LVIII. "Solo Una Noche Más""Un traidor no puede ser sepultado en el cementerio de la corona, no junto a la realeza que traicionó."
Había dicho uno de los ancianos de El Consejo, y Shawn lo miró con tanto odio como pudo expresar.
—Entonces desentierren a toda la realeza, pero a Nash yo lo quiero descansando ahí.
Expresó firme, nadie le volvió a cuestionar algo al respecto, porque El Consejo sabía la historia del rey, y en el fondo se conmovieron en su afligir, ya que traidor o no traidor, Nash Grier fue importante en la vida de Shawn Mendes, era obvio que este lo iba a querer cerca de él.
El anciano entendió, el cuerpo de Nash iba a terminar en el cementerio de Dinamarca.
Y así fue.
⚔️⚜️⚔️
Cinco días habían pasado desde la muerte de Nash, y tres desde que lo sepultaron.
El rey desde entonces, no vestía otro color que no fuera negro y blanco, parecía reflejar como había quedado su vida; sin el color que Nash le daba.
Shawn no hablaba con nadie, ni con Thea, ni con Niall, ni Sophia. El único con el que ocasionalmente hablaba era Kian, solo por su pequeño tenía la fuerza necesaria para tragarse su dolor y tratarlo con él amor que sabía su hijo necesitaba.
Shawn solo hablaba para dar órdenes, para gritarle a los empleados a los cuales le parecían más incompetentes que nunca. El rey se estaba guardando su dolor, y eso no era bueno.
—¿Shawn? —Niall llamó a su amigo, distrayéndolo de aquellos papeles que revisaba, Shawn ni siquiera se dio cuenta cuando el irlandés había entrado a su despacho.
El rey de Dinamarca (y a futuro el de las Netherlands), suspiró antes de mirarlo, no le contestó, solo esperó a que el rubio hablara para que se marchara.
—Sé que estas pasando por un momento difícil, pero deberías saber que puedes hablar conmigo. —Comentó el irlandés pero Shawn ni se movió. —Thea también te necesita, ¿sabes? Ella está siendo fuerte, no sólo por ella, también por sus hijos, estoy seguro que le haría bien que fueras a la recámara, ¿por qué no vas con ella un rato? —Sugirió y Shawn se limitó a asentir. —Me voy a dormir, hasta mañana.
Sin obtener algo más de su amigo, el duque de Irlanda se marchó, había estado intentando hablar con Shawn en los últimos días, pero no tenía éxito. Niall realmente temía que hubiese perdido a su amigo y que nunca lo pudiera recuperar.
Shawn se revolvió el cabello pensando en que hoy podría ser el último día en el que tendría tiempo de ir a ver a su esposa, ya que mañana mismo se encargaría de vengar la muerte de Nash, no quedaría impune, y planeaba darle a Cameron donde más le dolía, y a Matthew, iba a disfrutar bastante cuando mataran a esos bastardos.
Mendes se puso de pie, organizó bien sus papeles dejándolos en perfecto orden sobre su escritorio, solo buscaba perder tiempo. Salió del despacho cerrando la puerta despacio, suspiró nuevamente antes de emprender su camino hasta la que era su recámara y la de Thea, aunque no dormía en esta desde que los acusaron de traición. Shawn no había regresado a dormir ahí, y a lo que Thea se respecta, no había hablado con ella desde el día en el que casi pierde a los bebés. Una parte de él ya no quería verla. ¿Acaso Shawn Mendes estaba sintiendo por primera vez en su vida remordimiento? Quizá si no hubiera alejado a Thea de Nash hace años, ellos ahora estarían felices... y puede que Nash vivo. Shawn reprimió esos pensamientos, Nash lo golpearía si supiera que se está lamentando.
Al llegar a la habitación golpeó la puerta dos veces seguidas, la dulce voz de su castaña no tardó en escucharse pronunciando un "adelante". Shawn se adentró y cerró la puerta a su paso, miró a Thea sentada en la cama, con su espalda recargada del respaldo de esta misma. Su esposa lo miró con algo de sorpresa, no imaginó que se tratara de él.
Shawn no sabía que decir, así que solo se acercó a la cama mientras Thea con cuidado se ponía de pie para ir a donde su esposo.
Por instinto, Shawn miró el enorme vientre de su esposa, ya casi tenía 7 meses, y continuaban sin saber los géneros de los bebés. Pasó sus ojos por su cuerpo, una fina bata blanca de maternidad era lo que la cubría, Shawn no pudo evitar pensar que Thea se veía preciosa estando embarazada.
—¿Cómo estás? —Shawn le preguntó guardando su distancia, algo tenso.
—Los bebés están bien, me he estado cuidando. —Respondió la castaña suponiendo que eso era lo que él realmente quería saber.
Él asintió sintiéndose de repente culpable, algo en su mente le dijo que ya no estaba tan presente en el embarazo de Thea, al menos no como lo estuvo en el de Kian, ¿sus bebés reconocerían su voz si les hablaba? ¿Se moverían?
—¿Ya los sientes moverse? —Cuestionó y Thea asintió.
—Siento que se mueven más de lo que Kian lo hacía comparándolos en el mes que están.
Shawn miró con detenimiento el vientre de su esposa, como si con esa acción los bebés fueran a moverse. —¿Puedo? —Preguntó estirando su brazo hacia su vientre, indicando que quería sentirlo.
Thea le sonrió, tomó su mano y lo guió hasta la cama. Se sentó en la orilla del colchón con Shawn sentado a su lado. Thea subió su bata de dormir hasta que esta quedó arremangada por debajo de sus senos, el rey suspiró y, mirándola a los ojos, posó su mano en su vientre.
Era claro que no iba a recibir una gran reacción, pero a él le gustaba hacer eso, lo hacía sentir más cercano a sus hijos, así como lo hizo con Kian, también quería hacerlo con los gemelos, pero tristemente se dio cuenta que no sería igual, él no iba a poder pasar todo su tiempo junto a Thea, por ende, no pasaría tiempo tratando de conectar con esos dos bebés.
"Ellos serán más suyos que míos", pensó para sí mismo desviando su mirada de la de su esposa, se centró en su vientre y luego de unos largos minutos en silencio se alejó.
No podía hablarle a esos bebés.
—Es momento de que me retire. —Habló poniéndose de pie. —Descansa.
Esas iban a ser sus últimas palabras antes de que se marchara, pero Thea lo tomó de la mano impidiendo que se fuera.
—Quédate a dormir conmigo. —Pidió su esposa, y eso no lo pidió por ella, lo pidió por él, porque sabía que a Shawn no le hacía bien estar solo.
Él la miró en silencio, pensó en negarse, pero luego se dijo a sí mismo que Thea estaba embarazada, que ella también había estado teniendo unos días malos, y que quizá él no podía hacer algo para hacerla sentir mejor, pero mínimo podía quedarse por solo esta noche.
Solo una noche más.
—Está bien. —Se limitó a decirle, Thea sintió alivio, se puso de pie acomodando su bata de dormir, mientras que Shawn algo cansado comenzaba a quitarse su traje.
Al finalizar, Shawn quedó únicamente en bóxers, y sin más, ambos se acostaron apagando las luces. Thea se acercó a él, lo abrazó, y Shawn dócil se acurrucó en sus brazos.
Y Thea lo sintió llorar hasta que se quedó dormido.
El día siguiente era el cumpleaños del rey.

ESTÁS LEYENDO
G O L D |S.M.| #3
FanfictionLa crueldad y la maldad son las columnas que sostienen el castillo, y un Rey desquiciado es quien domina su destino. En un reino donde lo que se creía oro, terminó cayendo al suelo como simples cenizas de lo que alguna vez fue considerado un tesoro...