La sorpresa de Hugo.

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~La persona que me gusta eres tú, Hugo.

Hugo abrió sus ojos con asombro y la observó con incertidumbre. Aunque ya se lo sospechaba, no podía evitar sentirse mal.

~Disculpa si te incomode. Trata de olvidar lo que dije.

~Clio...... No quiero ser grosero, mucho menos darte falsas esperanzas, pero.... Creo que ya me gusta alguien, aunque no estoy seguro de mis sentimientos. Sé que eres buena chica y deberías intentarlo con Khalid estoy consciente de que él te quiere, ahora debo irme, el torneo será pronto y si no me apresuró, no podré practicar.

Hugo salió corriendo de ahí, sin embargo, su corazón no dejaba de latir con rapidez. Era la primera vez que una princesa le declaraba sus sentimientos abiertamente. Había recibido cartas e incluso indirectas, pero nunca una declaración en forma.

A la mañana siguiente asistiría a la fiesta de caridad en el palacio de Encantia. Estaba feliz de poder ver de nuevo a su amiga Sofía, sin importar lo que había pasado el día anterior.

Al llegar se encontró con Amber que lo miraba de forma poco amigable. Sin embargo, Sofía no se encontraba con ella.

~James, no puedo hacer esto... No está bien visto. Además siento como si estuviera violando la confianza de mis padres. Tanto papá cómo mamá desaprobaran esto, realmente no puedo seguir así. En la escuela real les parece extraño que yo rechace cada propuesta que se me hace y creo que aceptaré a Desmond para encubrir sospechas. Es momento de que yo olvidé esto, lo siento mucho pero es mejor así, cada uno seguirá su camino y haremos de cuenta que no ocurrió nada. Habló, mientras sentía como el rubio sujetaba su mano con fuerza.

~Sofia... A mí no me importa lo que digan de nosotros. Yo te amo y sé que tú también lo haces. ¿Por qué no arriesgar?

~Yo no puedo hacerlo James, debes comprenderme, no está bien, tú y yo somos hermanos y siempre lo seremos. Así que cada uno seguirá su vida por separado y veremos a nuestras familias crecer.

~¡No hay un lazo de sangre entre nosotros!, Cuando confesamos nuestros sentimientos realmente creí que podríamos hacerlo formal ante el reino y nuestros padres. No esperaba que lo comprendieran de inmediato, pero con el tiempo se acostumbrarían.

~James... Yo no puedo hacerlo.

Sofía no quería lo suficiente a James como para luchar y arriesgar todo por él.
El rubio lo había intentado por tanto tiempo que toda la carga cayó sobre él en ese momento, así que, con un poco de pesar decidió alejarse de allí.

Hugo seguía buscando a Sofía por todo el palacio, incluso había echado un vistazo en el jardín secreto.
En un momento ambos príncipes se toparon, James estaba tan cabizbajo que incluso choco contra el hombro de Hugo.

~¿Estas bien, James?

~Que bueno que pudiste venir amigo, no me encuentro bien, pero espero que disfrutes de la fiesta. Me retiraré a mí habitación, así que no me esperen.

Hugo observó los movimientos del joven y la desconfianza se clavó en su corazón.

Más adelante encontró a Sofía sentada sobre una roca, su semblante parecía sombrío. Esto hizo que sus sospechas se confirmarán.

~¿En qué piensas? Comentó acariciando su cabello

~Me alegra que vinieras Hugo, te estábamos esperando. Contestó desplegando una gran sonrisa.

El rubor se hizo presente en las mejillas del príncipe, sin embargo, mantuvo la compostura.

~¿Pasa algo? Acabo de ver a James y su rostro no lucia bien.

~No pasa nada Hugo, algunas cosas fallaron, pero ahora todo está bien y me siento liberada.

~¿liberada? Contestó con curiosidad, mientras observaba cómo Sofía alisaba la falda de su vestido.

~No es nada, ahora debo entregar los regalos que prepare para los niños del orfanato.

~Traje algo también, espero que les guste. Sonrió viendo cómo Sofía lo observaba fijamente con un gesto de melancolía.

~Me alegra tenerte conmigo. Sé que el torneo es muy pronto, pero tenemos derecho a distraernos.

James se encontraba encerrado en su habitación. El rostro de Sofía no salía de su mente, la princesa no había mostrado ni siquiera una expresión de amor o dolor, solamente se mantuvo calmada, como si nada hubiera pasado. Ahora más que nunca quería que pasaran rápidamente los 6 meses que le quedaban antes de irse a estudiar.

El torneo de Derby se encontraba cada vez más cerca. Sofía y James apenas se dirigían la mirada, aunque ante sus padres actuaban como si nada hubiera pasado.

En las prácticas su contacto era cada vez más reducido haciendo que la calidad del entrenamiento bajará. Hugo no podía evitar sentir molestia. Los tres tendrían el gran honor de participar y ahora ellos lo estaban arruinando.

Desmond llegó tímidamente hasta la pista, Sofía intento desplegar un sonrisa, sin embargo, solo logró una fingida.

~Esta rosa es para ti Sofía, aunque no puede igualar tu belleza.

La princesa la tomó entre sus manos e inhaló su fresco aroma.

"Gracias Des". Solo pudo decir.

Hugo y James la observaban con especial atención. Fue entonces cuando los celos lo cegaron y sin pensarlo, el rubio subió a su caballo y despego con fuerza.

Hugo intentó seguirlo, pero James iba a mucha velocidad.

~¡Alto te harás daño! Gritó mientras veía como James esquivaba cada rama que se ponía en su camino.

De un momento a otro su caballo dió un giro que provocó que perdiera el equilibrio.

Hugo se apresuró a amortiguar su caída, no obstante, no logro conseguir que no se hiciera daño del todo. El príncipe ya se encontraba inconciente en el suelo.

~James ¡Debes despertar!No puedes hacerte daño ahora que estamos tan cerca de conseguir nuestro sueño.

~Ese es tu sueño... No el mío.

~¿Cuál es tu sueño?

~Quiero estar con la chica que amo sin prejuicios.

~No sabía que quisieras a alguien... Déjame adivinar ¿Vivian?, Contestó confiado de la respuesta.

~No es ella, aunque reconozco que es muy linda.

~Debe ser Hildegard, nadie como ella para atraer hombres.

~¡Estas loco! Zandar está enamorado de ella, jamás.

~No puedo imaginar de quien se trata.

~Ni lo sabrás... Nadie puede.

~¡Vamos James! parece que estás enamorado de una de tus hermanas. Río burlonamente ~¡Eso sí estaría muy mal!

Al observar el rostro serio de James comenzó a ponerse pálido sintiendo como un sudor frío recorría su frente.

~Definitivamente no es Amber, eso sería muy enfermo, además Amber no es una chica fácil de tratar, realmente compadezco al hombre que decida casarse con ella.

James seguía en silencio intentando no decir nada que pudiera comprometerlo, aunque ya había sido descubierto sin querer.

Los ojos de Hugo se abrieron y cerraron varias veces para después tartamudear con temor.

~Eso quiere decir que amas a Sofía... A mí.... A Sofía ¡No puedo creerlo James!

~Es ella, la quiero y jamás dejaré que me la quiten, ¡entendiste Hugo!

El Amor de ClioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora