Amor en combate

Capítulo 17*

Pov Black:

"La Zona Salvaje", pocas veces he estado ahí en el tiempo que hace que soy libre, unas dos o tres en total, y en todas no he pasado de la parte edificada, no me he introducido dentro de la espesa jungla. Sin embargo, ahí es hacia donde iríamos en breve.

Por el bien de Zidf y, por descarte, de todos los que la rodean, Justice dio la orden de su traslado a la Zona Salvaje. Ahí continuarían con los estudios de su persona, con la exploración de su cuerpo y todo lo que lleva el intento desesperado de ayudarla y, mientras tanto, ella estaría en un lugar "tranquilo" (por llamarlo de algún modo) y más a salvo porque, para que la encontraran, tendrían que enfrentarse a las especies de esa zona y a una selva llena de animales peligrosos sueltos.

En este momento estoy haciendo las valijas junto con mi compañera, ella está guardando todo lo que cree que va a necesitar ahí y, entre sus cosas, ya vi que guardó varias armas (con lo cual estoy de acuerdo). Si bien sé que es más protegido, como ella, no estoy del todo seguro de que estemos a salvo. Además, esa casa no va a estar reforzada como lo está esta. Vidrios anti-balas, paredes gruesas de más de veinte cm de espesor, puertas reforzadas dobles con una placa de metal entre dos hojas de madera de cinco cm cada una, techo reforzado con vigas lo suficientemente gruesas como para resistir un elefante, esta casa es una verdadera fortificación. Y todo porque Zidf se aburría estando fuera de la acción.

-¿Cómo te sentís con esto del traslado? No has dicho casi nada desde que nos lo dijeron en el Centro Médico.

Es cierto, desde que supimos la noticia, no ha pronunciado casi sonido alguno, parece sumida en su mundo y, la verdad, me preocupa lo que pueda estar pasando por su cabeza. Zidf cierra la valija que estaba armando y, apoyándose en ella, se queda en silencio un par de minutos más dándome la espalda. La escucho suspirar mientras baja la cabeza como si las cosas la superaran y me acerco a ella. Paso mis brazos por su cintura y pego mi pecho a su espalda en un abrazo protector.

Siento cómo se relaja lentamente y su respiración tranquila se acompasa a la mía. Mi nena se recuesta en mi pecho y veo cómo las líneas de tensión desaparecen con lentitud de su cara. Es tan hermosa, tan perfecta, tan... ella. Planto un beso en la cima de su cabeza con cuidado y, esta vez, soy yo quien suspira. Es simplemente increíble que, a pesar de las ganas y el deseo que siento por mi compañera, aún no me he unido a ella al completo. Las demás parejas que he conocido, como Justice y Jessie, Moon y Joyce o incluso Obsidian y Alli, no tardaron nada prácticamente en acoplarse con sus respectivas mujeres y, sin embargo, en mi caso, el tiempo pasa y lo máximo a lo que he llegado con Zidf ha sido a probarla, a acariciarla.

-Me pone nerviosa, pero sé que es lo mejor para todos. Actualmente, soy un peligro incluso mayor que cualquier grupo anti-especies, manifestantes o el que sea que venga por nosotros. No podría vivir conmigo misma sabiendo que las demás especies están en peligro por mi culpa.

Su respuesta me sorprende y a la vez no: sé perfectamente que no le gusta la idea de lastimar a alguien que no se lo merece, no se siente bien sabiéndose una amenaza para los demás. A ella le importan todos lo que conoce, las especies, incluso cuando era humana, y no quiere lastimarlos. Mas la parte de los nervios no me la esperaba. Siempre se la ve tan segura de sí misma, tan fuerte, tan "poderosa", que la idea de que algo así la ponga nerviosa me parecería casi risible, si no fuera porque la entiendo, todo esto es muy complicado, peligroso.

-Todo va a estar bien, ya vas a ver como todo se va a solucionar pronto.

-Ojalá tengas razón, no obstante, ambos sabemos que no va a ser fácil. Rolan le dijo de mí a esos manifestantes religiosos, a saber a quién más se lo dirá o a quién más engañará o contratará para que venga tras de mí.