Mi respiración es errática, mi pecho sube y baja con agresividad mientras siento mi corazón arremeter de manera violenta contra mis costillas y no es para menos, no en la situación en la que estoy ahora.
Mis manos están atadas con algo al respaldo de la cama y mis ojos están cubiertos con no sé qué en realidad y tampoco me importa. Solo soy un manojo de nervios porque estoy completamente desnuda ante el mismísimo conde quien lleva ya rato sin decir una palabra y, en realidad, no sé si es que es demasiado sigiloso o si ni siquiera está en la habitación, pero no soy capaz de sentirlo por ningún lugar y el hecho de imaginarlo observándome en completo silencio me causa aún más nervios e inseguridad, después de todo él debe haber tenido a cientos de mujeres de esta misma forma y estoy segura de que no tengo mejor cuerpo que ellas.
Todas mis cavilaciones se esfuman cuando siento algo muy tibio y espeso caer sobre mi estómago y muslos, robándome un jadeo de impresión y por la temperatura de lo que sea que sea eso.
— está caliente — casi no reconozco mi voz. A pesar de que está muy tibio, no llega al punto de lastimarme, me ha hecho estremecer — ¿qué es?
No me habla, sin embargo obtengo como respuesta el que desliza uno de sus dedos por ese lugar y lo lleva a mis labios, dejándome probar el dulce y delicioso chocolate derretido. Casi sin poder resistirlo termino chupando con ganas su dedo pulgar y él no se opone a eso, más bien siento que lo disfruta ya que escucho un pequeño suspiro de su boca.
— conde...
Las palabras se atascan en mi garganta cuando lo siento agacharse para deslizar su lengua de manera lenta sobre mi estómago, un sonido gutural se me escapa mientras su boca y su lengua recogen todo el chocolate que segundos antes ha tirado en mi cuerpo. Creo que voy a morir por lo increíble que se siente ser devorada de esta forma. Mi lívido nunca había estado tan alto y es que ahora mismo creo que mis sentidos se han ido a la mierda.
— nunca antes me había parecido tan delicioso el chocolate, Evie — escucho su pausada voz con un deje de diversión en ella y me pregunto si este hombre es capaz de enojarse — sigo antojado de más.
Esto es demasiado, si salgo viva de aquí será de puro milagro. Este hombre será mi condena y eso lo sé a la perfección, todo en él me excita de una manera que no soy capaz de entender, incluso su voz es suficiente para aumentar mis deseos.
Siento nuevamente ese espeso chocolate caer sobre mí, pero esta vez en ese lugar en específico, tocando todas mis terminaciones nerviosas por lo sensible que es esa zona entre mis piernas y esta vez no consigo acallar mis gemidos cuando sus manos sostienen con fuerza mis muslos y su rostro se entierra entre mis piernas, chupando y lamiendo con ímpetu todo el chocolate que se escurre entre mis sensibles pliegues. Él no me da tregua alguna y me mantiene inmóvil en mi lugar mientras gira una y otra vez su lengua entorno a mi clítoris. El orgasmo es inevitable y eso lo sé, pero yo misma quedo sorprendida ante la rapidez con que consiguió hacerme llegar, pero a pesar de que él sabe que el placer en mi cuerpo ya ha llegado al punto máximo, su boca no deja de arremeter contra mí, haciendo que mi placer se extienda y prolongue por más tiempo.
— me salió bastante gritona mi candy — murmura con diversión cuando deja de torturarme.
— eres muy cruel — murmuro con pocas fuerzas — también quisiera tocarte, desátame, por favor.
Solo obtengo su risa en respuesta mientras se cierne sobre mí, separando mis muslos para colocarse entre ellas, sosteniendo su peso con uno de sus brazos mientras que con su mano libre le siento acariciar mi vientre hasta llegar a mi vagina y trazar suaves caricias allí. Todo mi cuerpo se tensa cuando siento la punta de su miembro frotarse entre mis pliegues, me muerdo el labio.
ESTÁS LEYENDO
La Elegida de Drácula
VampireBienvenidos a mi mundo, un mundo donde los humanos viven bajo el régimen de los vampiros y ha sido así desde casi mil años. No me mal entiendan, si bien ellos son quienes tienen el poder, no vivimos bajo una tiranía, todo es pacífico... Aunque exist...