Querida adolescencia

Capítulo 4: Tradiciones

-Bueno chicos- llama nuestra atención Mike cuando nos encontramos todos en el aparcamiento-. Miren a este apuesto y hermoso caballero...

-De caballero tiene lo que tengo yo de rubia- le dice Cata a Danna en el oído pero alcanzo a escucharlo.

-Como ya es tradición, todos a sus carruajes que nos espera Charlie's- grita emocionado.

Todos los chicos gritan con él en señal de apoyo y alguna de las chicas ríen y otras, como Danna, bufa resentida. Como ha dicho Mike, después del primer día de instituto, y casi todos los días que podemos, vamos a tomar algo todos juntos, y suele ser en Charlie's. Es así desde casi que nos conocimos todos, hace ya casi cuatro años, por eso es una de nuestras tradiciones irreemplazables.

-¿Te llevo?

Ni si quiera me hace falta darme la vuelta para saber quien es. Es otra vez esa voz que me persigue, a la que mi cuerpo parece no acostumbrarse. Intento mirarlo pero es que cada vez que lo escucho me paralizo. Nick, hasta su nombre suena extraño, ve que no me doy la vuelta para mirarlo, así que con pesadez me rodea y se pone justo en frente de mi. Como siempre me ha sacado dos cabezas de altura tengo que mirar para arriba para verle, por mucho que me cueste.

-No gracias, tengo coche.

Me dispongo a rodearlo para irme pero uno de sus brazos me lo impiden, devolviéndome a mi sitio.

-No sabía que tuvieras el carnet.

-No lo tengo...

-Viene conmigo- dice Scott apareciendo con su espléndida sonrisa por detrás de Nick-. Perdona no me he presentado, soy Scott. Creo que no nos conocemos.

Nick se queda mirándolo por unos segundos, como si lo estuviera evaluando. Parece no darle su aprobación puesto que el gesto de su cara es duro como siempre y ni si quiera lo mira a él a la hora de hablar.

-Así que este es Scott... el famoso Scott.

Nick me mira decepcionado. En ese momento me viene el recuerdo de tantas otras veces en la que nos hemos encontrado en esa situación. Y no puedo evitar ponerme igual de fría que siempre.

-Vamos Scott.

Ni si quiera le doy tiempo a mi amigo para reaccionar porque lo cojo de la camiseta y lo arrastro hasta llegar a su coche. Montamos en el Nissan Juke azul de Scott y este arranca atendiendo a mis ordenes. Seguramente esté muy confundido para entender todo ahora pero le agradezco que después de mi reacción no me haya preguntado, no me encuentro con muchos ánimos para afrontar este tema. Solo se limitó a conducir concentrado hasta que llegamos a Charlie's y aparcó junto a la Jeep de mi hermano. Mi amigo a mi lado para el coche, separa las llaves del contacto y antes de volverse a mirarme resopla muy fuerte.

-Ese era Nick ¿verdad?

Asiento aun sin mirarlo. Sé que no es justo que le haya ocultado todo esto a mi mejor amigo pero solo estaba esperando el momento adecuado para poder contárselo todo bien. Lo que dijo Ari en la hora de la comida es solo un resumen demasiado resumido.

-Vale. Entiendo. Esto es complicado para ti.

Asiento cerrando mis ojos muy fuerte intentando reprimir unas lágrimas. Allie no puede ser que estés apunto de llorar. Esto no está bien. Te lo prometiste. Borra esas lágrimas ya.

Scott empieza a ponerse nervioso al verme de esa forma. Intento tranquilizarme para que él no se sienta peor de lo que ya se siente.

-Allie...

-No te preocupes.

Pestañeo con fuerzas inclinando mi cabeza hacia atrás. Tranquilízate Allie, vamos tu puedes.