Capítulo 3*

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Pov Black:



La alegría me embarga, ¡ELLA SE ACUERDA DE MÍ! No podría ser más feliz... Bueno, digamos que eso no duró ni dos segundos: casi al instante, su sonrisa se borra y cambia por un gesto de preocupación. Su corazón se acelera y empieza a forcejear con las restricciones mientras mira para todos lados. Sé que no podría romperlas, están preparadas para las especies: esposas soldadas a los barrales de la cama.

- No, no puedo estar acá, tengo que salir.

- ¿Por qué? Todo está bien Zidf, quedate tran...

No puedo ni terminar la frase: no necesitó soltarse de las esposas, directamente destroza la cama, arrancando los barrales a donde estaban soldadas las esposas. ¡Sí que tiene fuerza! Me quedo como pelotudo mirándola, hasta que mi cerebro procesa lo que está viendo y corro tras ella, que ya casi está en la puerta de la habitación. La sostengo contra mi cuerpo, atrapando sus brazos bajo los míos, en tanto intento llevarla de vuelta a la cama; tengo que sostenerla de alguna manera para que no se escape.

Zidf se retuerce y patalea, intenta soltarse de mi agarre, pero entre sus brazos atrapados y los pesados barrales colgando de sus muñecas, se le dificulta en gran medida su tarea. La pongo a la fuerza sobre la cama y me echo sobre ella para evitar que se mueva.

- Calmate por favor, nadie te va a hacer nada acá.

- Ya lo sé, no es por ustedes, es para mantenerlos a salvo.

- ¿De qué estás hablando?

- Tengo un chip, vendrán a buscarme y van a hacerles mucho daño. No puedo permitirlo.

Ella sigue peleando y yo intento procesar sus palabras. Antes de que pueda abrir la boca, las puertas de la habitación se estrellan con fuerza contra la pared y todo el grupo médico entra, seguido de Justice, Slade, Moon y Obsidian; seguro Justice quería hablar con Zidf, mas sobre todo, está acá junto con los demás para cuidar de sus mujeres ya que incluso Jessie ha entrado al lugar.

- Denle un sedante.

- Tres veces la dosis. Según las grabaciones, tiene mucha más resistencia que nosotros al él.

Allison prepara rápido la jeringa y se acerca a nosotros dispuesta a pinchar a Zidf.

- Descubrile el brazo, tengo que sedarla rápido.

- ¡NO!

Miro a Zidf que parece haberse calmado bajo mi cuerpo. Ella, a su vez, mira a Alli.

- Sedante no.

- ¿Te tranquilizarás? Si no lo hacés y atacás a cualquiera de las mujeres, en especial a mi Trisha, o a los demás humanos, yo mismo te pondré culo en pompa para que te seden.

Ella mira amenazante a Slade, no le gustó nada su comentario y, ahora que lo pienso, a mí tampoco en lo más mínimo.

- Mirá gatito, a mí no me amenaces. Si antes no te tenía miedo, lo que me pasó no cambió eso en absoluto.

Una risa colectiva se escucha por la sala, aunque Slade no parece muy feliz.

- Seguís siendo vos, la experiencia no te cambió ni un poco. Yo que vos no me meto con ella Slade, ya ni siquiera es humana y, si antes tenía mal carácter, ahora es más peligrosa teniendo colmillos y garras. Su lengua no es lo único afilado con lo que cuenta en este momento.

La voz de Tim se escucha y todos nos damos vuelta para verlo parado en la puerta de la habitación sonriendo. Vuelvo a mirar a Zidf y ella me devuelve la mirada: esa conexión se instala nuevamente entre nosotros. No hay nadie más en la habitación, nada malo pasó, ella está bien y nadie la alejó de mí.

Amor en combateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora