Un compromiso inesperado.

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~Es un gusto volver a verlos. Comentó Sofía, poniéndose justo frente a Hugo.

Charles inmediatamente tomó la mano de la princesa para hacerla situarse a su lado.

Hugo, notó el comportamiento de su tío, sin embargo, intentó parecer calmado, manteniendo una postura recta y segura.

Axel por otra parte, mostraba su satisfacción al observar esta escena.

~Creí que reinarías Albuquerque, príncipe Axel. Comentó Amber.

~Algún día lo haré, tal vez cuando decida quién se convertirá en mi esposa.

~Algo de lo cual ya no debe preocuparse la princesa Amber, ya que apenas se case con mi hijo, se convertirá en la mejor reina que haya tenido Encantia. Exclamó Charles con orgullo, provocando que la mirada de Amber comenzará a brillar.

~Arthur nunca fue afortunado en nada, supongo que es una suerte que haya conseguido una futura reina, la mejor en su clase. Una heredera ejemplar que hace todo lo que le piden con tal de complacer a su familia y que no tiene voluntad propia fuera de los libros y las normas. Se burlo Axel.

~La envidia te queda muy bien, querido. Sonrió Amber pellizcando uno de sus cachetes.

Entre todo el alboroto Charles aprovecho para llevarse a Sofía a otro lugar.

~¿Qué pasa Charles? Pensé que esperaríamos a Amber.

~Quería estar a solas contigo, tengo algo muy importante que decirte.

~¡Dímelo entonces!

~ Estoy consiente de que el cargo de rey no me será eterno, sin embargo, ahora tengo lo que siempre soñé. Aún así, este sueño no está completo.

Unos pasos se acercaron y se posaron detrás de un arbusto, para escuchar mejor la conversación.

~¿Qué te hace falta para completarlo? Preguntó Sofía con ingenuidad.

~Me faltas tú, cásate conmigo. Comprendo que hay una notable diferencia de edad entre los dos, pero el amor puede superarlo.

Sofía se llevó las manos a la cara cuando el duque extendió un gran anillo de diamantes.

~¡No sé que decir! Eres mi amigo...

~Soy más que eso, soy el hombre que te visita desde hace medio año, aquel enmascarado que alegra tus tardes.

El corazón de Sofía comenzó a latir con fuerzas y sus ojos se llenaron de lágrimas.

En ese momento, el recuerdo de Hugo y su indiferencia volvieron a ella. Sabía que no podía desperdiciar su vida esperando a que él la quisiera. Era momento de dejar ir el pasado y enfocarse en el futuro.

~¡Acepto! Gritó en un arranque de desesperación.

~Te haré la mujer más feliz del mundo ¡Ya lo verás! Comentó tomando su mano para besar sus nudillos.

En ese momento, el mayordomo llamó a Charles y esté tuvo que retirarse por un momento.

Las piernas de Sofía comenzaron a temblar, mientras observaba al hombre alejarse. Su futuro y sus sueños se desvanecían en aquel costoso anillo.

Un fuerte gritó, la hizo despertar de su confusión.

~¡No!, Esto no está bien, tú debes casarte con mi papá... ¡Debes convertirte en mi madre! Eso era lo que mi mamá quería. Chilló la princesita Sofí, aferrándose al vestido de Sofía.

~¿Con tu padre?, Tu padre no me quiere, ni siquiera somos amigos. Titubeó intentando calmar a la niña.

~Si le dieras una oportunidad. Yo sé que él te demostraría lo maravilloso que puede llegar a ser. Juega muy bien a las muñecas, no te aburririas con él, además, me deja comer todos los dulces que quiera y me lee cuentos en las noches, puedo decirle que te lea cuentos o que te cante mi canción especial. Mencionó aferrándose aún más a su pecho.

~Me gusta la idea del cuento ¿Crees que quiera cantarme tu canción especial?

~Si yo se lo pido, lo hará.

Sofía sintió empatía por aquella niña, sin embargo, le era imposible ceder a sus deseos, ya que Hugo y ella a penas habían cruzado palabra en los últimos 7 años.

~Me convertiré en tu tía y te prometo que jugaré contigo todas las tardes, te contaré historias y saldremos de paseo. Te aseguro que nunca te sentirás sola.

~¡Odio al tío Charles! Gritó mientras corría al interior del castillo.

Sofía la siguió y observó desde lejos como la niña se aferraba a la cadera de su padre.

~Sofi, ¿Por qué estás llorando? Hoy es tu cumpleaños, deberías ser feliz. Comentó Hugo limpiando sus lágrimas.

~El tío Charles se casará con mi futura madre.

~¿Quién es tu futura madre?

La niña señaló a Sofía, que se encontraba a unos pasos de ellos.

~Hugo... No sé por qué se le metió esa idea. Titubeó con temor a la reacción del príncipe.

~No importa Sofía, felicidades por tu compromiso. Exclamó antes de seguir de largo, con su hija en brazos.

La noche siguiente se celebraría la coronación temporal de Charles y se daría la noticia del compromiso. Sofía no había querido decir nada, pues quería que fuera una sorpresa para su familia y amigos.

Su vestido era color dorado con encajes rojos por todo el rededor. Además de que llevaba un velo atorado a su corona.

Hugo obligó a la pequeña Sofi a asistir al baile y está accedió con tal de llevar un vestido similar al de Sofía. Creía que de esa forma la princesa de Encantia sentiría empatía por ella y tal vez aceptaría convertirse en su madre.

Cuando la princesita Sofí entró, inmediatamente se posó al lado de Sofía, provocando la risa del ahora rey Charles.

~Mi prometida trae una versión de bolsillo. Río pellizcando los cachetes de la niña.

La pequeña Sofi se enfureció tanto que soltó un pisotón al pie de su tío abuelo.
Todos en el salón se quedaron en silencio, hasta que Charles desplegó una sonrisa.

~¿No es encantadora mi pequeña sobrina?

Fue entonces cuando todos comenzaron a reírse, tomando el gesto como un berrinche de niña pequeña.

~Te ves hermosa Sofi, pero no debes pisar los pies de los demás, es de mala educación y todos creerán que eres una niña malcriada. Sonrió Sofía besando la nariz de la niña.

El vals dió inicio unos minutos después.
Al escuchar la música, la pequeña Sofi le pidió a su padre que bailará con ella, evitando que alguna doncella que no fuera la princesa Sofía, captará su atención.
Hugo en seguida accedió a los deseos de su pequeña y ambos comenzaron a danzar alrededor del salón.

Cuando la niña notó que su tío Charles se acercaba a Sofía, corrió a llevar a su padre con la princesa.

~¡Quiero bailar con mi tío Charles!, ¿Por qué no bailas con la princesa Sofía? Habló con picardía. Provocando que Hugo y Sofía bajarán la mirada.

El Amor de ClioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora