36.
Alexa.Estoy aturdida. Julissa me trae agua mientras intento no seguir llorando. La respiración me falta, y las palabras de Simon me hunden cada vez más. Intento no recordar el cuerpecito de Will lleno de sangre, pero la angustia y tristeza me hace verlo cada vez que cierro los ojos para retomar fuerzas. Comienzo a sentirme mareada, pero mi amiga está aquí para apoyarme. Ella me toma por los hombros y me atrae a su cuerpo para abrazarme.
El alma se me cae a los pies cuando a mi mente viene la idea de un Will muerto, pero desecho todos esos pensamientos y me aferro al deseo de que viva. Porque sé que a Simon, de no ser así, eso le destruiría la vida.
He llegado a la casa de los Rowling entre llantos y palabras confusas, por el momento Julissa es la única que no me ha preguntado algo, pero la mirada insistente de Nathan me hace saber que en cualquier momento me hará todo tipo de preguntas sobre por qué Simon no vino conmigo. Aun así, me he prometido a mí misma no decir ni una sola palabra, por más que Simon necesite de su ayuda. Ya que debo dejar que él solo arregle las cosas, y por muy peligroso, arriesgado y suicida que me parezca, dejaré que él solo arregle todo esto, porque Simon lo necesita, necesita deshacerse de los problemas.
—Alexa.
Levanto la mirada hacia Nathan, aun en los brazos de Ju intento no sentirme nerviosa, pero se me hace imposible.
—¿Y Simon?
Note esa presión en mi pecho que me amenazaba con hacerme contarle todo a Nath, pero me trague las ganas y guarde silencio mientras él no apartaba su mirada de mí. Sabía que se preocupaba, pero en estos momentos lo único que yo necesitaba es que me comprendieran en silencio, y prometieran no irse de mi lado, no ahora, no nunca, por muy egoísta que resultara. Me levante del sofá y subí las escaleras, escuche como Ju regañaba a su hermano por hacerme sentir incómoda, pero la verdad era que nada era su culpa, aquí no había culpables, solo mi maldito deseo de ver a Simon lo más antes posible para poder abrazarlo, besarlo y decirle que debía ser fuerte para lo que fuera que se avecinaba.
Aún seguía sintiéndome rara por el hecho de amar a Simon, nunca antes lo había hecho, me temía que todo esto fuera uno más de los caprichos que me ponía la vida, como la vez en que se me dio la oportunidad de trabajar en el bar, lo hacía solo por sentir la adrenalina y salir del circulo repetitivo en el que me encontraba, y aunque todo terminó siento mejor, no fue más que un capricho mío. Y ahora que tenía a Simon, me temía todo eso, también temía que él se diera cuenta que yo no era más que otro, pero en sus hombros y me dejara. Porque a si vida yo no le aportaba más que preocupaciones.
Llegue a la cama de Ju y me acosté en ella, deje mi rostro reposar en la almohada hasta que sentí que todas mis angustias se disipaban con el pasar de los minutos. No fui así hasta que sentí una mano acariciando mi cabello y espalda. Cuando me levante di con el rostro de mi amiga, ella también necesitaba respuestas a como las necesitaba Nath, pero escondía su curiosidad detrás de una sonrisa que mantenía mis fuerzas.
—¿Todo bien? —tomó asiento a mi lado.
—Eso creo —le digo mientras intento recuperar el aire—. La verdad es que no sé qué sucede, tan solo tengo un poco de información sobre ello, pero eso no me responde el montón de preguntas que me acechan.
—¿Y todo eso tiene que ver con él? ¿Con Simon?
La miro, y supongo que Ju es alguien de confianza para hablar sobre aquello, después de todo es mi mejor amiga y, además, ella al igual que yo se preocupa demasiado por todo lo que le sucede a Simon.
—Comienzo a creer que todo a mi alrededor tiene que ver con él —sonrío con cierta tristeza y ella me sigue con la risa.
—Quien iba a decir que terminarías siendo novia de Simon —empuja levemente mi hombro mientras ríen con cariño—, creí que no eras del tipo de chicas que adoraban a los chicos llenos de adrenalina.
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La melodía del luchador.✅
Teen FictionSimon Hoyles vive bajo la traición de su hermano mayor, después de todo el tiempo que ha pasado intentando superar aquello se le es muy difícil olvidarlo. Ha tenido que pasar noches enteras bajo golpes de otros para poder así calmar sus angustías y...