G O L D |S.M.| #3

XXXVIII (5)

XXXVIII. "Se Debió Marcar Ese Día."

Shawn entró a la alcoba todo sudado y con una toalla blanca alrededor de su cuello, su cabello está mojado y mechones se pegaban a su rostro.

Le sonreí desde la cama, aún era temprano, por lo que luego de ir al baño había regresado a acostarme a la cama sabiendo que Shawn había ido a hacer ejercicio y pronto regresaría.

—Buenos días, cor meum. —Dijo rodeando la cama, acercándose a mi lado e inclinándose para juntar sus labios con los míos en un breve contacto.

—Buenos días. —Respondí y él sonrió sentándose en la orilla del colchón.

—¿Tienes mucho rato despierta? —Negué. —Bueno, voy a darme un baño y regreso para acostarme un rato contigo, aún es temprano y Kian no se levantará hasta dentro de una hora, ¿está bien? —Sugirió y acepté.

—Está bien. —Pronuncié y seguido sus labios volvieron a presionarse con los míos, sólo que esta vez no fue tan breve como el primero y concluyó con él mordiendo mi labio inferior. Suspiré.

Lo miré ponerse de pie y alejarse, sacándose la camisa mientras avanzaba, su espalda pálida y sus lunares fueron mi centro de atención hasta que se adentró al cuarto del baño. Me volví a recostar y momentos después escuché el agua caer, sin planearlo, me encontré a mi misma poniéndome de pie, sin molestarme en calzarme me acerqué al cuarto del baño, la puerta estaba entre abierta, y tratando de ser silenciosa me metí cerrando la puerta con cuidado. Lo miré debajo de la regadera, completamente desnudo dándome la espalda mientras enjuagaba su cabello haciendo que el jabón en este mismo se fuera, con prisa, me desnudé y manteniendo mi sigilo me metí debajo de la regadera con él.

Me terminé de acercar a Shawn y pegué mi pecho a su espalda dejando un beso en esta misma.

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Cerré los ojos y casi jadeé al sentir los pechos y los labios de mi castaña contra mi espalda. Me giré viéndola frente a mi, con su cabello comenzando a empaparse completamente, el agua bajaba por su cuerpo el cual miré con morbo imaginando todas las cosas que quería hacer con ella. Thea pasó sus brazos alrededor de mi cuello y me incliné para besarla sin delicadeza alguna, mis brazos pasaron a su cintura pegándola por completo a mi cuerpo, jadeó cuando sintió lo que estaba provocando.

La recargué de la pared para así buscar un punto de apoyo, mi mano derecha abandonó su cintura para escabullirse entre nuestros cuerpos y terminar en su entrepierna la cual acaricié sutilmente logrando que mi castaña jadeara entre besos.

—Quieres que te folle, ¿verdad cor meum? —Pregunté dejando de besarla, pero continuando mis suaves caricias sobre su clítoris.

—A eso vine. —Respondió para mi sorpresa y eso fue lo último que necesité para darle por lo que había venido.

Mis manos fueron a sus piernas y la cargué, haciendo que Thea las envolviera alrededor de mi cadera, me acomodé y sin más me enterré en ella.

Thea gimió y como siempre lo hacía buscó mis labios para besarme, le correspondí por unos instantes antes de abandonar sus labios con el deseo de escucharla gemir, mi boca pasó a su cuello donde besé la piel antes de morder y succionar parte de esta, estaba consciente de que dejaría una marca, no me interesó.

—Oh Shawn, así... —Gimoteó con sus manos acariciando mi espalda.

No tardó en imitar mi acción y besar mi cuello, eché mi cabeza hacia atrás lo suficiente para darle comodidad al hacerlo, sentí su lengua trazar mi piel y no pude evitar gruñir antes de volver a enterrarme en ella esta vez con más brusquedad contra la pared.