La Elegida de Drácula

41 | la señora Black

La ceremonia transcurre rápido y sin ningún contratiempo, ya los dos han dicho sus votos matrimoniales y han intercambiado anillos, todo es tan perfecto que si pudiera llorar sin dudas lo haría.

Ambos firman el documento del juez y él los declara marido y mujer. Soy la primera en ponerme de pué para gritar y aplaudir como loca mientras se besan, Derek filma todo y el fotógrafo les toma las fotos, es el único que puede hacerlo ya que se confiscaron los teléfonos de los invitados para evita que tomaran fotografías, la princess aceptó enviarle las fotos a Morelo y debe esperar a que ella sea la primera en publicarlas.

—Ivonne—

Ya es la hora de la recepción de la boda y todavía no me puedo creer que estoy casada con este hombre. Nuestro baile de recién casados ha terminado y ahora bailan junto a nosotros todos los demás invitados, pero para mí es como si solo estuviéramos nosotros dos.

Me he cambiado el vestido, bueno, en realidad solo le he quitado toda la parte pomposa de la cintura para abajo pues para eso estaba diseñado quedando como uno ceñido a mi cuerpo hasta medio muslo y con una apertura muy corta en el izquierdo, dejando a la vista mis medias y liguero allí. Dominic por su parte se ha quitado el saco y ahora solo va en camisa y corbata.

Con cada segundo se repite una y otra vez en mi cabeza las escenas de la ceremonia en la playa, la Madame sí que supo llevar a cabo mis ideas de decoración, debo agradecerme por eso más tarde, pero lo que más me revuelve el estómago es recordar las palabras de Dominic en sus votos, no pude contener las lágrimas en ese momento. Creo que soy la mujer más feliz en este mismo momento.

— a ver, escuchen todos — la Madame se apodera del escenario cuando la música acaba. Me giro entre los brazos fe Dominic y la veo con el micrófono en manos — todo muy perfecto, pero hay algo que no puedo pasar por alto, quiero que la novia suba su culo aquí y cante.

Mi ceño se frunce ¿yo cantar? ¿desde cuándo?

— no pongas esa cara, perra — me mira — te escuché cantar varias veces la misma canción cuando estuvimos en Irlanda, me dio curiosidad y al buscar descubrí que es de una cantante latina. Tengo aquí el instrumental y quiero que subas a cantarla justo ahora.

Con el ceño fruncido veo a todo el mundo clavar su mirada en mí mientras gritan para que suba. ¿es que acaso la Madame está loca? ¿cómo me pide que cante una canción que nadie aquí va a entender? ¿qué sentido tiene eso? Sin embargo no puedo negarme ya que todos siguen insistiendo, incluso Dominic me lo pide al oído.

Rendida me alejo de él y voy hasta el escenario con su hermana, la miro — nadie va a entenderme cantando en español, Madame.

— por supuesto que sí, a quien se la vas a dedicar te entenderá — me responde entregándome el micrófono.

Vuelvo a fruncir el ceño — ¿Dominic habla español?

Me mira como si fuese idiota — princess ¿qué crees que se hace cuando se vive tanto tiempo como lo ha hecho mi hermano? Es obvio que se aburría mucho y se entretuvo aprendiendo varias cosas como idiomas y estudiando en la universidad diferentes carreras. No existe idioma en este mundo que él no sepa hablar, no lo subestimes.

Esas son cosas que tampoco sabía ¿qué tantas cosas más voy a descubrir de ti, Dominic?

Ella me da un beso en la mejilla — los demás no sabemos tanto, pero creo que te entenderemos un poco. Rómpete una pierna.

Se baja del escenario dejándome sola. Coloco el micrófono en su base y lo ajusto a lo altura. Debo agradecer que he perdido el miedo escénico porque sería un manojo de nervios ahora mismo. El instrumentar comienza y de inmediato comienzo a cantar cuando llega mi parte.