Capítulo 35

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Pov Black:




-¿¡ESTÁN TODOS LISTOS!?

La voz de Tim se escucha con fuerza pero un tanto amortiguada por el ruido del viento soplando con fuerza por la compuerta semiabierta. El grupo asiente y nos acomodamos para disponernos a saltar en cuanto nos den la señal. Todavía no ha amanecido, el sol recién está rallando el alba; a pesar de no haber dormido mucho, me siento totalmente descansado y alerta.

Después de mi charla son Slade, ambos nos fuimos a la casa y me tiré a dormir en nuestra cama mientras él se fue a una de las piezas de invitados; sin embargo no pude dormir demasiado: imágenes de lo que le podría estar pasando a mi compañera surcaban mi mente sin parar y me desperté varias veces empapado en transpiración fría. Decidí que, ya que no podría conciliar el sueño tranquilo, me dedicaría a otra cosa: saqué todo el armamento que escondió Zidf por la pieza (que es mucho si soy sincero) y me puse a limpiar cada una con minusiosidad. Mi mente se concentraba en eso y no en lo que pasaría en un par de horas y así pude relajarme por un rato. Aún así, toda la tensión y la expectativa volvió de golpe y con más fuerza cuando la hora llegó y ahora estoy tenso como un cable de acero.

Salde, Tiguer y Fury no me han dejado solo en ningún momento, parecen tener un acuerdo entre ellos para que siempre haya alguien conmigo, alguno de los tres, tratando de distraerme y darme ánimos.

Cuando el avión que nos llevaría aterrizó en el Homeland a la hora pactada, me sorprendió: por fuera parecía un avión común, del tipo de los de vuelo comercial que hay en los aeropuerto pero, por dentro, era totalmente distinto: estaba vacío de asientos, el espacio era amplio y estaba diseñado como un avión del ejército, con computadoras, armamento, etc.

Ya dentro, todos fueron a sus posiciones y el avión despegó. Ahora estamos sobre el espacio aéreo donde se supone que está el lugar donde ese infeliz tiene atrapada a mi compañera y nos estamos preparando para iniciar el "ataque". Uno de los que están en los monitores le hace una seña a Tim entretanto la compuerta se abre del todo y él nos empieza a gritar (para hacerse escuchar) que nos movilicemos. Uno por uno se empiezan a tirar hasta que es mi turno y caigo suavemente sobre el techo de la edificación. Los que vigilaban el lugar ya están muertos y el olor a sangre inunda mis fosas nasales.

Sin perder tiempo entramos al edificio y todo está silencioso, no se ve ni un alma. Rápidamente nos dividimos en grupos e iniciamos el avance por la zona. Los pasillos están vacíos, parece un pueblo fantasma y estoy empezando a temer que nos hayamos equivocado de lugar, que el maldito se haya enterado de nuestro plan y haya huido con Zidf y no podamos encontrarla. Sin embargo, recuerdo que no es solo por encima del nivel de la tierra la construcción, sino que también hay una parte bajo el mismo y eso me relaja pero, a su vez, me pone todavía más alerta ya que puede que esto sea una emboscada y todo salga mal (cosa que ruego que no pase).

Al final del pasillo en el que estamos encontramos unas escaleras y, justo antes de abrirlas, el comunicador suena.

-Ya estamos en el centro de vigilancia del lugar, tuvimos que matar a un par pero no pudieron alertar a nadie así que siguen encubiertos.

-Bien, busquen dónde la tienen.

-Está en la parte norte, en la última planta, o sea a cuatro pisos por debajo de ustedes.

-¿Pueden verla?

-No, las cámaras de esa zona no muestra señal de ella pero hay una que está apagada y no la podemos activar por lo que, suponemos, que está ahí. De lo contrario esto es una trampa. Son las dos opciones que tenemos.

Amor en combateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora