La Elegida de Drácula

34 | una fiesta, una propuesta

Hoy es el día. Por fin, después de casi una semana de planificaciones ha llegado el día de la sorpresa que entre todos para Dominic.  Estoy tan emocionada que casi ni puedo esconderlo mientras como mi helado en su compañía.

Nuestro cumpleaños es mañana, pero entre Madame y yo decidimos hacer la sorpresa justo a media noche de hoy y por ende debo mantenerlo entretenido fuera del palacio por lo que resta del día, apenas son las siete de la noche y ambos estamos en el parque.

— ¿en qué piensas, cucú? — pregunto al verlo tan distraído.

Me mira y niega — nada importante, Evie.

Asiento y le entrego el helado para luego ponerme de pie y tirar de él hasta el puesto de manzanas con caramelos. Él me consiente toda la noche y en todos mis caprichos de cosas dulces de la feria hasta que cierran a las diez y media debido a que se acerca la hora de cacería. Vamos a cualquier lugar y nos sentamos allí a hablar de cosas al azar hasta que por fin llegan las once y media.

— deberíamos irnos ya, está muy oscuro y tanta azúcar me está poniendo hiperactiva.

— muy bien... — me ayuda a bajar del muro en que estaba sentada y luego me abre la puerta del auto. Miro con discreción los mensajes de Madame diciendo que todo está listo — fue un buen día ¿no crees?

Asiento — ha sido perfecto.

Besa mi mano para luego poner en marcha el auto. Bostezo y miro la carretera iluminada por las farolas mientras avanza. Estuve a punto de quedarme dormida, pero el ver los muros del palacio me detuvo. Luego de dejar el auto en su lugar y saludar a los chicos que hacen guardia, caminamos hasta la puerta principal donde, apenas él abre, todo el mundo sale gritando sorpresa y estallando bombas de serpentina en nuestra dirección. Mi sonrisa de emoción aumenta al ver que en los carteles no solo está el nombre de Dominic como planeé, también el mío.

Me quedo sin palabras al igual que Dominic y es que, si bien yo organicé todo para esto, no me esperaba que la sorpresa también fuese para mí. Ahora que me fijo bien, incluso mis padres están aquí.

Las lágrimas de emoción se aglomeran en mis ojos mientras la Madame camina hasta mi para colocarme un listón con la palabra "cumpleañera" e igual uno a Dominic. Aplauden cuando dejan de cantar y mis padres corren hasta mi para felicitarle y abrazarme. Los chicos también nos rodean con abrazos y gritos que me hacen reír aún mas. Cuando por fin se alejan, no pierdo tiempo en lanzarme a los brazos de Dominic, besarlo y luego abrazarlo a lo que él me corresponde. La Madame aplaude llamando la atención de todos mientras los de servicio nos entregan copas de champán.

— debe ser broma de la perra vida que este par cumplan años el mismo día — se ríe y me mira — ustedes son mi pareja favorita y, aunque no es mi cumpleaños, he deseado que lo suyo sea eterno — sonrío — damas y caballeros, esto es solo el inicio, la fiesta hoy es todo el día.

Todos gritan elevando sus copas y a mí ya me duelen las mejillas de tanto sonreír, me siento demasiado dichosa en este momento.

La fiesta sigue hasta alrededor de las tres y media de la madrugada cuando mis padres se van a dormir y yo los imito dejando a Madame y los demás festejando solos. Ahora estoy dándome un merecido baño, estuve todo el día fuera y me sentía pegajosa.

— tú estuviste detrás de todo esto ¿cierto? — Dominic me mira a través del cristal templado de la ducha.

Sonrío haciendo un ademán para que se acerque — dúchate conmigo. — no debo pedírselo dos veces, él se quita la ropa y la deja en el cesto de ropa sucia para luego meterse a la ducha conmigo, cambiando a la regadera en el techo para que el agua nos caiga como lluvia — fue mi idea desde el principio y admito que pasé toda la tarde y noche entreteniéndote para que ellos organizaran todo, pero no esperaba que la sorpresa fuese también para mí.