ARI
Salí corriendo detrás de Nick, junto a mi iba Matt. Sabía que algo malo estaba pasando desde el momento que Maddie y yo escuchamos a Nick y Mike hablar en el aparcamiento de Charlie's. No lograba imaginar de qué gravedad se trataba aquello para que Mike estuviera peleándose de esa forma con aquel chico y Nick se encontrara así de alterado. Tenía miedo y a la misma vez estaba preocupada por Allie.
"Dile a Jack que estoy en el coche con Scott. No le cuentes nada de Allie. No sé cómo lo haré pero quiero ser yo la que se lo diga. - Maddie"
Le contesté a mi amiga y guardé el móvil en el bolso. Nick se deslizaba entre la gente como una serpiente mientras que yo me movía a empujones. Matt me agarró de la mano y comenzó a tirar de mí abriéndose paso más fácilmente. Nuestro amigo, que en aquel momento solo parecía tener un objetivo, subió las escaleras de tres en tres mientras que Matt y yo trotábamos lo más rápido posible. Nick nos ordenó que buscaremos por toda la planta de arriba, en todas las habitaciones. Comenzamos a mirar una por una, encontrándonos prácticamente de todo. Chicas y chicos teniendo sexo, otros enrrollandose, otros tomando sustancias de las cuales estaba segura que ninguna era legal y otras estaban completamente vacías. Nick parecía cada vez más desesperado y agobiado y, al fijarme en Matt, pude notar que él también. Revisamos todas y cada una de las habitaciones, cosa que nos pudo llevar como veinte minutos porque era enorme aquella casa. Nick se paseaba de un lado del pasillo a otro tirándose del pelo e intentando pensar. Note cómo Matt me apretaba la mano ligeramente, señal que interpreté como un tic nervioso, porque, al mirarlo, parecía que sus ojos se iban a salir de las órbitas.
-No puede ser...- decía Nick, más bien para él-. Tiene que haber más habitaciones... ¡Tiene que haber más!- dijo esta vez gritando hacia nosotros.
-Nick tienes que calmarte...- dijo Matt, agarrando el hombro de su amigo.
En ese momento nos interrumpió el pitido de un mensaje entrando a unos de nuestros móviles. Nick abrió muchos los ojos y con manos temblorosas sacó su teléfono móvil. Lo encendió y la luz de la pantalla le iluminó el rostro. En ese momento deseaba que fuera un mensaje de Allie diciendo que estaba bien, podía afirmar que no me he encontrado tan nerviosa en mi vida. Nick se quedó unos largos segundos apreciando con total detalle la pantalla de su móvil mientras que recibía quejas de Matt, quien le imploraba que dijera algo.
-Tiene a Yasmine... la tienen a ella...- dijo, con un tono sorprendido y juraría que algo incrédulo.
-¿Y Allie?- preguntó Matt.
Este no recibió respuesta alguna, Nick salió corriendo hacia el final del largo pasillo.
-¿Matt, qué pasa con Allie?
-No te preocupes Ari, seguro que está bien. Mike dijo que estaba muy borracha, estará bailando...
-No me mientas Matt, sé que pasa algo malo con ella.
-Ari... Ahora no es momento...- dijo agarrando de nuevo mi mano y tirando de mí tras Nick.
Nos metimos en una de las habitaciones del final de pasillo y luego subimos por unas escalera. Me quedé sorprendida al darme cuenta de que aquella mansión tenía una planta más. Esta se correspondía con la azotea. Nada más cruzar la puerta nos golpeó el aire frío de la noche de otoño. Yo apenas me había cambiado después del partido. Solo me cambié la falda por unos vaqueros y me dejé la parte de arriba del uniforme, a la que acompañé con una fina rebeca. Tenía mi vientre al aire y nada más que noté como el frío viento impactaba con mi piel desnuda sentí como todos los vellos de mi cuerpo se erizaban. La única parte de mi cuerpo que sentía calor en aquel momento era la mano que Matt sujetaba.
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Querida adolescencia
Teen FictionAllison Johnson, Madison Carter, Danna Garcia, Cataleya Damons y Ariadna Gonzales. Estas chicas, entre ella, no tienen mucho en común, pero son amigas por un motivo en concreto. No hace falta compartir los mismo gustos o aficionas para tener una re...