— sé que estás mintiéndome, Iva — me mira con el ceño fruncido.
— pero si has leído la nota junto a mí — bufo y sonrío al ver de nuevo la linda caligrafía en la nota.
Hace varios minutos mientras almorzaba junto a Kim, aquel cuervo de intenso color negro que ayudé ayer se apareció volando con una pequeña bolsa de regalo entre las garras de sus patas, luego de aterrizar justo frente a mí, me la entregó y se trepó a mi muslo izquierdo.
Al abrir la bolsa, totalmente sorprendida me encontré con una hermosa rosa sin espinas, una nota y un estuche donde habían unos lindos anteojos con la montura muy delicada y cristales con la cantidad exacta de aumento que necesito.
No sé cómo supo cual era la cantidad y, aunque en un principio no quise aceptarlos, recapacité y he decidido quedarme con ellos debido a que en verdad los necesito, son bastante lindos y de una marca muy buena y costosa. Diego jamás podría comprarme algo así con el sueldo que lleva.
— entoces ¿me estás diciendo que el dueño de ese cuervo te ha obsequiado todo eso solo por haber curado el ala de su mascota? — asiento — ¡no me jodas! ¿cómo diablos supo que tú lo curaste y que justo unos anteojos así necesitabas?
— no lo sé, pero se lo agradezco bastante — acaricio la cabeza del ave en mi pierna y sonrío lanzándole un beso.
De verdad odio mentirle a Kim, ella es como una hermana para mí, somos mejores amigas desde que teníamos cinco años, pero no puedo decirle que el responsable de esto es el conde y mucho menos puedo dejar que sepa que mantenemos contacto alguno. Eso ha sido lo único que me ha pedido el señor Drácula y no puedo incumlplir su petición.
— Iva — la miro — ¿no estarás siéndole infiel a Diego, verdad?
— claro que no, Kim — grito molesta — pareciera que no me conoces.
— nadie sabe, sería entendible en tu caso, después de todo Diego ni te toca.. — se calla de golpe.
Me detengo de acariciar al ave para mirarla con el ceño fruncido — ¿tú cómo sabes eso? No recuerdo haberte contado eso nuca.
Tarda unos segundos en silencio y al final suspira y niega — ya veo que estás loca, Iva, claro que me lo has dicho.
No le respondo y me quedo pensando eso mientras veo como toma sus cosas del suelo y se pone de pie para luego irse. ¿le había comentado eso a Kim? no recuerdo haberlo hecho, algo tan penoso para mí no lo diría así de fácil. Ni siquiera a ella.
Bueno, supongo que no debería preocuparme tanto por eso Tomo los anteojos del estuche y me los coloco notando la gran diferencia de inmediato. Miro al ave y sonrío.
— ¿qué tal? — le pregunto y él me observa —no sé cómo se supone que le contaste todo lo de ayer, y si es cierto que puedes hablarle, dile que se lo agradezco de todo corazón. Estoy pensando mucho en su propuesta — el ave grazna y aletea, se sube a mi mano y yo la elevo hasta que queda frente a mi rostro — estoy pensando en un nombre para ti...
***
Llego a la casa y suspiro dejando la mochila sobre el sofá para luego dirigirme a la cocina donde me sorprendo al verlo aquí.
— ¿qué haces aquí? — el se gira a mirarme con el ceño fruncido.
— ¿acaso no puedo estar en mi casa? — su tono no me gusta.
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La Elegida de Drácula
VampireBienvenidos a mi mundo, un mundo donde los humanos viven bajo el régimen de los vampiros y ha sido así desde casi mil años. No me mal entiendan, si bien ellos son quienes tienen el poder, no vivimos bajo una tiranía, todo es pacífico... Aunque exist...