sabía que de esa forma, la monarquía sería derrocada y ella como líder podría reinar Encantia, como siempre había soñado.

~¡Quiero ver a James!, Gritaba Amber por todos los pasillos.

~Reina Amber, él se encuentra indispuesto. Contestó Violet con nerviosismo.

~¿No está en disposición para su reina? ¡Lo quiero aquí!

Las sirvientas corrieron hasta la habitación del príncipe e hicieron que el joven accediera a ver a su hermana.

James abrió la puerta y observó cómo su gemela se encontraba tomando una taza de té con total tranquilidad.

~¿No estás preocupada? Si la situación continua, serás derrocada.

~No será así, cuando me casé con Hugo, el pueblo estará tan feliz de tener a un rey que olvidarán este problema y cuando llegue el primer bebé todo se resolverá.

~¡Solo piensas en ti!, Clio es la prometida de Hugo.

~Sobre eso... ¡Ya no será así!, Hablé con sus padres y te ofrecí en lugar de Hugo. Lógicamente no se negaron por ser un heredero de Encantia.

~He hecho todo para salvarte, sabes cuánto te quiero y como estaría dispuesto a morir por ti, por eso te aprovechas de mi. No soy un objeto, no puedes decretar en mi corazón.

~Hermanito, lo hago porque te quiero, no me gustaría que terminarás como un duque, quiero que seas un rey. Nosotros nacimos para reinar, para ser poderosos, solo piénsalo, tendríamos a Albuquerque y a Corinthia de nuestra parte.

~No quiero que te pase algo Amber, las cosas no son tan fáciles.

James abrazo a su hermana y está soltó una sonrisa discreta.
Aunque no estuvieran de acuerdo la mayoría de las veces, ambos eran uno solo. El lazo que los unía iba más allá de todo.

En ese momento una piedra se estrelló contra el ventanal. En seguida James salto hasta su hermana para protegerla.

~¿Qué está pasando?, ¡Guardias! ¡Guardias! Gritó Amber con desesperación. Sin embargo ningún guardia se acercó a su rescate.

Detras de la neblina de humo, apareció Prisma frente a ellos.

~¿Qué haces aquí? Gritó James empuñando su espada.

~Es graciosos verlos de esta manera. Siempre soñé con verlos llenos de miedo, al fin y al cabo son unos niños jugando a ser reyes.

~¿A qué te refieres? Sé más sobre reinar que cualquier otra princesa de mi edad.

~Pero no eres la misma de antes, así que no me derrotarás de nuevo ¡Sin Sofía, no eres nada!

~¿Sofía? ¿La campesina del pueblo? ¿Por qué la necesitaría? Tengo todo el apoyo militar que necesito, el país de mi prometido es realmente fuerte. ¡Hugo me ayudará!

~Hugo... El mismo chico por el que "tu amiga Clio" los vendió a todos. ¡No puedo creerlo!, Le debo tanto a ese príncipe. Gracias a él mis planes podrán llevarse a cabo.

~¿A qué te refieres? Titubeó James. ~¡Clio jamás lo haría!

Prisma comenzó a reír y le mostró el momento exacto en el que Clio pedía que Sofía se convirtiera en una campesina, alterando totalmente la vida de todos. James solamente pudo soltar un grito desgarrador, francamente había comenzado a albergar sentimientos hacia Clio, pero ese acto lo mantenía confundido.

Mientras tanto, Hugo se encontraba tirando todo a su alrededor.

~Príncipe Hugo, siento molestarlo, pero le llegó una carta desde el reino de Encantia. Habló Sofía con timidez.

El príncipe calmó su ira y abrió el sobre.

Mi querido Hugo, Encantia se encuentra en problemas, la gente del pueblo se revela y necesito apoyo militar para amedrentarlos.

Con amor Amber.

Hugo apretó sus puños y se dirigió hacia la ventana.

~¿Son malas noticias? Preguntó Sofía

~Encantia está siendo atacada... Me siento muy mal por ella, pero mi padre no querrá reprimir al pueblo, mucho menos si se entera que es por la excentricidad de su reina.

~Asi que Amber está siendo atacada... Le enviaremos la ayuda que necesita, si no mal recuerdo hace unos momentos me enteré que te convertirás en el príncipe consorte de Encantia. Intervino Garrick con astucia.

~Pero papá, sobre eso... Yo no...

~No digas nada campeón, siempre quise un futuro brillante para ti. Interrumpió mientras miraba de reojo a Sofía.

La joven al sentirse observada clavo su mirada en el suelo.

~¿Podrías dejarnos solos? Creo que Hugo y yo debemos arreglar esto.

Sofía asintió y salió rápidamente de la habitación.

Apenas la puerta se cerró, Garrick tomó a Hugo por los hombros.

~¿Qué te ocurre? Estás demostrando debilidad.

~No es debilidad, es indecisión. ¿Sabes? he tenido algunas visiones, como si se tratara de otra vida.

~Es por esa chica, ¿no?, ¿Por qué te empeñas en mantenerla a tu lado?, Axel cree que la tienes por la fuerza y veo que no se equivoca. Dime ¿qué es lo que quieres? Si solo piensas en aprovecharte de su ingenuidad, ¡jamás te lo perdonaré!

~Inicialmente solo la quería por diversión. Ahora me doy cuenta que no es así, realmente la amo. Cada que miro sus ojos llegan a mí recuerdos que nunca viví realmente, es muy extraño, pero no puedo alejarme de ella.

~Campeón, estás muy confundido, crees amarla porque te sientes confuso respecto a Amber, pero verás que después de la boda todo será distinto. Tendrás una corona, un reino rico en oro y por supuesto un gran apoyo militar por parte de Albuquerque. Enfócate en el poder, por eso te comprometiste con Amber ¿O me equivoco?

Hugo levantó la cara con miedo y el rey dió una palmada en su hombro.

~Te conozco muy bien, eres ambicioso y competitivo. Eso mismo te llevará al éxito. Haré que Sofía vuelva a su hogar, pero no te preocupes, la ayudaré económicamente.

Hugo salió corriendo y abordo un carruaje para llegar a Encantia.
Cuando se encontraba en uno de los jardines del castillo se encontró con un peculiar pozo que tenía un sol marcado.

~Me gustaría que fuera un pozo mágico, así le pediría que me hiciera ver con claridad mi relación con Sofía. Susurro mientras veía su reflejo en las aguas.

El Amor de ClioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora