Por que Tú ?(Castiel y tú)

CAPÍTULO 2

La repentina desaparición de Castiel nos dejó a todos atónitos y confundidos, sin saber cómo procesar lo que acababa de suceder. Bobby seguía dormido en el suelo, lo que añadía a la extrañeza de la situación.

Dean y Zack me miraron y pude ver el desconcierto en sus rostros igual que en el mío.

— ¿Dean? Creo que es hora de irnos.— Le señale y Dean pareció volver a la realidad, sacudiendo ligeramente la cabeza para centrarse en el presente.

—Sí, tienes razón. No podemos quedarnos aquí toda la noche.—Se agachó y levantó a Bobby cuidadosamente, apoyándolo en su hombro. Zack y yo lo ayudamos a llevar a Bobby hasta el auto. 

— Deberiamos ir a la casa de Bobby para descansar.—

—Claro, ustedes digan, pero no le preguntan al dueño de la casa.— Soltó el comentario Bobby al levantarse de su sueño. Una risa general se desató entre nosotros mientras Bobby se levantaba, todavía adormecido pero recuperado del desmayo. Su comentario sarcástico nos ayudó a relajar un poco la tensión del momento. 

— Tranquilo, Bobby. Ya tomamos el control de la casa hace tiempo.— Le respondí con una usual sonrisa.

—Chicos, creo que es hora de decirle a Sam sobre lo que paso.— Todos nos quedamos en silencio, pensando en la sugerencia de Zack. Sabíamos que era importante mantener a Sam informado de la situación, pero había cierto nerviosismo en el aire.

—Él necesita saberlo.— Admito con seriedad.

—Sí, le diré cuando lleguemos a la casa de Bobby.

El viaje hacia la casa de Bobby se volvió en su mayoría tranquilo, con un silencio ocasional entre nosotros.

Zack me dejó recostarme en su hombro, permitiéndome quedarme dormida durante el viaje. Dean conducía y Bobby permanecía en silencio, claramente pensando en lo sucedido más temprano. Finalmente, llegamos a la casa de Bobby y me desperté al sentir el auto detenerse.

Sam ya estaba esperándonos en la casa de Bobby cuando llegamos. Al entrar, Dean y él comenzaron a hablar en privado, mientras Zack y yo buscamos algún buen libro en la sala.

Bobby, apoyado en el sofá, también buscaba algo interesante en los libros que se encontraban cerca. Yo permanecí cerca de él, sentada en otro sofá, hojeando algunas páginas mientras observaba la conversación de Dean y Sam en silencio.

Bobby llamó a otra cazadora llamada Olivia, pero no recibió respuesta. Al parecer, nadie tenía forma de contactarla en ese momento.

Dean y Sam parecían estar discutiendo en otra habitación, y pude oír cómo la voz de Dean se elevaba en tono de frustración y molestia.

Zack y yo intercambiamos miradas preocupados, conscientes de que la tensión entre ellos se estaba agitando. Así que nos acercamos para ver que sucedía.

—Pero yo no creo que un ángel del señor me haya salvado...— Dean sostuvo su cabeza con sus brazos en gesto de frustración.

—¿Pero por qué Castiel mentiría sobre esto?—Mi comentario interrumpió la discusión, y tanto Dean como Sam se detuvieron para mirarme. Dean, todavía frustrado, se volvió hacia mí, tratando de mantener la calma.

—No lo sé, tal vez es un demonio.—Dean parecía buscar una explicación lógica para la situación.

—¡Un demonio inmune a las balas de sal, las trampas, el cuchillo de Ruby!—Sam levantó la voz ante la creciente frustración, tratando de hacer entender a Dean la gravedad de la situación.—Dean, Lilith le teme a esa cosa.