XLIV. "El Cielo o El Infierno"Primera Parte.
Cuando regresé al castillo, Kian dormía en mis brazos, eran las nueve de la noche, generalmente a esta hora mi pequeño se duerme.
—Hace un puchero como el que tú hacías de pequeño mientras dormías. —Nash comentó.
—¿Yo hacía pucheros? —Le Cuestioné intrigado, yo no tenía consciencia de eso.
Él asintió. —Pensé que lo sabías. —Me quedé callado. ¿Cómo iba a saberlo? Si los únicos que pudieron habérmelo contado eran mis padres. Mi madre estaba muerta desde mi niñez como para si quiera recordarla, y mi padre me aborreció... pero no más que yo a él.
Besé la cabecita de Kian, no importaba lo que pasara más adelante, incluso, él podría querer matarme sin motivo alguno, y yo lo seguiría amando más que a mi vida misma. Cuando dije que sería un buen padre, fue lo más real que pude haber dicho.
—Prácticamente acabas de admitir que observabas dormir a Shawn, eso es un nuevo nivel de acoso, Nash. —Matthew dijo y todos reímos. Pero para mi eso fue tan normal, Nash y yo compartimos desde pequeños no solo habitación, algunas veces también cama, no podría contar las veces que lo miré dormir, babeando la almohada, o las veces que lo escuché hablando solo. Y ahora que lo pensaba, Nash y yo siempre estuvimos juntos.
Al entrar al salón principal todos nos despedimos para tomar nuestra propia ruta, avancé hasta la recámara de Kian, cuando entré cambié su trajecito por una pijama, lo arropé y besé su frente a la vez que pensaba que mi príncipe tenía el sueño bastante pesado.
Salí de su recámara pasándole el seguro, recorrí el pasillo y tal como lo esperaba, me encontré a Enzo quien no tardó en hacer una reverencia; —¿Y la reina? —Pregunté.
—En su alcoba, alteza.
—¿Y Troon? —Cuestioné interesado por el animalito.
—La reina lo llevó a su cuarto, pasó toda la tarde con ella, majestad. —Sonreí imaginando a Thea con el cachorro, debió haber sido bastante adorable.
—Puedes retirarte. —Dije sin más y retomé mi marcha.
Sin otra interrupción, llegué a la alcoba, abrí la puerta sin problema, por alguna razón me molestaba que Thea casi siempre olvidara pasarle el seguro a la puerta, en si, creo que solo me molestaba la idea de las puertas sin seguro.
La habitación estaba casi a oscuras, la poca luz que tenía provenía de las lámparas a los lados de la cama, cerré la puerta (con seguro), visualicé a mi castaña acostada dándole la espalda a la puerta, una delgada sábana cubría su cuerpo, creí que estaba dormida, por lo que me acerqué con cautela a la cama rodeando esta misma, confirmé que estaba dormida, se veía tan tranquila, tan bonita, no quise perturbarle el sueño, besé su cabeza y me alejé.
Fui al baño donde me desnudé con rapidez para darme un baño, al terminar me sequé y salí envuelto en una toalla para vestirme, primero me puse un bóxer, pensé en quedarme así, pero terminé con un pantalón gris de dormir y una playera sin mangas negra.
Al girarme, vi a Thea incorporándose, sus ojos azules me miraron e hizo una mueca, como si quisiera sonreír antes de bostezar.
—¿Y Kian? —Fue lo primero que preguntó mientras se ponía de pie, como acto involuntario mis ojos la recorrieron, suspirando al verla acercarse a mi con tan solo ese camisón delgado y rosa.

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G O L D |S.M.| #3
FanfictionLa crueldad y la maldad son las columnas que sostienen el castillo, y un Rey desquiciado es quien domina su destino. En un reino donde lo que se creía oro, terminó cayendo al suelo como simples cenizas de lo que alguna vez fue considerado un tesoro...