5 | Sebastian Michaelis

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  — un placer volver a verte, Evie.

Hace más de dos minutos que me ha dicho eso, tal vez han sido cinco, no estoy muy segura ya que me encuentro perdida. Él solo me observa con una sonrisa que no logro identificar si es de maldad o diversión y yo no soy capaz de articular ni una palabra.

Verán, ¿recuerdan que dije que me había imaginado su rostro en sueños y que pensaba estar equivocada porque nadie puede ser tan perfectamente guapo? pues estaba en lo cierto al decir que estaba equivocada, este hombre no es guapo, es lo que le sigue a eso. Jamás había imaginado o visto rostro tan perfecto, ni quiera parece real y si no supiera que es vampiro me atrevería a decir que es un ángel. 

¡ya sé con qué compararlo!

¿alguno conoce a Sebastian Michaelis del anime KuroShitsujo o mayordomo negro? Justamente a él se parece por su sonrisa un tanto perversa, la diferencia sería que en Dominic es notable lo mucho que ejercita y que Sebastian tiene ojos color carmesí y el conde de un intenso verde que parece atravesar mi alma con una simple mirada.

  — mierda... —  se escapa de mis labios sin poder evitarlo. 

Él sonríe apartando de su rostro un pequeño mechón de su rebelde y negro pelo que cae debido a que está inclinado — ¿qué sucede, Evie Honney? — apoya su mentón sobre su brazo y continúa mirándome aún desde arriba, nuestros rostros están muy cerca — no me digas que no soy lo que esperabas — hace un falso puchero que no logra disfrazar su sonrisa  — lamento haberte decepcionado.

Sí, definitivamente no era lo que esperaba, es mucho más guapo. Cabello levemente ondulado y de un intenso negro un poquito largo en el centro, creo que en ellos se puede llega a hacer una coleta, ojos tan verdes que parecen robarme el alma y mucho más con su tupida hilera de pestañas, rostro con solo un pequeño rastro de barba y labios que parecen gritar "bésame". No estoy muy segura, pero me atrevería a decir que su estatura es de un metro noventa y tantos. Pero sin duda alguna lo que más destaca en él es esa sonrisa capaz de derretir a cualquier mujer y de lograr solo con ella que millones de bragas caigan y si no tengo cuidado las mías también lo harán. Si no supiera que es vampiro y de que probablemente tenga edad suficiente como para ser mi abuelo, me atrevería a decir que tiene 30 años por lo que muestra su rostro.

Solo soy capaz de dejar de mirarle cuando siento el delicado roce de los pétalos de la rosa deslizarse por mi piel. Miro su trayectoria sobre mi pecho hasta que termina colocándola en mi mano, asegurándose de que nuestros dedos se toquen. Siento sus labios muy cerca de mi oído, lo que causa un hormigueo en todo mi cuerpo.

  — de verdad no sabes cuanto placer me causa volver a verte —  sonríe y deja un lento y húmedo beso justo en el lugar donde me mordió la otra vez.

Se aleja riendo en el momento justo en que tocan la puerta. Él dice que pase y por allí aparece el mayordomo que me trajo hace unos minutos. Deja una bandeja sobre el escritorio con una copa de agua, dos tazas y una tetera donde supongo hay té o algo así.

—  joven amo, las personas que esperaba acaban de llegar —  le dice.

Dominic asiente sin dejar de mirarme con la misma sonrisa, está recostado en el borde del escritorio, frente a mí.

—  diles que esperen un momento —  responde —  quisiera conversar un poco más con la señorita que me acompaña.

El hombre asiente y hace una reverencia para luego salir de la oficina, dejándonos solos de nuevo.

  —  ¿hoy estás más callada o es mi imaginación? —  pregunta tendiéndome la copa con agua. Lo tomo y sé que no se le pasa desapercibido el temblor de mis dedos. Cierra los ojos y suspira —  el sonido de tu corazón es hermoso de escuchar, Evie.

La Elegida de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora