Querida adolescencia

Capítulo 10: Desesperados

ARI

Matt se deja caer en el respaldar de la silla de mi escritorio. Revuelve su pelo con ambas manos. Se ve que está frustrado. Deja su móvil encima del escritorio y se vuelve a mirarme.

-Lo dejo Ari, es inútil- dice estirando su espada después de levantarse.

-Vamos no digas eso- le dedico una enorme sonrisa-. A lo mejor es que no hemos mirado bien.

-Ari, llevamos toda la tarde repasando todas y cada una de las chicas que hay en el instituto. Me sé ya sus nombres de memoria.

-Pues entonces es que tu tienes un gusto muy exquisito- le digo levantándome de mi silla para ponerme justo frente a él.

-O puede que tu idea sea muy tonta.

-No fui yo la que acepté.

-Eres mala- dice Matt achinando los ojos un poco divertido.

Había quedado con él después de clases para encontrar pareja para el baile. Tanto él como yo aun no teníamos pareja, por lo que le propuse que ambos busquemos la persona perfecta para que nos acompañe al baile. Él quiso que empezara yo, por lo que después de revisar a todos los chicos del instituto me decidí por Aaron Cox, un chico que jugaba como defensa en el equipo de fútbol americano. Le hablé, no creía que aceptaría mi invitación a estas alturas de la semana, pero me dijo que estaría encantado de llevarme al baile. No fue tan fácil como parece porque Matt no hacía otra cosa que poner pegas a la hora de ver otro chico. Después comenzamos a ver todas y cada una de las chicas para encontrar la pareja de Matt, y eso fue más difícil aun. Yo ponía algunas pegas pero mi amigo aquí presente ponía muchas más. Había muchas chicas guapísimas, pero aun así él le sacaba algún defecto.

-Bueno, si nadie te parece lo suficientemente buena, ¿por qué no invitas a esa chica que te gusta?

-¿Qué?

-Sí, de la que hablaba Maddie la semana pasada en el almuerzo. Oye puedo entender que no me hayas dicho nada de eso, pero no entiendo por qué no la has invitado aun.

-Yo no le dije nada a Maddie, fue ella la que me lo dijo-. Lo miro un poco confundida-. Da igual, no la he invitado porque ella ya tiene pareja.

-Vaya lo siento- digo masajeando su brazo-. Pero sigo sin entender como Matt Williams, uno de los chicos más deseados del instituto, aun no tiene pareja. Vamos, había muchas chicas guapas. Alguna se parecerá a tu amada ¿no Romeo?- digo bromeando.

Él sonríe pero sin apenas ganas. Niega con la cabeza y se sienta en los pies de mi cama, mirándome. Lo imito y me siento a su lado, pasando mi brazo por sus hombros.

-¿Quieres hablar de ella?- le pregunto intentando que se relaje.

-Es muy guapa ¿sabes? Es una chica que no pensé que me iba a gustar nunca pero me tiene completamente loco.

Vaya, a Matt le brillan los ojos como dos estrellas. Tiene una sonrisa tonta y cada vez que parece recordar algo esa sonrisa aumenta. Se ha sonrojado un poco y se ve muy tierno así.

-Si que te gusta entonces...

-Mucho.

-Y ¿desde cuando?- pregunto curioso, es raro que no me haya dado cuenta de nada.

-Hace muy poco que me di cuenta que realmente me gustaba mucho, más de lo que yo quería admitir. Pero la conozco desde hace tiempo. Es muy divertida y alegre. Siempre te sorprende. Y aunque está un poco loca, es la persona más dulce que conozco.

-Matt estoy muy sorprendida- le digo con una amplia sonrisa de felicidad-. Te ves muy bien hablando de ella. ¡Hasta te has sonrojado!- digo abrazándolo. Me separo de él y lo miro-. ¿La conozco? Si no, me la tienes que presentar cuanto antes, me muero por conocerla.