Capítulo 35: A los trece años

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ARI

Tenía que convencer a Jake sea como fuere. Desde que hablé con Nick no me he quitado de la cabeza el tema de Layla, era imposible apartarlo de mi vida. Viendo artículos antiguos del periódico del instituto vi que la ex directora era muy fan de casos sin resolver y buscando entre los miles de artículos que había publicado encontré uno de desapariciones. Jamás hubiera pensado que tuviese tanta suerte, pero parece que el universo me ama. En ese artículo estaba la desaparición de la chica de la que Nick me habló. Desde que lo leí e indagué en internet, no he vuelto a encontrar más información relevante con respecto al caso. Públicamente solo se sabe que fue una chica de dieciséis años, que consumía drogas de manera regular y que su familia era terriblemente problemática. Desapareció en vísperas de Navidad y nadie ha vuelto a saber de ella. No hay detalles de la investigación policial, ni de entrevistas de la familia... Nada. El caso lo llevó la comisaría de nuestra ciudad pero a través de ella tampoco he conseguido más información. Me han dicho que es confidencial porque no ha pasado el suficiente número de años, bla, bla, bla. No me iban a dar nada que me interesara. Pero sí conseguí un dato de lo más importante. Diana Brown, la madre de Jake, fue una de las abogadas implicadas en la investigación de dicha desaparición. Por eso ahora mismo me hallo intentando sacar información a través de su hijo. Y he de decir que no era nada fácil.

-Ari tengo que entrenar, si de verdad...

-No te llevará mucho tiempo. Solo quiero saber si tu madre te comentó algo de la desaparición de una chica hace unos dos años.

-Pues no lo sé...

-La chica se apellida Cooper. No recuerdo muy bien el nombre, pero creo que empieza por L. Es que he seguido a tu madre muy de cerca, es un abogado fantástico. Aunque en ese caso en concreto hay muchas lagunas.

-Espera un momento.

Jake se detuvo justo al lado de las gradas del campo de fútbol. Él jugaba en el equipo de baloncesto, y no sabía muy bien qué era lo que hacía en el campo de fútbol pero la verdad eso no era de mi interés ahora.

-¿Sigues a mi madre? Por favor no me digas que eres una fan de ella- dijo realmente asustado.

-No, solo digo que es una gran profesional en su trabajo. Y además...

-¿Tú querías licenciarte en periodismo, no es verdad?

-Bueno, ¿todo el mundo sabe lo que quiero hacer?- enfaticé indignada.

-Vale, vale, tranquila leona. Mi madre no suele hablar de sus casos. La mayoría son de asesinatos, desapariciones y gente que está realmente jodida de la cabeza. Si quieres algo más para tu periódico ve a preguntar a su despacho. Te mando la dirección ahora.

Me senté con él en las gradas, justo cuando él mandó el mensaje y yo lo recibí.

-¿Para mi periódico?

-Sí, he visto que has subido un artículo de desapariciones- dijo mirando al campo-. ¿Te interesan esos temas? La otra chica que dirigía el periódico estaba loca con esos temas. Por favor no seas igual. La sección de cotilleos está mucho mejor.

Reí. Al parecer esa ha sido la mejor idea que he tenido en mucho tiempo.

-No me apasionan pero creo que hay que diversificar un poco. La verdad es que si, la columna de cotilleos está teniendo mucho éxito.

-¿Columna? Empezaste por una columna, ya llevas tres páginas enteras. Te vas a llevar muchos enemigos de aquí- me chocó con su hombro juguetonamente.

-Que va, normalmente son los protagonistas de cada chisme los que quieren participar. Oye, ¿qué estamos haciendo en el campo de fútbol si tu juegas al baloncesto?

Querida adolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora