Hugo jamás se había planteado tener una niña, ¡Mucho menos tener un hijo de otra mujer que no fuera Sofía!
Fue así como 7 meses pasaron volando. El día del nacimiento había llegado y el joven príncipe se encontraba afuera de la habitación esperando la hora en que el pequeño bebé naciera.
Por fin un llanto salió desde el interior de la habitación y sin pensarlo entró rápidamente para cerciorarse de que su mujer y su pequeña hija recién nacida estuvieran bien.
~Es...¡Es hermosa! Gritó levantando a la pequeña bebé en brazos. Su piel era clara y sus ojos azules con un destello castaño en sus cabellos.
Hugo estaba tan feliz sosteniendo a su bebé que ni siquiera notó que Clio se encontraba en mal estado.
~Hugo. Susurro mientras sacaba una caja de entre sus pertenencias.
~Clio, no te ves bien, ¿Te sientes mal?, Dijo acercándose a ella.
Sus ojos verdes se encontraban rojos y su rostro era pálido cenizo.
~Tengo que contarte algo, hace unos meses, cuando el doctor me hizo la revisión mensual, se dio cuenta de que tenía constantes taquicardias. Eso es debido a un problema en el corazón no detectado. Esto me imposibilita de tener hijos, si decidía hacerlo correría un riesgo mortal.
El doctor me propuso perder al bebé para que mi vida no corriera peligro, como me encontraba en los primeros meses sería algo sencillo, ¡Pero yo no lo haría! Por fin tenía algo preciado que nacería de nuestro amor, que aunque es pequeño ¡existe!
Así que me negué y decidí enfrentar mi destino.~¿De qué hablas? Interrumpió tomándola por los hombros.
~Déjame terminar Hugo. Escribí un pequeño diario para mí bebé, en él le cuento todo lo que sentí desde el instante en que supe que estaba embarazada. Quiero que cuando llegue el momento, tú se lo entregues y le hagas saber cuanto la amo.
~Es una broma de mal gusto Clio.
~Es una niña preciosa ¿No crees?, Me gustaría que su nombre sea Sofía.
~¡No! Negó levantando la voz.
~Debe ser así, haz esto por mi. Es mi último deseo. En cualquier momento se comenzarán a hacer visibles las complicaciones del parto. ¿Sabes? Tal vez este sea mi castigo por hacerte sufrir tantos años.
~No me hiciste sufrir Clio, ¿Cómo puedes decir eso? Yo te quiero mucho. ¡Fui un ciego todo este tiempo! Teniendo el cielo en mis manos. Si pudiera regresar el tiempo ¡Créeme que haría las cosas diferente!
~Lo sé Hugo, ahora quiero que sigas con tu vida ¡ Por favor! Haz todo lo que siempre has querido.
~¡No podré hacerlo!
~Claro que podrás, debes seguir por nuestra hija “Sofia".
~Por Sofía. Sonrió tomando su mano.
En ese momento los ojos de la reina se cerraron, para no abrirse nunca más.
La madre de Clio, en seguida entró a la habitación e hizo a un lado al príncipe.
~¡Tú le hiciste esto! Si no la querías, ¿Por qué seguiste a su lado?, Gritó golpeando su pecho.
~Yo... ¡No lo sabía!
La bebé comenzó a llorar y Hugo la tomó entre sus brazos.
~¡Váyanse de aquí! No quiero saber de ustedes. Yo retomaré el trono, así que tú no tienes ningún derecho sobre Corinthia, vuelve a ser el mismo fracasado que eras antes de atrapar a mi hija.
~Reina Esther, está muy alterada, creo que debe calmarse. Comentó el mayordomo mientras le daba un masaje en la espalda.
Hugo se mantuvo observando en la puerta, sin embargo la reina volvió a mirarlo con irá.
~¿Por qué sigues aquí? Te dije que no quiero volver a verte. Ahora que no está Clio puedo decirte lo mucho que me desagradas. No te soporto desde que supe que estabas enamorado de otra mujer. Y no tolero que ese engendro que llevas en brazos, ni siquiera se parezca a mi hija ¿Ojos azules, tez clara? Es igual a tu amante, así que no será considerada heredera de Corinthia.
Hugo apretó con fuerza a su bebé y dio media vuelta para volver a Albuquerque.
Al verlo llegar, su padre lo abrazó con fuerza.
~Sé lo mucho que debes estar sufriendo, pero aquí siempre serás bienvenido. Te nombraré archi duque de Albuquerque, ya verás que todo será como antes, apenas eres un jóven de 23 años.
Ese día Hugo se juro que jamás se volvería a casar. Mucho menos pensaría en Sofía nuevamente.
Sus fantasías y deseos con ella habían hecho que perdiera a la única mujer que lo había amado con sinceridad.Nadie comprendía su dolor, pero él no sería el mismo otra vez. Una parte de su ser había muerto con Clio.
En ese momento observó el diario y notó que en el había una serie de cartas con una descripción incluida “Haz llegar estás cartas a mí pequeña Sofía a partir de que cumpla 6 años, una por cada cumpleaños, ella sabrá cumplir mis deseos".
~¿3 cartas? Susurro con intriga, no obstante, le estaba prohibido abrirlas a pesar de la curiosidad que le causará.
Las trompetas sonaron para dar aviso de la llegada de un miembro de su familia.
~Sir Charles, es un placer volver a verlo. Habló el mayordomo.
~Gracias por recibirme Milton. ¿Está disponible mi sobrino menor?
En ese momento Hugo a pareció en medio de la habitación “Aqui estoy tío" habló con decisión.
~Ya lo veo, solo vine a darte mis condolencias.
~Veo que las noticias corren rápido, sobre todo las desgracias ¿Quieres conocer a mi hija?
~Sera un placer. Contestó con refinamiento.
Hugo lo guío hasta la recámara de la recién nacida. El hombre la miró con intriga y luego volvió sus ojos hacia su sobrino.
~Es particular. ¿Cómo la llamaras? Merece un nombre excepcional.
~Sofia. Contestó con seguridad.
~¿Sofía?, No puede ser Hugo, hay tantos nombres bonitos como “Lucrecia", “Esmeralda".
~No es mi decisión, sino de Clio, yo jamás la hubiera llamado de esa forma.
~¡Vaya! Veo que no será la única Sofía de la familia.
~¿A qué te refieres?
~En unos años, planeo hacer que la princesa Sofía de Encantia se comprometa conmigo. Es la flor más bella del jardín.
~¿Ella te ama? Titubeó con temor.
~Aun no, pero lo hará. Sonrió haciendo que Hugo se estremeciera.
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El Amor de Clio
FanfictionClio ha vivido enamorada de Hugo desde que tiene memoria pero... ¿Él siente lo mismo?.