Pov Black:
Gritos de dolor se escuchan por el pasillo a medida que me acerco a la sala de torturas: parece que Darkness ya empezó con la diversión sin mi. Aprieto el paso y me apresuro a llegar cuanto antes al lugar, quiero ser partícipe de esto, ese infeliz torturó a mi compañera y voy a encargarme de que sienta en carne propia todo el dolor que ella sufrió y más. Al abrir la puerta, el volumen de los gritos aumenta y una sonrisa de satisfacción inunda mi cada; sé que no está bien ésta sensación de "felicidad" antes esto pero, para ser justos, lo que está sufriendo ahora no debe de ser ni la quinta parte de todo lo que ha hecho éste infeliz y no hablo solo de mi mujer, sino también de todas las demás personas que la presidieron.
Mi compañero de tortura tiene al idiota de Rolan estirado sobre una mesa, con las piernas y brazos extendidos en cruz hacia las esquinas. Puedo ver varios cortes y heridas sangrantes por todo su cuerpo además de las que ya tenía por las garras de Midnight. Ninguna es mortal pero sí que son dolorosas y en los lugares juntos. En cuanto Darkness nota mi presencia, se detiene de lo que estaba haciendo y se vuelve hacia mí, mirándome con una sonrisa.
-¿Listo para cobrartelas y averiguar lo necesario?
-Completamente, es hora de causar un "poco" de dolor.
-Idiotas, ya les dije: ya pueden irme matando, no pienso decirles nada. Esa maldita se va a morir a menos que estén dispuestos a hacer un trato.
-No negociamos con enfermos. Te recomiendo que hables antes de que empecemos a torturarte enserio porque ahí sí que vas a cantar como canario, te aseguro que voy a hacer que conozcas una nueva definición de dolor.
Puedo ver cómo el infeliz traga con dificultad pero, se mantiene firme; lástima que apesta a miedo, lo exuda por cada uno de sus poros. ¿No sabe a caso que podemos olerlo? Menos mal que es "experto" en especies. Maldito idiota, voy a disfrutar de cada minuto que grite e implore por piedad.
A medida que me acerco, Darkness me ofrece pinzas y con esas, agarro uno de sus dedos y se lo rompo. Podría hacerlo con mis propias manos pero, así es más doloroso y lento, prolongando la agonía de un simple dedo roto. El estridente grito que debería haber surgido del idiota, es medio amortiguado por una mordida de labio del idiota en un desesperado intento por ocultar su sufrimiento, pero eso es completamente inútil: nosotros ya sabemos que sufre y esto es el comienzo simplemente.
-La cosa es muy simple: nosotros te vamos a infligir todo el dolor que tu cuerpo es capaz de soportar y más. Cuando veamos que estás por caer ya en la inconsciencia, no te lo vamos a permitir y hasta te inyectaremos epinefrina si es necesario para que sigas sufriendo. Si nos decís lo que queremos saber, para remos, sino vas a tener un muy largo camino hasta que te llegue la hora porque no vamos a encargar de retrasarlo todo lo posible.
-Estás fanfarroneando, no vas a poder sacarme nada y moriré sin que puedas hacer nada al respecto.
-No te lo creas: cuando estabas desmayado, te inyectamos un microchip que controla tus funciones, él nos dará las guías que necesitamos para que esto se prolongue todo lo posible.
Alcanzo a ver el miedo reflejado en sus ojos por un instante antes de que lo oculte tras una máscara de indiferencia mas, eso sumado al olor del mismo, deja su disfraz de tipo duro por el piso.
-¿Qué te parece si recreamos lo que pasó tu compañera para que sepa lo que se siente?
-Ojo por ojo, nunca mejor dicho.
Rápidamente, Darkness arregla un par de cosas y hace que la camilla donde está atrapado el infeliz se ponga derecha, quedando de frente a nosotros. Mi compañero me pasa un paralizador eléctrico y se acerca a Rolan que lo mira fijo, intentando hacerse el duro. Es una lástima que su propio cuerpo lo traicione, podría haber funcionado si nosotros fuéramos humanos. El macho prende el paralizador que produce un ligero sonido al inicial el generador eléctrico en su interior y lo pone muy cerca de una de las herida que tiene en el brazo. Una descarga de unos ciento cincuenta voltios solo por un instante, causando que su cuerpo se contraiga y un grito escape de su boca.
ESTÁS LEYENDO
Amor en combate
FanfictionLa capitana Zidf Black es una ex-marine que dejó a los Marines y se unió al equipo humano que ayuda a las especies a recuperar a otros de ellos que aún permanecen encerrados. En una misión ella conoce a 734, una nueva especie felina encerrado en un...