El compromiso de Amber

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Amber había quedado profundamente enamorada de Arthur y no era para menos. Era un hombre excepcional, no podía haber mejor partido para convertirse en su esposo y gobernante de Encantia.

~Asi que nos gustaría que le concedieran a mí hijo la mano de la querida Amber. Habló el duque Charles.

Roland le dió un apretón de manos, para demostrar que estaba de acuerdo. Aunque se sentía triste de que su hija comenzará a crecer.

~Podemos comenzar a planear la boda, aunque todavía falta un tiempo para que Amber sea coronada. Intervino Miranda besando la mejilla de su hija.

~Me parece una idea maravillosa, reina Miranda. A propósito, ¿Donde se encuentran sus hijos?, Tuve el placer de conocer a la menor, sin embargo, no me han presentado al muchacho.

~James no debe tardar en regresar. Habló Roland, mientras se asomaba por la ventana.

El rey no tardó mucho en notar que su hijo y Sofía sostenían una conversación importante en el jardín, ya que su hija se encontraba llorando en el suelo.

Fue entonces cuando salió rápidamente, siendo seguido por el duque Charles.

~¿Estas bien Sofía?, ¿Por qué no entras y celebras el compromiso de tu hermana?

~Lo haré papá... Solo que ¡Me siento un poco enferma!

~Tal vez te haga bien dar un paseo en lancha, ahora que mi hijo se casará me sentiré muy solo. Intervino Charles.

Sofía estaba dudando, sin embargo Amber la alentó a acompañar al hombre.

Fue así como un sirviente alistó la balsa para que ambos miembros de la realeza abordarán.

En un inicio el paseo estaba lleno de incomodidad, pero una vez se encontraron lejos, el duque habló sin rodeos.

~Sé lo que te pasa.

~¿Perdón? Contestó con ingenuidad.

~Te conozco, eres la niña de la competencia de Derby y la persona que se ganó el odio de Hugo por un año.

~No pensé que supiera sobre mi.

~No estoy aquí para reprenderte, sino para ser tu amigo. Conozco tus sentimientos, sé que amas a mí sobrino, lamentablemente él está casado y eso te causa dolor. Habló como si pudiera leer su mente.

~Hugo es un buen amigo para mí, solo eso.

~Entonces no te molestará acompañarnos a la fiesta que celebrarán en honor a su bebé.

~No podré... No es nada personal. Titubeó con miedo.

Sofía se sentía atrapada, no obstante, el duque desistió.

~Esta bien, no te obligaré a hacerlo, pero considero que debés enfrentar tus miedos.

Sofía se sintió segura con aquel hombre y le pareció que podría confiar en él de ahora en adelante.

Mientras tanto, la madre de Clio se encontraba haciendo los preparativos.
La comida se llevaría a cabo en tres días y era demasiado precipitado.

~¿Te ayudo en algo mamá? Habló Clio caminando hacia ella.

~¡Por supuesto que no!, Tú debes cuidar a mi futuro nieto. A propósito ¿Dónde esta tu esposo? Rara vez se le ve en el castillo.

~Hugo está practicando para la competencia de patinaje, tú sabes que se graduó de nuestra escuela hace poco y planea darle honor a nuestro país.

~No me agrada su actitud, Han pasado tres años desde su matrimonio y todo el tiempo ha mantenido la misma expresión de inconformidad. Espero que cuando nazca su hijo todo esto cambie. Contestó su madre con molestia.

~Espero que si...¿Ya enviaste las invitaciones?, Me gustaría que Amber y Hildegard asistieran, no he tenido la oportunidad de verlas desde mi matrimonio.

~Ya lo hice, te aseguro que toda la familia de Encantia estará en nuestra fiesta.

~¿Toda?, Perdón, es lógico que todos estén...

~Clio, ¿Hay algún problema? Tú cara se puso pálida, sabes que no me gusta que tengas cambios de humor, no le hace bien al bebé.

~Estoy bien, solo recordé algo, pero no es importante mamá.

Hugo se encontraba practicando sus giros, el príncipe Axel se había empeñado en acompañarlo a la práctica.

~Lo haces muy bien, estoy muy feliz de tener una hermanita tan delicada. Se burló haciendo que Hugo lo mirará con desprecio.

~¿No tienes otra burla? Parece que no eres muy hábil.

~Tranquilo hermanito, sabes que estoy feliz por todo lo que has logrado. En especial estoy orgulloso de que ayudes a tu esposa a dirigir un país, aunque nunca serás tan importante, ya que no eres el rey, sino  el esposo de una reina. Ese es el precio que debes pagar por haber nacido después de mi.

~De nada sirve que seas el primogénito si de todas formas no te has casado, sabes que por esa razón nuestro padre no ha abdicado a tu favor.

~Ninguna mujer es merecedora de mi amor.

~Para mí solo existía una mujer, pero la vida se encargó de alejarme de ella.

~¡Vaya hermanito! Si quieres saber de ella, te diré que nuestro querido primo Arthur se casará con la mimada de Amber, por otra parte me han contado que nuestro tío está muy interesado en Sofía y se les ha visto muy juntos últimamente.

~Sabes que nuestro tío es una buena persona, quizás intenta ser amable con ella.

~No lo creo Hugo, seguramente Sofía será la próxima duquesa de Albuquerque ¿Qué te parece? A mí me parece una idea encantadora. Habló antes de darle la espalda. ~Bueno hermanito, debo irme. Te veré en tres días.

Hugo comenzó a dar vueltas de un lado a otro, esa idea le parecía totalmente ilógica. Sofía no podría estar con un hombre que le doblaba la edad.

A pesar de saber que estaba casado, no podía evitar sentir celos, incluso se reprochaba por sentir eso, pero no podía hacer nada para impedirlo.

En ese momento escucho una voz conocida y al girar su cara se encontró con el hombre que le había causado un mal sabor de boca.

~Tío Charles. Exclamó con pesar.

~Es un gusto volver a verte Hugo, veo que has crecido mucho. No pude esperar hasta el sábado para darte mi felicitación, estoy feliz de que vayas a convertirte en padre.

~Te lo agradezco tío, lamentablemente en este momento no puedo charlar, debo seguir practicando.

~Lo sé, pero me gustaría que me escucharás. Tú primo se comprometió
y nos gustaría que asistieran a la fiesta que estoy planeando para él. La princesa Sofía me acompañará durante la recepción, es una niña muy linda y se ve que ha sufrido mucho. Siento la necesidad de protegerla.

Hugo hizo un puchero y se apretó con delicadeza el puente de la nariz.

El Amor de ClioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora