G O L D |S.M.| #3

XLV

XLV. "Te lo di Todo"

Dos semanas habían pasado desde que reparé en qué estaba embarazada. O que lo había asegurado así.

En estos días, un psicólogo de la confianza de Shawn había venido para hablar con Kian, y según él, no teníamos nada de que preocuparnos, aparentemente él solo tenía una enorme imaginación que lo hacía crear diversos mundos dentro del castillo, lo cual era bueno, pues distinguir entre diversos mundos y la realidad generalmente era un problema, pero con Kian no era el caso.

—Él únicamente se sentía solo, por lo que creó un escenario donde no fuera así. —Shawn frunció su entrecejo.

—¿Está diciendo que no paso suficiente tiempo con mi hijo? ¿Es mi culpa que mi hijo se sienta solo? —Cuestionó claramente consternado.

—No, su majestad, me refería más a que el príncipe no tiene a alguien de su edad, está creciendo aislado, sin amigos, sin hermanos. —Shawn asintió pensativo.

—Entiendo, ¿no hay nada más de qué preocuparse? —Continuó preocupándose por el bienestar de su heredero.

—No, eso es todo, alteza, ¿algo más en lo que les pueda ayudar? —Dijo cortésmente mirándonos, Shawn negó.

—No, muchas gracias por venir. —Respondió mi esposo despidiéndolo antes de estrechar su mano.

—Con su permiso, sus majestades. —Y con eso salió del despacho, dejándonos solos.

Miré a Shawn, continuaba con su entrecejo fruncido. —¿No te convenció lo que dijo? ¿Buscarás una segunda opinión? —Pregunté y él me miró.

—No, Tomlinson me lo recomendó, confío en él.

—¿Tomlinson? —Repetí sin tener idea a quien se refería.

—Si, hace años, la primera vez que te llevé al club conocimos a una pareja, quizá te acuerdes más de Harry que de Louis. —Explicó, ¡pero claro que me acordaba de Harry! Aún cuando nunca lo volví a ver, y de su esposo también me acordaba, pero no sabía su apellido.

—Los recuerdo. —Respondí y entonces lo miré ahora yo confundida. —¿Mantuviste contacto con ellos todos estos años? ¿Cómo es que nunca me enteré que hablabas con Louis?

—La única persona que sabe que hablo con Louis, es Louis.

—¿Pero por qué nunca me lo dijiste?

—Nunca me preguntaste, además, no me gusta exponer mis contactos, de esta manera es más seguro. —Contestó pasando de mi para ir y servirse whisky.

Suspiré, estos días Shawn había andado de mal humor, lo cual para mi resultaba en cierta forma oportuno, pues casi no pasábamos tiempo juntos por lo que no notaba mis náuseas en la mañana ni mis ligeros mareos.

—Como sea, ¿cómo es que recurriste a él para esto? —Hice referencia a la situación de Kian.

—Ellos también tienen un hijo. —Se limitó a decir. —No quiero ser grosero pero, ¿podrías dejarme solo?

No le dije nada, sintiéndome algo molesta me fui azotando la puerta a mi salida, Shawn no me seguiría, nunca lo haría.

Y mientras avanzaba en uno de los pasillos, tuve un ligero mareo por el que terminé sosteniéndome de la pared para estabilizarme, bajé la mirada y respiré profundo.

Creí que nadie lo había visto, pero no fue así.

No pasó mucho tiempo para que todo finalmente comenzara a caer a pedazos.