VI

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VI. Chocolate.







La cama está vacía.

Y si bien me inquietó la ausencia de Shawn, más me inquietó aquella sensación molesta causada ante la llegada de mi periodo.

Me siento de golpe en la cama, mareándome un poco ante la brusquedad ejercida, suspiro antes de ponerme de pie y al hacerlo veo una mancha roja la cual se extiende por la sábana color crema. Si lo veía por el lado positivo esto significaba que había pasado otro mes sin quedar embarazada, claro que fuera de esto no había otro motivo por el cual me alegrase tener mi periodo, era bastante molesto. Lo detestaba.

Sintiéndome sumamente incómoda voy directamente a buscar unas bragas limpias para así meterme a bañar.

Abro la regadera esperando unos instantes a que el agua caliente salga y cuando lo hace, me deshago de mi ropa tomando el pantalón de mi pijama y mis bragas conmigo, para así tratar de remover la mayoría de lo rojo en estas. Apenas estaba iniciando el día y ya sentía que lo había arruinado.

Al terminar de bañarme me apresuro a colocarme las bragas junto a una toalla sanitaria. Recordando que no había traído ropa me envuelvo en una toalla y me acerco al lavabo para cepillar mis dientes.

Un par de golpes insistentes en la puerta del baño hacen que me sobresalte. —¿Thea? —Escucho la voz de Shawn y enjuago mi boca lo más rápido que puedo para poder contestarle.

—¿Si?

—¿Te encuentras bien? —Se escucha algo preocupado por lo que me acerco a abrir la puerta.

Sus ojos vagan por mi cuerpo como si estuviera asegurándose que todo estuviese en orden. —Si,  ¿por qué? ¿Pasa algo? —La preocupación desaparece de su rostro y niega antes de sonreírme.

—Vi la mancha de sangre en la cama y me inquieté un poco. —Responde acercándose para besar mi frente.

—Mi periodo llegó. —Le aviso y él asiente alejándose un poco. —¿Donde estabas? —Pregunto recordando su ausencia.

—Fui a ver a Kian, aún sigue dormido. —Contesta mientras paso de él para ir al guardarropa. —Ponte algo abrigado cor meum, está haciendo frío.

Asiento y termino vistiéndome con un pantalón negro y un suéter blanco de Shawn el cual me quedaba extremadamente grande, la verdad era que no tenía ánimos de arreglarme, y claramente hoy no había algo importante que hacer, así que mi atuendo era irrelevante.

No me molesto en atar mi cabello o si quiera secarlo, hago mi camino de regreso a la cama y comienzo a tirar las almohadas para así quitar las sábanas. —Deja eso Thea, en un momento algún empleado vendrá a quitarlas y poner limpias. —Shawn me dice pero no dejo lo que estaba haciendo.

—Soy una inútil que no hace nada aquí en el castillo, mínimo puedo quitar las sábanas que manché. —Hablo tajante.

—No eres una inútil, es solo que no te corresponde hacer esos labores. —Shawn dice acercándose también a la cama, pienso que va a hacer que me detenga, pero en su lugar me ayuda a terminar de remover las sábanas antes de juntarlas y llevarlas él al cesto de la ropa sucia.

Hace su camino de regreso a mi, toma mi rostro entre sus manos y se inclina para besar mis labios en un beso inocente. —Buenos días cor meum, te ves preciosa usando mi suéter.

Le sonrío por primera vez en la mañana y me pongo de puntillas para alcanzar sus labios y volver a besarlo. Sus manos dejan mis mejillas y se escabullen dentro del suéter que estoy usando, su tacto se siente frío pero no me importa mientras continúo besándolo.

—¿Quieres que pida que te hagan chocolate caliente? —Me pregunta cuándo nos separamos y yo asiento. —Bien, entonces iré a pedirlo.

Lo observo salir de la habitación y en cuanto lo hace me decido en ir a la recámara de mi pequeño. Salgo de nuestra alcoba y recorro un tramo del pasillo hasta llegar donde mi príncipe dormía, abro la puerta cuidando de no hacer el menor ruido y me adentro en el cuarto volviendo a cerrar la puerta detrás de mi.

Eran las siete y diez de la mañana, Kian generalmente se despertaba pasando las ocho, razón por la que no me sorprende verlo plácidamente dormido en aquella enorme cama con sábanas color azul marino.

Kian parecía un angelito.

Me acerco al borde de su cama y me siento viéndolo dormir, mi pequeño realmente se parecía tanto a su padre.

Bostezo con sueño, ayer me había dormido tarde y hoy me había despertado algo temprano, por lo que quito mis zapatos y me acuesto junto a mi hijo, no tardé mucho en volverme a dormir.







⚔️⚜️⚔️






Huele a chocolate caliente.

Abro con pereza mis ojos, tratando de ajustarlos a la luz de la habitación, me desconcierto por un instante al ver que no estaba en mi recámara, pero luego recuerdo que me encontraba en la habitación de Kian.

Mi pequeño ya se encuentra despierto, vestido con un pantalón del mismo color que sus sábanas y un suéter color crema, está sentado en el colchón cruzando sus piernitas observándome, sonríe abiertamente al verme despierta y se abalanza sobre mí cayendo de golpe sobre mi estómago.

—Bueno días mami. —Dice abrazándome. —Papi te tajo cocolate caliente. —Me informa señalando la taza humeante que se encuentra sobre la mesita de noche junto a la cama.

Mi pequeño se quita de encima mío y me incorporo sentándome al igual que él, busco con la mirada el reloj en su habitación y me sorprende ver que son casi las once y media de la mañana.

—¿Ya desayunó mi bebé? —Le pregunto a Kian y él asiente repetitivamente.

—Desayuné con mi papi. —Responde con entusiasmo.

Observo cómo se baja de la cama con algo de dificultad y corre hacia donde su oso de peluche favorito se encuentra, lo toma entre sus manitas justo cuando la puerta se abre y Shawn aparece vistiendo ropa negra deportiva.

Kian deja su oso de lado y corre a los brazos de su padre quien lo carga mientras comienza a avanzar hasta la cama dejándolo sobre esta misma.

—¿Te acabas de despertar? —Shawn me pregunta y yo asiento, veo cómo se inclina un poco sobre la cama para besar mi frente en un contacto que apenas y dura un segundo debido a que Kian lo aleja de mi.

Shawn y yo reímos, Kian era muy celoso en ese aspecto, no le gustaba ver que su padre me abrazara o besara.

Me estiro para tomar la taza de chocolate teniendo cuidado al agarrarla, doy un corto trago, el chocolate de mi nana era igual de bueno que el de mi madre.

—Gracias. —Le digo a Shawn y él se limita a guiñarme un ojo.

Kian vuelve a bajar de la cama yendo hacia donde sus juguetes se encontraban, comienza a sacar uno por uno, y cuando termina, le pide a su padre que juegue con él.

Shawn se sienta en el suelo junto a su primogénito, Kian se ve tan feliz con su padre que no me permito quitar mi atención de la adorable escena frente a mi.

En ese instante la felicidad me supo a chocolate caliente.






Hola, hola. El otro día hice hot chocolate y me dio mucha nostalgia pues me recuerda a la vida feliz que tenía, y sin poder evitarlo me encontré a mi misma para escribir este cap haha ya sé que no es interesante, y algunos lo pueden encontrar aburrido y/o como simple relleno, pero salió desde mi corazoncito, si así, es, CrazyyWriterr tiene sentimientos. Igual no se desesperen, que habrá mucho drama próximamente haha. ⚡️

* "NEVER KING" ha regresado, agradézcanle a los lectores que no se cansaban de pedirme que la volviera a subir.

G O L D  |S.M.|   #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora