Amor en combate

Capítulo 25

Pov Black:

-¡NO, NO SE ACERQUEN!

Slade, Tiguer y varios más están a pocos metros de nosotros, en el linde del claro, mirando mientras Zidf lucha con su otra mitad; sus rugidos y cambios de voz, las muecas de dolor, todo muestra su sufrimiento.

Lleva un rato así, es fuerte pero su otra mitad también lo es y le está presentando batalla.

Flashback:

-¿Sabés dónde está ella no?

La pantera vuelve a mirar hacia la copa del árbol y sigo el punto a donde está mirando. Ahí lo veo: esos ojos de pupila recta...

Hay no... No otra vez.

-¿Zidf?

Ella gruñe y me muestra los dientes mientras clava las garras en la madera. Cierra los ojos, sacudiendo la cabeza, como si intentara despertar de un sueño o despejar su mente. Cuando abre sus ojos veo el cambio constante de sus pupilas: recta, circular, recta, circular, recta, circular... Está luchando, peleando por no volverse su otra mitad y yo rezo porque gane: cada vez que su mitad salvaje toma el control, todo siempre sale mal, termina herida, sintiéndose pésimo por lo que hizo estando en ese estado.

-Zidf tranquila, vos podés controlarla.

-No, yo no... No, no podés jajajajajaja, soy más fuerte que vos... ¡NO, NO LO SOS!

-Zidf no le hagas caso, sos mucho más fuerte, ella solo es una parte de vos y vos sos el completo, ella no existe sin vos.

Un gruñido escapa de sus labios y se debate violentamente sobre el árbol. La pantera gruñe y se alza sobre sus patas traseras, clavando las garras de las delanteras en el tronco. Rápidamente me acerco a ella para sacarla, Zidf está muy distraída y no en condiciones de defenderse.

-¡NO!

Alzo la mirada y Zidf me mira mientras aprieta los labios y su cara se pone cada vez más roja, los tendones de su cuello están tan salidos que parece que se romperán en cualquier momento y sus ojos son una cambiante constante de sus pupilas. Su voz es una mezcla de ambas, pero sus palabras se entienden con perfecta claridad.

-Él es... Midnight. No... no le hagas daño.

-¿Qué? ¿Cómo puede ser posible?

La pantera me mira con aburrimiento, como si me estuviera diciendo: "¿enserio, así como está pretendes que ella te responda?"

-Olvidate, no me respondas, te creo pero vos tenés que calmarte, sabés cómo hacer para volver, vos podés.

Ella se retuerce, agarrándose la cabeza mientras veo sus garras clavarse en sus sienes y su cuero cabelludo. Puedo ver los hilos de sangre corriendo por su piel y ella salta hacia mí, quedando frente mí. Está en modo de ataque pero puedo ver que sus pupilas siguen cambiado, que no es su otra mitad al 100%.

- Zidf calmate, nadie va a hacerte nada, no tenés por qué estar enojada. Solo calmate y respirá hondo, tenés que volver.

Parece que el dolor por luchar contra su otra mitad la ataca con fuerza ya que, de un momento al otro, ruge y se tira al piso, retorciéndose de dolor. Quiero ayudarla, aliviar su dolor, pero no puedo, solo ella puede hacerlo. Un rugido vuelve a escucharse pero, esta vez, no viene de Zidf. Mi vista se desvía hacia la pantera que supone ser Midnight y la veo mirando hacia el sur del claro, con el lomo arqueado, el pelo del mismo de punta, y los dientes y garras expuestas en advertencia.