Capítulo 15: Una noche muy larga y un sábado de chicas

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ALLIE

Estaba siendo arrastrada por Nick fuera del instituto, creo. Mi cabeza daba vueltas y todo lo que estaba en frente de mí se volvía borroso. Solo recordaba estar bailando en la fiesta y de repente me encontraba en el pasillo con un chico que no conocía de nada. Cada vez que se acercaba sentía nauseas y temía vomitarle encima. Gracias a dios que aparecieron las chicas. Después, lo único que recuerdo es estar encima de Nick evitando una pelea.

Me noto mis mejillas mojadas. ¿Estoy llorando? ¿Por qué? No sé que está pasando ahora pero todo se ha vuelto muy oscuro de repente, y es que hemos salido a los aparcamientos. Nick avanza sin detener el paso y cada vez va más rápido. Me duele los pies de los tacones.

-Nick...- susurro para llamar su atención.

-¿Qué pasa pequeña?- dice él dándose la vuelta.

Se detiene por completo y coge mis mejillas con sus dos manos. Acaricia la piel mojada y me mira tan tierno que no puedo evitar sentirme mal, por lo que ahora si noto como más lágrimas se derraman de mis ojos. Él arruga las cejas y me mira con más preocupación. No tengo mi vista muy nítida pero ahora puedo verlo mejor.

-¿Por qué lloras pequeña?

-¿Por qué me dices pequeña otra vez?-digo con el ceño fruncido echándome un poco para atrás-. Me confundes mucho Nick.

Él ríe como si lo que hubiera dicho hubiera tenido mucha gracia. Hecha su cuello para atrás dejando su piel libre. Veo como su risa retumba en su garganta y eso me hace gracia, así que sonrío. Me vuelve a mirar y ahora puedo ver sus ojos verdes totalmente claros, ahora se está mostrando ante mi tal y como es. Este es Nick. Posa una mano en mi cintura y la otra sigue quitando lágrimas de mi cara.

-Tú nunca cambiarás- dice y yo arrugo más mi frente, eso lo divierte por lo que su sonría se amplía-. Nunca podré dejar de llamarte así.

Sé que es verdad porque me está mirando a los ojos, y no aparta la mirada ni un solo segundo de mi por lo que se está abriendo. Se acerca un poco más a mi y apoya su frente en la mía. Si no llega a ser porque él me está sujetando ahora mismo estaría en el suelo, no porque sea él, sino porque veo dos Nick. Se separa de mi, y tan como dije, di un tropiezo y por poco caigo al suelo, pero él me cogió de nuevo.

-Vamos, aquí no podemos estar.

Vuelve a coger mi mano y empieza a andar a dios sabe dónde. Doy tropiezos y lo sigo como mejor puedo. Pero me detengo haciendo que él me mirase de nuevo, no podía seguir andando.

-¿Qué pasa pequeña?

Él me mira preocupado. Solo me limito a mirar mis pies y volver a mirarlo con cara de pena, como una niña pequeña que hace pucheros. No parece entenderme por lo que repito mis gestos, después de varios intentos asiente con esa risa en sus labios y se acerca a mí.

-Me quito los zapatos y...

Antes de que pudiera seguir él me coge en sus brazos. Por el movimiento tan rápido me mareé un poco por lo que me tuve que agarrar a él lo más fuerte posible.

-Tranquila, no te dejaré caer- dice a centímetros de mi rostro.

Si el mareo que tenía ya era grande, ahora con sus palabras hasta la cabeza me da vueltas. No pude decir nada, solo me quedé observando como Nick caminaba conmigo en sus brazos hacia algún lugar. Se veía hermoso a la luz de la luna. Parecía relajado pero en realidad tenía su mandíbula levemente apretada, por lo que estaba alerta de lo que podía pasar. No tenía su máscara por lo que sus ojos quedaban completamente libres para mi. Sus mejillas estaban aun rosadas por la pelea y sus labios... Sus labios pedían a gritos que los besara. A pesar de ir borracha tuve que contenerme para no hacer eso. Había bebido, pero sabía que eso no estaba bien. Aun así, todo en aquel momento me daba igual. Me importaba poco que él me llevara en sus brazos, que me mirara y me guiñara, que me sonriera, que se acercara...

Querida adolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora