La Elegida de Drácula

28 | la mejor para ti

— ¿de verdad te irás? — pregunto sentado en la cama mientras ella trae ropa y la mete en una maleta.

Asiente — lo necesito.

— ¿qué pasará con los niños?

Se detiene, me mira con el ceño fruncido y me lanza lo primero que toma con enfado. Me río sin poder evitarlo — deja de actuar como si estuviéramos en medio de un divorcio, estúpido vampiro — me vuelvo a reír — en cuanto a Aisha, es obvio que me la llevaré, aún es muy pequeña y yo soy su veterinaria.

Tomo la prenda que me lanzó y resulta ser unas tangas de encaje — vaya... — la arrebata de mis manos para guardarlas — te voy a extrañar, Evie.

Me mira deteniéndose y sonríe — yo también a ti, pero te aseguro que valdrá la pena este tiempo.

Suspiro asintiendo — ¿necesitas más dinero?

— ¿ya te decidiste a ponerme en tu testamento?

Ruedo los ojos — hablo en serio, Candy.

— sí, pero que sea de mi sueldo, ya me has dado demasiado

— está bien. — la ayudo a cerrar la maleta y ella la pone en el suelo. Está de pie frente a mí y yo sentado al borde de la cama.

— te he dejado suficiente comida en el refrigerador.

Enarco una ceja — ¿a qué te refieres?

Se acerca a mí — he estado sacándome sangre todo este tiempo y almacenándola en tu refrigerador personal por si ocurría cualquier emergencia, no quiero que pases hambre y soy muy egoísta para permitir que consumas la sangre de alguien que no sea yo.

— ¿esos son celos? —murmuro divertido, bajándole uno de los tirantes de su vestido.

Se inclina hacia mí, sosteniéndose del colchón y dejándome atrapado. Con su rostro muy cerca al mío se muerde el labio — ¿qué pasaría si los fueran?

— tendría que hacerte el amor ahora mismo, digo, también como una despedida... vas a estar fuera mucho tiempo.

Se ríe — eres un tonto.

La tomo del mentón — por ti soy eso y más.

La desnudo por completo y aún estando de pie frente a mí, beso sus muslos haciendo que apoye la pierna izquierda en el colchón y deslizo mi lengua por la cara interna de la misma hasta llegar a su monte de venus, separo sus labios con mis dedo y la lamo por completo ganándome varios suspiros de su parte. Sonrío complacido y me pongo de pie deslizando mis manos por sus costados.

Quito sus lentes y los dejo sobre la mesa para mirar a sus ojos con picardía — ¿qué te gustaría que hiciera?

Suspira — pues me encantaría que hicieras muchas cosas, pero tomando en cuenta que Madame Pink está esperando...

Me río — comprendo, entonces hagámoslo rápido, Evie.

La sostengo de los muslos para que me rodee la cadera con ellos y ella se ríe cruzando uno de sus brazos por mi cuello mientras que con el otro me acaricia el mentón, mirándome a los ojos — me encantas, conde... — murmura con sinceridad — te prometo que seré la mejor para ti — sonrío — te quiero mucho.

— yo también a ti, mi dulce Evie.

{***}

Cierro la aplicación luego de depositar el "adelanto" en la cuenta de Evie. Hace apenas dos días que se fue junto a mi hermana y su ausencia por aquí se nota bastante.