Pov Zidf:
Cobertura de chocolate y listo: torta de chocolate con crema y frutillas. Suspiro y admiro mi obra: nada mal para pasar varios años sin cocinar enserio y volver a hacerlo de la nada. Lo pongo sobre la barra y me preparo un té, necesito entretenerme con algo.
Empiezo a repasar la casa con los ojos, tengo muchas cosas que se podrían arreglar, mejor dicho que debo arreglar. Las paredes son muy finas, tendré que reforzarlas, las ventanas (si bien son hermosas y me encanta la luz natural) son un punto de entrada muy fácil para cualquiera: podre poner vidrios con maya de hierro dentro, eso evitará lo feo de las rejas. Las puertas son lindas, esa madera da un aire rústico, pero podría cambiarlas por unas más gruesas y, tal vez, con una plancha de metal por dentro.
En eso, suena el timbre y, al abrir la puerta, me encuentro con Joyce y Moon fuera. Me sorprende verlos acá.
- Hola Zidf.
- Hola chicos, ¿pasa algo?
- No, nada de eso. Solo vine a hablar con vos.
- ¿Profesionalmente?
- No, como amiga.
- Está bien, pasen.
- Yo me voy a quedar afuera.
- ¿Seguro Moon?
- Sí, es tema de mujeres.
Ambas nos reímos y ella besa a Moon antes de que nos metamos en la casa.
- Mmmm... ¿Y ese olor a chocolate?
- Ah, eso. Hice torta de chocolate, necesito entretenerme con algo.
- ¿Te sentís encerrada, no?
Corto un par de pedazos de torta y los llevo en platos al sillón donde nos sentamos.
- La verdad es que, no sé cómo me siento.
- ¿Querés desahogarte?
- Bueno, no tengo idea de cómo explicarme.
- Intentalo, con calma, tenemos tiempo. Y esto está muy bueno.
La veo comer la torta con ganas, parece que enserio está buena y yo misma lo noto cuando la pruebo. Realmente no perdí mi toque, modestia aparte.
- Gracias, hacía mucho que no cocinaba nada como eso ni nada tan elaborado.
- ¿Enserio? Nadie te lo creería probando esto.
- Me alegra saberlo. Y, con respecto a lo otro, estoy hecha un lío. Tengo tanto en la cabeza: por un lado está el tema de que ya no soy humana, pero tampoco soy una especie. Soy un monstruo atrapado entre ambas especies, soy ambos y nada a la vez. Un error de la naturaleza. Por otro lado está el tema de mi vida, el tema de que puede que muera en tres meses: tengo apenas veintiocho años, toda una vida, y no voy a alcanzar ni a cumplir los veintinueve. En tercer lugar está el tema de esto, no sirvo para estar inactiva Joyce. Me uní a los Marines para ser útil, para ayudar, para estar en acción y movimiento todo el tiempo; la vida hogareña no es para mí. Me siento atrapada, inútil. Cuando me volví parte del equipo humano me sentía como si hubiera encontrado mi lugar en el mundo, pero acá en la casa... No me puedo ver como "ama de casa", no va conmigo. Y por último está Black: no sé qué siento, no tengo ni idea de cómo encarar el tema con él. Los sentimientos nunca fueron una parte de mi vida; sí, tenía amigos y personas que me importaban, sin embargo... Nunca sentí "amor por nadie".
- Wow, es mucho.
- Ya sé.
Suspiro y me refriego la cara con frustración. Creo que eso fue la mejor explicación que puedo dar de mi tormenta interna. Son cuatro focos principales y cada uno más complicado que el anterior. No tengo ni la más pálida idea sobre qué hacer con ninguno y eso me está volviendo loca.
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Amor en combate
FanfictionLa capitana Zidf Black es una ex-marine que dejó a los Marines y se unió al equipo humano que ayuda a las especies a recuperar a otros de ellos que aún permanecen encerrados. En una misión ella conoce a 734, una nueva especie felina encerrado en un...