— oye, anciano... — murmuro interrumpiendo el silencio, los dos estamos avanzando por la carretera en su auto.
Me mira brevemente y luego atiende al volante — ¿qué sucede, Evie?
— es que no me has dicho nada sobre lo que planeo hacer, por favor, dime qué opinas... como te has quedado callado no sé si estás molesto — hablo en voz baja.
Se ríe mientras se detiene en un semáforo y luego me mira — Evie, lo que opine yo o el mundo no debe importarte nunca ¿escuchas? No puedo molestarme contigo porque quieras hacerte eso que deseas, no soy tu padre ni nadie para prohibirte realizar tus sueños, por el contrario quiero ser quien te ayude a realizarlos. Siendo totalmente sincero contigo, me gustas tal y cual estás, pero si tú no te sientes conforme con tu cuerpo estás en plena libertad de hacer lo que quieras con él — me sonríe y acelera cuando el semáforo cambia de color — eres adulta e independiente, puedes tomar decisiones propias.
— ¿entonces, tengo tu permiso?
Rueda los ojos sin dejar de sonreír — tonta, te acabo de decir que no soy tu padre, no necesitas mi permiso para nada ¿de acuerdo? Haz lo que necesites para sentirte bien contigo misma, yo te apoyaré en todo... siempre y cuando tu bienestar no corra peligro.
Sonrío mirando su perfil — eres un hombre extraño, anciano... demasiado permisivo incluso con tus empleados.
— he vivido demasiado, Evie. Ser un tirano no me beneficia en absoluto, por el respeto mutuo que nos tenemos sé que puedo contar con ustedes para todo y todos cuentan conmigo — me mira — se cazan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre, Evie... siempre recuerda eso.
Me le quedo mirando con admiración total. Jamás había conocido a alguien como él — eres increíble...
Solo sonríe y no dice nada más. Llegamos al cine donde luego de aparcar el auto, él sale y me abre la puerta mientras yo tomo mi bolso de mano. Avanzamos por la entrada donde transcurren varios grupos de personas, unas entrando y otras saliendo.
— ¿qué veremos? — le pregunto una vez hemos cruzado la entrada principal y avanzamos hasta colocarnos en la cola de la fila para comprar las taquillas.
— no lo sé, tú escoge.
Miro la cartelera en las paredes, algunas son infantiles y otras se ven muy interesantes... veo un cartel que parece de terror donde sale una mujer y una niña con un saco en la cabeza. El orfanato.
La señalo — quiero ver esa.
Noto la sonrisa de burla que se asoma en sus labios — ¿segura? Creo que es demasiado fuerte para ti.
Asiento, ignorando el tono burlón de su voz — tienes razón, probablemente no quiera ni levantarme a orinar mientras duermo o me orine mientras la veo, pero estoy dispuesta a soportarlo.
Me mira con curiosidad — ¿y eso por qué?
— porque tengo a mi lado al más indicado para cuidarme de los monstruos malos ¿no es cierto?
Se ríe aún más — solo dices eso para que no te deje sola mientras duermes, pero está bien, espantaré a los monstruos por ti.
Le sonrío y busco mi teléfono en mi bolsa al escucharlo sonar. Veo en la pantalla que es un mensaje de un destinatario que jamás pensé que me volvería a hablar.
"¿podemos hablar? Soy Diego".
Mi ceño se frunce y bloqueo el teléfono sin molestarme en responder. Dominic pide las taquillas y la dependienta se las entrega luego de enseñarme que soy mayor de edad. Es una molestia, pero soy "muy infantil" o eso dicen por mi rostro.
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La Elegida de Drácula
VampireBienvenidos a mi mundo, un mundo donde los humanos viven bajo el régimen de los vampiros y ha sido así desde casi mil años. No me mal entiendan, si bien ellos son quienes tienen el poder, no vivimos bajo una tiranía, todo es pacífico... Aunque exist...