IV

40K 3.8K 1.4K
                                    










IV. Tarde.







Esa noche me quedé a dormir con ella.

Confieso que después de cinco años me resultó algo extraño dormir en la misma cama con otra mujer que no fuera Thea, pero no me sentí mal mientras la atraía a mi pecho para acariciar su cabello, en si, en lo único que podía pensar era en que perdería a Anne, en que ya no podría llamarla bicho raro para molestarla, ya no escucharía sus comentarios sarcásticos, o esa risa escandalosa que emitía cada vez que yo hacía una estupidez. Anne ya no estaría para mi, y eso dolía como el infierno.

Nunca me había detenido a pensar en una vida sin ella, porque realmente nunca se me cruzó por la mente que algo así pasaría, siempre creí que seríamos Anne y yo contra el mundo, justo como ella lo decía cuando ambos apenas y teníamos catorce años. Era una maldita injusticia que la fueran a arrancar de mi lado de esta manera.

—¿Tus papás ya lo saben? —Pregunto.

—Si, fueron los primeros en saber. —Contesta pasando su pierna sobre las mías.

—¿Y qué dijeron?

—Querían encerrarme en un hospital y someterme a varios tratamientos aún cuando ya no había nada que hacer, afortunadamente reaccionaron. Yo no quería pasar mis últimos días postrada en una cama conectada a miles de cables, si voy a morir, lo haré en mi propia habitación. —Dice alejándose de mi. —Tu pecho es jodidamente incómodo. —Se mueve en la cama por lo que dejo de abrazarla, ambos quedamos acostados boca arriba, mirando el techo blanco de su recámara.

—¿Y si te vienes a vivir conmigo al castillo? —Sugiero, y por primera vez en largo rato la escucho reír.

—Cada vez que me invitabas a un baile real nunca asistía sólo porque no me gustaba el castillo, ¿qué te hace pensar que voy a irme a pasar mis últimos días en ese lugar? Además, ni siquiera tienes mascotas.

—Realmente me gustaría tenerte cerca. —Digo y ella suspira.

—Estaba hablando enserio cuando te dije que no quería volver a verte, no quiero estar a tu alrededor para ver como destruyes tu familia, y más ahora que ya no tengo tiempo, no quiero morirme recordándote como un monstruo, ya has arruinado bastante la imagen que tenía de ti, y no quiero que la arruines más. —Giro mi cabeza para mirarla, pero ella no me mira a mi, aún está mirando el techo.

Podría decirle que cambiaría, pero ya no estábamos para decir más promesas falsas.

En su lugar me quedé en silencio, esperando que alguno de los dos cayera dormido, pero las horas pasaban y ninguno de los dos lo hizo.

Sentía un vacío en mi pecho, era como si ya hubiese perdido a Anne aún cuando la tenía junto a mi.

Tomé su mano, entrelazándola con la mía, ninguno dijo nada, ambos continuamos con nuestra atención en aquel techo blanco que ya comenzaba a odiar.

—Te amo, bicho raro.

—Y yo te amo a ti, inútil.

Anne fue la primera en dormirse.








⚔️⚜️⚔️









Regresé al castillo alrededor de las once de la mañana, la verdad es que me costó demasiado dejar a Anne, y si me había marchado fue solo por dos motivos; el primero fue porque tenía que regresar y arreglar las cosas con Thea. El segundo fue porque Anne prácticamente me echó de su casa.

Ignoro como siempre a los guardias, y cuando entro al salón principal lo primero que me recibe es Kian, sentado en el suelo sobre aquella alfombra color crema con un par de juguetes junto a él, en cuanto me ve se pone de pie y corre a mi encuentro, estirando sus bracitos mientras grita "papi".

Lo cargo dándole una vuelta y él se ríe colgándose de mi cuello, beso su frente con amor, y su sonrisa poco a poco desaparece, hasta llegar a una expresión confusa. —¿Po que te fuite tanto tiempo, papi? —Pregunta al haber notado mi ausencia.

—Papi tuvo que ir a hablar con gente importante. —Respondo, tampoco era como que podía explicarle con detalle, Kian aún era un bebé. —¿Dónde está mami?

—En la cocina con mi nani. —Contesta y comienzo a avanzar hasta donde Thea se encontraba.

Kian balbucea sobre un sin fin de cosas, pero suena tan emocionado mientras habla sobre cómo había descubierto una puerta secreta, claramente se refería a los pasadizos, y sonreí para mí mismo al saber que ya había encontrado una de mis partes favoritas acerca del castillo.

—¡Mami, papi ya llegó! —Kian dice en cuanto entramos en la cocina captando la atención de todos.

Thea se encontraba sentada dando la espalda a la entrada, pero al escuchar la voz de nuestro hijo se voltea para sonreírle a él. Observo cómo se pone de pie caminando hasta nosotros y besa la mejilla de Kian antes de hacer su camino fuera de la cocina.

—¿Por qué no vas con tu nani a jugar al jardín? Tengo que ir a bañarme, ¿está bien? —Pregunto y cuando él asiente efusivo lo bajo mirando a Ofelia quien da un asentimiento.

Salgo de la cocina yendo directamente a mi recámara, al entrar veo a Thea sentada en el borde de la cama esperándome, cierro la puerta pasándole el seguro para después acercarme a mi castaña.

—¿Donde estabas? —Me pregunta en un tono neutro.

—Con Anne. —Respondo sincero.

—¿Toda la noche? —Continúa no creyéndome.

—Si, me quedé a dormir con ella. —Digo temiendo que mi voz se quiebre si sigo hablando de Anne con normalidad.

—Kian se pasó todo el día y parte de la noche preguntando por ti, entiendo que no quieras estar cerca de mi cuando discutimos, pero no le hagas eso a nuestro hijo.

—Lo siento, Thea, realmente lo siento, por todo. —Me disculpo pero ella niega.

—No te estoy diciendo esto por mi, lo estoy diciendo por Kian, a mi ya no me importan tus disculpas. —Menciona poniéndose de pie, tratando de pasar evadiéndome, me planteo en dejarla marcharse, pero ella tenía razón, quizá no podíamos arreglar las cosas por nosotros, pero si podíamos arreglarlas por Kian. Así que la tomo del brazo para volver a intentar disculparme.

—Lo siento cor meum, respeto que no quieras tener más hijos de momento y por lo mismo no te presiono, pero tú tampoco puedes recordármelo en cada oportunidad que se te presenta, es bastante molesto y más aún porque bien sabes que yo si quiero más hijos. —Expongo, porque si bien yo tenía culpa, ella también la tenía.

Thea suspira asintiendo. —Ya ni siquiera quiero pelear contigo, no es sano. —Dice y hasta entonces suelto su brazo. —Supongo que yo también tengo que disculparme por sobre reaccionar ayer. —Agrega y me limito a sonreírle antes de alejarme al cuarto de baño.

—Me voy a bañar. —Le aviso antes de cerrar la puerta.

Comienzo a desvestirme quitando primeramente el saco de mi traje, pero cuando comienzo a desabotonar mi camisa me detengo en seco, ¿qué estaba haciendo?

Salgo con rapidez del baño y camino hasta donde Thea se encontraba frente a mi guardarropa escogiendo un traje para mi.

—¿Pasa algo? —Me pregunta un tanto confundida en cuanto nota mi presencia.

—Si, Thea, pasa que te amo y quiero estar contigo.

Y cuando la beso, me di cuenta que quizá aún no era muy tarde para mi, para nosotros.





Hola, hola. Esto debería contar como maratón, ¿apoco no? xdxd Pensé en esperarme hasta la media noche para publicarlo, pero no soy tan cruel haha. Este Shawn no deja de confundirme. Los amo. ⚡️

G O L D  |S.M.|   #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora