Querida adolescencia

Capítulo 18: La explicación

-¿Qué pasa? Si te soy sincera hoy no estoy en mi día más lúcido eh...

-No me mates, pero...- frota su cara con las manos muy agitado-. Mira Allie, somos novios. Bueno, soy tu novio... o sea tú mi novia... No, bueno si, es que... Tenemos que ser novios.

Tan rápido como lo dijo comencé a reírme como una loca pero en el momento que vi que Matt ni pestañeaba comencé a plantearme que lo que estaba diciendo era verdad. No podía ser verdad, es una broma que me está gastando Matt, eso era lo que pensaba mientras alargaba mi risa falsa. Pero ya no tenía motivos para seguir riendo como una estúpida, me estaba saliendo de contexto.

-A ver...- sonrío negando con la cabeza-. ¿¡Qué!? Mira Matt no estoy para bromas así que si esto es una broma no tiene gracia. Venga llama a mi hermano y que se termine todo esto. ¡Está bien Jack! Ya me creí tu broma y nos hemos reído pero esto ya no tiene gracia- digo eso último más enfadada que graciosa.

-Espera, espera Allie- dice Matt cogiéndome del brazo mientras grito hacia las gradas-. Esto no es una broma.

-Matt venga ya, de verdad- le golpeo algo así como divertida en el brazo-. No tiene gracia- de repente mis facciones cambian endureciéndose.

-Allie no tengo mucho tiempo para explicarme...

-¿Pero tu estás loco? A ver, en fin, somos amigos y te tengo aprecio pero... ¿¡Novios!?- suelto una pequeña risa irónica-. Venga ya Matt dime que es una broma por favor... Dímelo- digo haciendo pucheros, al borde de la desesperación-. ¡Matt dímelo!

-¡Allie!- grita para hacer que me calmara, al menos consiguió hacerme callar-. Somos amigos ¿si? Te aprecio mucho como amiga y para nada quiero que seamos novios. En fin eres una chica genial pero...

-¿¡Entonces a que mierda viene todo esto!?

-Es mucho más complicado y ahora no tengo tiempo para explicártelo todo- agita su pelo entre sus manos totalmente confundido.

Pues no vale estar confundido, la única con derecho a estarlo soy yo, grito en mi cabeza. No entiendo porque el maldito universo me mete en estos líos. ¿He hecho algo malo?

-Vale Matt, no entiendo una mierda. ¿Qué se supone que tengo que ir por ahí diciendo que somos novios? ¿Por qué?

-No, aun no- suspira dando vueltas de un lado a otro.

-Ah, menos mal. Aun no, tal vez mañana- digo irónica-. Y mira, puede que dentro de tres meses nos casemos. ¿Te parece bien cielo? ¿¡Pero estás loco!?

-¡Allie esto también es muy violento para mi!

-Pues no lo parece tío. Es que no comprendo nada...

-Williams, ¡al campo ya!- se oye decir a nuestras espaldas-. Estos adolescentes estúpidos de la van a dar conmigo- susurraba.

Ambos miramos en la dirección de la voz y nos encontramos, al que supongo que es el entrenador, haciendo gestos raros hacia el campo y con cara de enfadado.

-Por favor Allie ayúdame...- iba a hablar pero él siguió-. Te prometo que después del partido te lo explico todo. Ahora no digas nada a nadie. Pero, ¿puedo confiar en ti?

Comencé a negar con la cabeza pero al detenerme y ver su mirada tan desesperada y angustiada no pude hacer otra cosa que asentir y aceptar.

-Puedes confiar en mí.

Matt me abrazó con todas sus fuerzas mientras me agradecía y decía otras cosas que ya eran inaudibles para mí. No sabía si había aceptado ser su novia o ayudarlo pero lo que si sabía es que esto me iba a traer más problemas de los que pensaba. Matt me acompaño hacia las escaleras de las gradas y luego se marchó dándome un beso en la mejilla. Eso me descolocó aún más mis pensamientos. Comencé a subir las escaleras y al llegar arriba del todo me di cuenta que mis amigos estaban sentados a mediado de las gradas y tuve que bajar de nuevo hasta alcanzarlos. A mi alrededor la gente gritaba el nombre de nuestro instituto y el de los jugadores. Cada vez que oía el nombre de Matt solo se me venía una palabra a la mente, Novio. No sabía el por qué Matt había actuado así pero supongo y espero que tenga un buen motivo, si no yo misma me encargaré de él. Lo prometo.